No tiene buena cara el paciente. Los lejanos gritos de “estamos en la UCI” se aproximan semana tras semana a un Cartagonova que acogía un duelo de necesidades entre un FC Cartagena sobre la cuerda floja en este inicio de temporada, y un Eibar también en la zona baja de la tabla tras sumar tan solo 6 puntos de 18 posibles. Sobre el césped, arreones de uno y otro equipo que, con empate en el marcador a falta de poco más de media hora para el final, se decantaría para los armeros tras la crucial expulsión de Jairo que dejaba a los albinegros en inferioridad numérica y terminaba de desinflar a un equipo que, esta vez sí, pensaba que la primera victoria en casa era posible.

El balón echó a rodar y los primeros compases dejaron ver el deseo de ambos conjuntos por la posesión, algo más pausada en las filas armeras en contraposición de una verticalidad albinegra que buscaba llevar una alegría más pronto que tarde a la afición del Cartagonova. Las tímidas llegadas del Eibar se topaban con una zaga local que tras recuperar el balón lo hacía circular rápido hacia la sala de máquinas. Jansson en el minuto seis fue el encargado de llevar con un mínimo peligro el esférico hacia el área visitante con un centro tenso y raso al punto de penalti que no acabó encontrando compañero. El sueco calcaría la jugada tan solo dos minutos después, aunque esta vez era el meta el que blocaba la pelota sin problemas.

Las primeras aproximaciones serias del encuentro se decantaron para el Cartagena entre el repartido dominio de la posesión. Jairo se sacaba al cuarto de hora un magnífico centro desde la banda izquierda que Juan Carlos Real acertaba a rematar libre de marca desde el punto de penalti, pero su disparo se marchaba demasiado cruzado de la portería defendida por Luca Zidane. Un minuto más tarde, Narváez se internaba dentro del área para, ahora sí, forzar al meta a repeler un disparo al que le faltó colocación.

Pero ni la suerte acompaña al Cartagena en este inicio de temporada, algo que quedó reflejado en el minuto 23 cuando, en la primera llegada del conjunto armero, los de Etxeberría se adelantaban en el marcador. Cristian Gutiérrez encontraba una autopista en la banda izquierda tras una buena pared que le permitió llegar al pico del área para ponerle un balón a Aketxe que encimado por un defensa lograba soltar un zurdazo para hacer inútil la estirada de Lizoain.

Un jarro de agua fría que enmudeció al Cartagonova y aturdió a los de Sánchez del Amo, que por debajo en el marcador recibieron serios avisos del Eibar para hacer más honda la herida. Aketxe probaba fortuna a la media hora con disparo desde el córner en busca del gol olímpico, pero el meta cartagenerista anduvo lo suficientemente atento para sacar el balón. Tan solo dos minutos más tarde, el mismo Aketxe se sacaba en un libre directo una folha seca se endiabló hasta los guantes de un Lizoain que como pudo despejó a saque de esquina.

Pudo dar las gracias el conjunto albinegro de no marcharse al descanso con más goles de desventaja en el marcador, pues a falta de cinco minutos para emprender el camino a vestuarios, Quique culminaba un tres para dos que acababa marchándose por encima del larguero de Lizoain. Los armeros se estaban gustando y Aketxe volvía a afilarse el colmillo con un disparo que repelía un defensa local en la última aproximación con peligro de los locales en una primera mitad en la que la presencia albinegra se diluyó tras el gol encajado.

Sin cambios en el once, el Cartagena arrancó la segunda parte con esa chispa de quien se ve en la obligación de darle la vuelta al resultado. Y poco tardó en demostrar esa marcha más por necesidad, pues a los dos minutos de la reanudación, Héctor se desmarcaba a la perfección al espacio, atrayendo a tres defensas rivales y brindándole un balón en la frontal del área a Juan Carlos Real, capaz de engañar a Luca para subir el empate en el marcador.

Al igual que el Eibar en la primera mitad, el Cartagena se vino arriba con su gol y rozó el segundo con un disparo de Juan Carlos que tuvo en sus botas el doblete tras culminar un contra que acabaría mandando el meta visitante a saque de esquina con una buena mano abajo.

Los albinegros, desatados, se volcaron al ataque ávidos de dar otra alegría a su afición, y esta casi llega en el 50 tras un espectacular cabezazo de Olivas que desbarató Zidane con una no menos espectacular parada. La jugada concluyó con un derribo en el área que el colegiado señaló como penalti, tan riguroso que el VAR le avisó para chequear. Finalmente, el árbitro rectificó y dejó a los albinegros con la miel en los labios.

Con las pulsaciones a mil llegó el fatídico minuto 55, en el que un revolucionado Jairo era expulsado con roja directa tras llegar con la plancha y muy tarde a un balón dividido en el centro del campo. Por delante para el Cartagena, más de media hora de juego en inferioridad numérica, un palo en las ruedas de un equipo albinegro que por momentos había conseguido meter el miedo en el cuerpo a los visitantes. Tan cerca y a la vez tan lejos.

Y como las desgracias nunca vienen solas, Stoichkov recogía en el 65 un pase filtrado en el borde del área para adelantar de nuevo al Eibar tras una jugada que fue también revisada en el VAR por un posible fuera de juego que, según las líneas trazadas, no existió.

Metió mordiente al campo Sánchez del Amo con las entradas de Umaro y Alfredo Ortuño impulsado por la necesidad, pero las intentonas del Cartagena, como suele ser habitual en estos casos, se sucedían con más corazón que cabeza. Incluso gozó de alguna que otra clara ocasión el Eibar para sentenciar el encuentro, pero el marcador no se movería del 1-2 que condena, una semana más, al Cartagena a lo más hondo de la tabla.