La Opinión de Murcia

La Opinión de Murcia

COMO PERROS Y GATOS

Rubiales "se equivoca", pero Monje Carrillo le aplaude

¿Acaso España puede pedir el despido de Luis de la Fuente y Jorge Vilda por aplaudir a Rubiales y el presidente de la FFRM se va a ir de rositas por hacer justo lo mismo?

Luis Rubiales y Monje Carrillo. L.O.

Ya hemos leído las primeras palabras de Monje Carrillo sobre el ‘caso Rubiales’. En una declaraciones al periodista José Otón, el responsable de la Federación Murciana de Fútbol se limita a señalar que «todos le dijimos a Rubiales que se había equivocado», añadiendo que «no se trata de hacer comunicados, se lo dijimos en el lugar adecuado». Y ese lugar adecuado al que se refiere Monje es la Asamblea del pasado viernes.

Sin embargo, si el sábado ya les trasladé en estas páginas mi preocupación por el silencio del presidente de la FFRM respecto a todo el esperpento que estamos viviendo, con imágenes de besos, abrazos y toqueteos no consentidos, con gestos obscenos en el palco y con discursos hablando de «falso feminismo», desde que leí ayer las palabras de Monje Carrillo no crean que me he quedado más tranquila.

No sé si a ustedes les serán suficientes las explicaciones del máximo responsable del fútbol murciano, pero a mí esas declaraciones me dan la impresión de que son una huida hacia adelante, un sálvese quien pueda, sobre todo después de que el amigo Rubiales fuese inhabilitado por la FIFA.

Porque cuando Monje Carrillo señala que le dijeron a Rubiales que se había equivocado, a mí me gustaría saber si se lo dijo antes o después de aplaudirle. Porque si Monje Carrillo le dijo a Rubiales que se había equivocado con el beso no consentido a Jenni Hermoso y con sus gestos en el palco, que me explique por qué entonces no duda en levantarse y aplaudir cuando acaba el discurso que el sevillano pronunció el viernes en la Asamblea de la Federación y que sonrojó al mundo entero.

¿Acaso España puede pedir el despido de Luis de la Fuente y Jorge Vilda por aplaudir a Rubiales y Monje Carrillo se va a ir de rositas por hacer justo lo mismo?

¿A lo mejor es que el aplauso de los dos seleccionadores lo ha visto todo el mundo, pero las palmas de Monje Carrillo solo las hemos visto las que queríamos verlas? Pues qué quieran que les diga, que si a los políticos y a los responsables de los clubes de fútbol de la Región les da igual que Monje Carillo vaya aplaudiendo por ahí a personajes grotescos como Rubiales, deberían mirárselo o por lo menos consultar con sus psicólogos si tienen algún problema, porque no es normal que a estas alturas solo haya levantado la voz la diputada regional de Podemos, María Marín.

¿Si Monje Carrillo estaba tan contrariado con el comportamiento de Rubiales, por qué se levantó y aplaudió después de que este anunciara su no dimisión y hablara de que «fue solo un piquito» y del «falso feminismo»?

A lo mejor es que el «le dijimos a Rubiales que se había equivocado» pronunciado por Monje es simplemente una opinión vaga, vacía y... machista. ¿Por qué machista? Porque parece que el máximo responsable del fútbol regional, con el «le dijimos que se había equivocado», piensa que es un error ir besando por ahí sin consentimiento, pero, dando su apoyo a Rubiales en la Asamblea, parece que también cree que a lo mejor tampoco es para tanto, que con una medio disculpa es suficiente. ¡Lo de siempre!

Una mano misteriosa

Y no queda ahí la cosa. Porque, aunque eso no se ve en las imágenes pero se intuye, cuando Rubiales llega a su silla orgulloso por su discurso, aparece en plano un brazo que pasa por detrás de Andreu Camps y le choca la mano a Rubiales. ¿Era ese brazo el de Monje Carrillo, sentado justo al lado de Camps?

A ver si en las siguientes declaraciones que dé, el presidente de la FFRM aclara si fue su mano o no, y en caso de que sí fuera, nos explica qué significó su gesto. A lo mejor fue un manotazo para censurar al de Motril por un discurso vergonzoso, o a lo mejor fue un ‘¡olé tus huevos, Rubi! Estamos todos contigo..., pero solo hasta que la FIFA te inhabilite y no nos quede otra que traicionarte para salvar nuestros culos y nuestros sueldos’.

Compartir el artículo

stats