‘Magic’ Alcaraz vuela a cuartos de final con una demostración de poderío ante Musetti

El ‘Big 3’ busca sucesores. Sólo uno de los componentes de este trío histórico está en Roland Garros, Novak Djokovic. Y varios jóvenes quieren el trono que han ocupado durante tres largos lustros. Carlos Alcaraz Garfia fue el primero. En el Abierto de Estados Unidos del pasado curso, presentó sus credenciales al mundo. Con esa sonrisa sempiterna que siempre lleva dibujada en su rostro y esa ingente variedad de golpes que atesora, conquistó el corazón del gran público. Los que llevamos siguiéndole desde que tenía diez años intuíamos su grandeza. Pero son tantos años ya viendo jóvenes de todas las modalidades deportivas brillar con 15 años y luego desaparecer, que había que mantener la prudencia. Por ello había que esperar, pero el momento llegó en septiembre de 2022 y en Roland Garros 2023 se está ratificando. Ayer, en la pista central, en un duelo de aspirantes a conquistar el ‘territorio Nadal’, Alcaraz no sólo ganó a Lorenzo Musetti, de 21 años. Demostró que está varios peldaños por encima.

Alcaraz, que mañana se volverá a ver las caras con Stefanos Tsitsipas, el tenista que ha llegado a decir que disfruta más del tenis gracias al murciano, volvió a ser ‘Magic’. En algunos momentos se convirtió en un dibujo animado para llegar a bolas que muchos tenistas sólo son capaces de alcanzar en sus mejores sueños. Hizo prácticamente lo que quiso con su oponente. Le movió de un lado a otro de la pista cuando lo necesitó. Le tiró dejadas imposibles. Envió a la línea bolas increíbles. En definitiva, un ciclón en otra jornada ventosa en París, un espectáculo por el que merece pagar una entrada a precio de oro.

Si en tercera ronda ante Shapovalov ya demostró que estaba ‘on fire’, contra Musetti dio un paso más. Y de paso, se garantizó mantener 360 puntos, un hecho que obliga a Novak Djokovic a ganar el torneo para desbancarle del número 1. Fue un monólogo (6-3, 6-2 y 6-2) aunque el italiano metió el miedo en el cuerpo a la afición española en el primer juego, cuando le rompió el servicio al murciano, que había iniciado el encuentro con dos puntos directos con su saque. Pero la resistencia del tenista de Carrara, que le había ganado a Alcaraz la final de Hamburgo hace once meses, sólo pudo realizar un ejercicio de resistencia.

Con 0-2 en contra se encontró de inicio un Alcaraz impreciso, que cometió muchos errores no forzados en ese arranque. Pero llegó la reacción y el de El Palmar se anotó cinco juegos consecutivos para colocarse con 5-2 y a un juego de cerrar el primer set. Y cuando el pupilo de Juan Carlos Ferrero gana la primera manga, no hay quien le tosa. Su efectividad es de un cien por cien en partidos de Grand Slam y Masters 1.000. Finalmente, en 43 minutos de juego de un tenis excelso, Alcaraz se anotó el primer set ganando el noveno juego en blanco (6-3) el mismo día que se conmemoraban los veinte años del triunfo de su entrenador en Roland Garros.

Si en la primera manga fue Musetti el primero en romper el servicio, en la segunda fue al revés. Alcaraz ganó el primer juego y en el segundo, ofreciendo una exhibición de muchos quilates, se anotó el segundo (2-0). Pero el italiano, combativo, no estaba dispuesto a entregar el set tan pronto. Reaccionó con un quiebre en el cuarto juego (2-2) para volver a equilibrar el marcador. Pero el error lo corrigió de inmediato el tenista de El Palmar, que aprovechó un fallo en una volea que tenía ganada Musetti para volver a disponer de ventaja (3-2), que confirmó acto seguido con su servicio (4-2).

Mientras Lorenzo Musetti perdía los nervios -mandó una bola a la grada que le valió una advertencia-, el murciano demostraba su exquisita deportividad dándole buena una bola al italiano que el juez de línea marcó fuera. El público, entregado al de El Palmar, se lo reconoció. Y con más templanza y control mental que su oponente, llegó otra rotura para el número 1 del mundo, que se situó con 5-2 y cerró la manga con su servicio, poniendo pie y medio en cuartos de final.

Aún fue mayor la exhibición de Carlos Alcaraz en el tercer set. Parecía casi imposible, pero sí lo fue. Con un gran despliegue físico y técnico, sólo vivió un momento comprometido en el segundo juego, cuando salvó dos bolas de rotura, la segunda de ellas con una espectacular volea. Acabó con la poca moral que le quedaba a Musetti y repitió el quiebre en un quinto juego sublime del murciano. El italiano ya estaba entregado, sin aliento ni mentalidad para remontar un partido que se había puesto casi imposible, sobre todo teniendo en cuenta que enfrente estaba ‘Magic’ Alcaraz. Esas situaciones sólo están al alcance de jugadores como él, como hizo el año pasado en segunda ronda contra Albert Ramos Viñolas. Después, en el séptimo juego, llegó la rotura definitiva y con su servicio, después de un último aguijonazo de Musetti, logró el triunfo por 6-2, igualando ya al menos los cuartos de final de hace un año.

Ahora crece aún más la exigencia. Stefanos Tsitsipas, al que derrotó este año con facilidad en la final del Conde de Godó, está jugando a un gran nivel, quizás el mejor que ha ofrecido en el último año y medio. Un desafío mayúscula antes de las semifinales del viernes, previsiblemente contra un Djokovic que también está lanzado.

El heleno logra un triunfo cómodo en tres sets ante Ofner

El griego Stefanos Tsitsipas, quinto del mundo, consiguió la clasificación para cuartos de final de Roland Garros por tercera vez tras derrotar al austríaco Sebastian Ofner, procedente de la fase previa, 7-5, 6-3 y 6-0, y me medirá a Carlos Alzaraz.

El heleno, de 24 años, no tuvo demasiados problemas para derrotar al 118 del ránking, un tenista forjado en torneos menores, que completó la mayor gesta de su carrera derrotando a rivales del nivel del estadounidense Sebastian Korda o Fabio Fognini.

Tsitsipas, dos veces semifinalista en París y finalista en 2021, se medirá contra un Alcaraz que le ha ganado los cuatro duelos previos, el último hace unas semanas en la final de Barcelona.