En una temporada que apenas se encuentra en su fase inicial, LaLiga Hypermotion ya ha presenciado la destitución de dos entrenadores en un abrir y cerrar de ojos. El último en sumarse a esta lista es Víctor Sánchez del Amo, quien duró tan solo 109 días al frente del FC Cartagena antes de ser relevado de sus funciones. El primero fue Álvaro Cervera, quien hizo las maletas dos días antes, el jueves, de Oviedo.
Las situaciones de Real Oviedo y FC Cartagena eran críticas en ambos casos, ambos colistas en el momento de destitución del técnico, con siete jornadas disputadas. Desde el conjunto carbayón, se decidió poner fin a un Álvaro Cervera que el año pasado lograba darle la vuelta a la mala situación oviedista llegando en octubre de 2022, y terminando la misma temporada coqueteando con puestos de play off. Esto le valió para ganarse la primera renovación de más de una temporada (hasta 2025) que hacía el conjunto azulón en veinte años.
Por su parte Víctor Sánchez del Amo aterrizaba en Cartagena el pasado 6 de junio tras la dolorosa marcha de Luis Carrión, siendo también firmado por dos temporadas, hasta 2025, al igual que Cervera, pero ninguno de los dos llegó al mínimo de confianza para poder ocupar más tiempo el cargo del banco ni en Cartagena ni en Oviedo.
La destitución de Víctor Sánchez del Amo en la jornada 7 de la Segunda División no solo marcó un punto de inflexión en su carrera, sino que también despertó recuerdos dolorosos para los aficionados del Cartagena. La última vez que el club tuvo que tomar una decisión similar fue en diciembre de 2020, cuando la cúpula directiva blanquinegra decidió poner fin a la etapa de Borja Jiménez como entrenador, sucediéndole al cabo de casi un mes en ese entonces el mismo Luis Carrión.
La situación de Borja era entonces algo distinta. El técnico abulense llegó a Cartagena para cubrir el hueco que dejó el uruguayo Gustavo Munúa al irse éste al Nacional de Montevideo de su país. En esa misma campaña, el FC Cartagena conseguía acabar líder cuando la competición se frenó por la pandemia del Covid-19, y meses más tarde logró dar el salto de categoría con aquella inolvidable tanda de penaltis en Málaga. Finalmente el arranque liguero para Borja no fue tarea fácil, y llegado el mes de diciembre veía su destitución tras dejar decimosexto al equipo albinegro con 19 puntos sumados en 18 jornadas. Su bagaje fue de cinco triunfos, cuatro empates y nueve derrotas. Su marcha fue precipitada tras la eliminación del conjunto cartagenero en Copa del Rey ante un Pontevedra de inferior categoría.
Luis Carrión, un hombre que se había ganado el respeto y la confianza de la afición durante su tiempo en el club, logró una gran hazaña al remontar la temporada y garantizar la permanencia del Cartagena, consiguiendo que fuera la ciudad trimilenaria la única de las recién ascendidas esa temporada al fútbol profesional que no volvía a bajar. Su trabajo se había convertido en un faro de esperanza para el equipo, pero sorprendentemente, Carrión y el FC Cartagena separaban sus caminos a términos de la temporada pasada, abriendo la puerta a la llegada de un nuevo proyecto en la ciudad dirigido por Sánchez del Amo.
El Cartagena, que vive junto a su apasionada hinchada su cuarta temporada consecutiva en el fútbol profesional, está en una encrucijada. La necesidad de estabilidad en el banquillo y la búsqueda de un proyecto sólido son ahora más evidentes que nunca. La directiva tendrá que tomar decisiones cuidadosamente consideradas para evitar que el club se hunda en la parte baja de la tabla.
Lo que está claro es que se necesita otro ‘faro’ esperanzador al que el aficionado pueda agarrarse y creer. Las opciones pasan por grandes nombres dentro de la categoría, aunque en las últimas horas uno ha cobrado más sentido por encima de los demás, Julián Calero. El ex entrenador del Burgos, salió con buen pie de su antiguo club, y aunque no sea del gusto deportivo por su estilo de juego de la B&B, la necesidad de firmar bien y rápido podría precipitar las cosas.
Julián es padre de Iván, lateral titular del conjunto cartagenerista, algo que se podría hacerse raro para ambos. Si bien, Julián Calero es habitual verle en la grada del Cartagonova para ver a su hijo, y conoce el estado y la composición del grupo. La decisión ya se maneja en la directiva albinegra y no se debería demorar el anuncio del que será nuevo capitán y guía del barco cartagenero en su búsqueda por la permanencia en Segunda División, aunque aún no hay un nombre confirmado.