Los problemas deportivos del Fútbol Club Cartagena no son temporales. Tampoco casualidad. Tienen sus raíces en lo más profundo del club, han infectado todas las áreas y son por ello más duraderos y complejos de tratar. La nefasta gestión económica de la directiva ha acarreado una planificación deportiva deficiente que ha terminado comprometiendo seriamente la continuidad del equipo en el fútbol profesional. A pesar del cambio de entrenador y la llegada de un Calero que ha aumentado la competitividad del grupo, el FC Cartagena no da para más y el entrenador albinegro se ha quedado sin respuesta después de nueve jornadas sin ganar.
Afrontó el FC Cartagena el encuentro frente al Albacete como una de sus últimas opciones de reengancharse a la competición, al igual que los anteriores, y de igual forma terminó decepcionando por su incapacidad de dar un paso adelante. El choque contra los manchegos constató por enésima vez las carencias de una plantilla mal confeccionada: posiciones mal cubiertas, escasa profundidad y falta de calidad con balón acompañado de un miedo patológico a perder desarrollado con el tiempo.
El margen de maniobra del FC Cartagena es muy pequeño. Ya lo era con Víctor Sánchez del Amo y lo sigue siendo con Julián Calero. La comisión deportiva cerró la plantilla con cinco fichas libres, pero sin doblar los laterales, sin un delantero contrastado, sin certezas en el doble pivote ni un jugador diferencial en la media punta o los extremos. Todo esto condiciona las posibilidades del equipo sobre el césped, obligando a Julián a reinventarse para conformar un once competitivo.
Lo ha encontrado con cinco defensas, tres mediocentros y dos delanteros, un sistema que varía en función de la fase del partido, pero que se queda siempre a mitad de camino: Calero y Jairo son lo más incisivo del equipo, teniendo que recorrer largas distancias para ayudar en defensa y sumarse al ataque; José Fontán se convierte en lateral en ausencia del canario, con el perjuicio en carrera que ello le supone; en el centro del campo sólo Luis Muñoz tiene algo de llegada y, en ataque, Ortuño se encuentra demasiado sólo sin un socio por detrás.
Si el mejor once del FC Cartagena se queda corto para ganar partidos en Segunda División, los recambios tampoco ayudan. Ante el ‘Alba’ optó Calero por introducir a Isak Jansson y Musto a la hora de juego; a Embaló y Ferreiro poco después y, por último, a Arnau Solà que vuelve de lesión. El sueco no disparó ni una vez a portería, ni fuera, ni contra un defensor. No lo pudo intentar porque jugó a muchos metros de distancia. Musto, que sustituyó a un muy buen Mikel Rico, tuvo 27 minutos de absoluta discreción. Sólo dio 9 pases y 3 de ellos fueron al contrario.
Con Embaló y Ferreiro buscó Julián amenazar al contrario y, por supuesto, no lo consiguió. El gallego acertó 2 de los 5 pases que ofreció en 16 minutos, perdió la posesión 4 veces y sólo causó algo de peligro con un centro al área. Umaro no se quedó atrás y, aunque acertó sus 5 pases y completó un regate con éxito, no tuvo ocasión de acercarse al área o disparar.
En este contexto, se queda Julián Calero sin respuesta ante la situación, con un Cartagena desesperado y una difícil temporada por delante.
El Zaragoza despide a Escribá y firma a Velázquez, antiguo objetivo albinegro
Fran Escribá ya no es, oficialmente, el entrenador del Real Zaragoza, que ha anunciado este lunes su destitución. El sustituto del valenciano será Julio Velázquez, quien fuera objetivo del FC Cartagena para suplir a Víctor Sánchez del Amo antes de la llegada de Julián Calero. Velázquez firma con los maños hasta el 30 de junio con opción a un año más en caso de ascenso a Primera División.
Velázquez se encontraba sin equipo después de una gran temporada en la Eredivisie con el Fortuna Sittard, al que salvó de un descenso que parecía inevitable cuando llegó en la sexta jornada para asumir el mando de un equipo que había perdido las cinco primeras jornadas. Era el segundo milagro casi consecutivo del técnico, que venía de salvar al Marítimo portugués en 2021 a falta de dos jornadas para la conclusión del campeonato después de llegar al cargo con el conjunto luso hundido en la última plaza de la clasificación.
Su reciente experiencia interesó al Cartagena, que cumplía con las mismas condiciones que sus dos equipos anteriores, aunque finalmente la directiva optó por Julián Calero para encauzar el rumbo del equipo cartagenerista.
Velázquez es también un viejo conocido en la Región de Murcia por su temporada al mando del Real Murcia en la campaña 2013-14. Entonces, logró la clasificación para el play off de ascenso a Primera en el que cayó frente al Córdoba.