Entrevista | Paula Soler Martínez Colombicultora y estudiante de Logopedia.

"Los palomos son como deportistas de élite, los preparamos igual y estamos pendientes de ellos todo el año"

La villanovense Paula Soler, de sólo 20 años de edad y estudiante de Logopedia en la UMU, ha ganado el trofeo a la mejor mujer en el Regional de Castilla La Macha y se ha clasificado para el Nacional

Paula Soler Martínez.

Paula Soler Martínez. / L.O.

Dioni García

Dioni García

Paula Soler Martínez (Villanueva del Río Segura, 8 de enero de 2003) es una joven estudiante de Logopedia en la Universidad de Murcia que está abriendo camino a las mujeres en el deporte de la colombicultura. Su padre le inculcó esta afición y ahora ha logrado clasificarse para el Campeonato de España con el palomo ‘Bronce’, con el que ha sido segunda absoluta en Castilla La Macha y la mejor mujer.

¿Qué hace una chica de 20 años en la colombicultura?

Porque en mi familia, sobre todo mi padre, tiene devoción por este deporte. También tenemos primos y tíos míos que nos acompañan y desde bien pequeña me ha gustado irme con mi padre. Al final esto es como el padre que lleva a su hijo a los partidos de fútbol, y a raíz de eso me fui metiendo y en los ratos libres le echaba una mano.

¿No te sientes un poco extraña entre tanto hombre?

Al final es la lucha que tenemos que hacer. Es verdad que es un deporte constituido mayoritariamente por hombres, pero también es muy satisfactorio ver que cada vez hay más mujeres. La Federación de Castilla La Mancha ha dado este año un premio a la mujer colombicultora, que lo he recibido yo, y la Murciana seguro que pronto lo hará. Es un proyecto para incluir a la mujer con el fin de que participen tanto hombres como mujeres. Si van viendo que salen noticias de este tipo y que las mujeres están participando, seguro que se animarán más.

¿Hay categorías de hombres y mujeres?

No. Castilla La Mancha está apostado mucho por la mujer y por eso ha hecho este trofeo.

¿Y qué trofeo has logrado?

He sido segunda en la general y, aparte, que fue lo bonito y especial, dedicaron un premio a la mujer y yo fui ganadora absoluta. Ahora estoy clasificada para el Campeonato de España.

Entonces irás al Nacional.

Sí, ya tengo la clasificación. Llevaré dos palomos para el Nacional, uno a través del Regional de Castilla La Mancha, y otro en Murcia, que fue un regalo que le hicimos a una familia muy especial para nosotros, que es la familia Lorca, y ellos lo han presentado pero nosotros lo hemos criado.

¿Requiere mucha dedicación diaria?

Todos los días del año. Todo esto es culpa de mi padre y gran parte del trabajo es suyo. Vamos combinando entre sus ocupaciones y los tiempos libres de cada uno porque tienes que estar todos los días pendiente. Cuando están los pichones tenemos que darle el biberón. Además, hay que darle un baño mínimo 24 horas antes de cada suelta, y después hay épocas muy importantes, como la pelecha, que es en verano, que hay que bañar los palomos una vez a la semana. Hay gente que se va a la playa en vacaciones y nosotros tenemos que estar pendientes, como una responsabilidad más, porque no puedes dejarlos abandonados. Esto lleva mucho sacrificio.

¿Qué características tiene un palomo de competición?

Nosotros tenemos a los palomos como a un deportista de élite, los preparamos igual. Salen varios días a volar porque tienen que tener fondo. Por ejemplo, ‘Bronce’ es un palomo que nos ha dado muchos premios, y ha salido de una libreta de páginas de cruces que hacemos de palomos con palomas, donde buscamos sacar lo máximo para que cumplan unas características. Vamos haciendo combinaciones para juntar el máximo potencial.

Entonces tenéis que hacer estudios exhaustivos.

Al final vas aprendiendo a base de acierto y error. No todos los palomos valen para competir y no es la primera vez que hemos juntado un padre que ha sido brutal pero por equis motivos, el palomo no responde como se espera porque es como un deportista de élite, que tiene sus buenos y malos momentos.

¿Y qué es lo más importante en una competición?

Aquí lo que se valora es que el palomo esté más tiempo está junto a la paloma. Ellos van todos, se desconocen entre ellos, y en primer lugar se hace un acoplamiento antes de realizar la suelta para que los palomos conozcan la zona. Al final luchan por estar el máximo tiempo cerca de la paloma.

¿Las mujeres se animan a hacer colombicultura?

Pues sí, hay bastantes. Junto a mí, otra chica subió a recoger un premio en Castilla La Mancha. Al final se va moviendo e inculcando y ahora somos más. En el Nacional ya se ven mujeres que están organizando, ya no ves en la lista sólo hombres, y eso te anima. Al final es un deporte muy sano. Los deportistas son ellos, los palomos, pero nosotros también nos vamos preparando y al final es sano estar al aire libre y conocer gente. Todo lo que te aporta la colombicultura es bueno.

¿Qué te dicen tus amigas de esta afición tuya?

Es raro que una chica de 20 años haya llegado hasta aquí y me preguntan cómo puede ser eso. Además, les impacta que un animal sepa que tiene que ir a por otro. Está bien despertar esa curiosidad de la gente.

¿Es muy caro?

Claro que es costoso. Hay que darles vitaminas, medicamentos, pasar por el veterinario y, aparte, están los traslados. El Nacional se va a disputar en Castellón y tenemos que ir los martes y los sábados. El año pasado tuvimos la suerte de que fue en La Algaida, al lado de donde vivimos. Pero al final tenemos que hacer el esfuerzo porque es la primera vez disputamos el Nacional.

¿Un palomo de competición tiene fecha de caducidad?

Varía mucho. Hay palomos que un año lo han hecho muy bueno y otro, por diferentes motivos, no han rendido. También hay palomos que terminan de competir y se dejan para la cría para sacar lo mejor de ellos.

¿Practicas algún otro deporte?

No, cuando era más pequeña iba al conservatorio a hacer danza, pero tuve una lesión en la rodilla y tuve que dejarlo. Era muy estricto y tuve que echar el freno con doce años.

¿Cómo combinas los estudios y la colombicultura?

Voy sacando tiempo para todo. Sobre todo los fines de semana es cuando más tiempo podemos dedicarle a la colombicultura, pero ahora hace mucha calor y hay que estar muy atentos a los bidones de agua y la limpieza. Ahora que estoy en exámenes, mi padre se acerca por las tardes a la finca y luego voy yo otro rato, pero como nos gusta, sacamos hueco. Cuando llegan recompensas de este tipo, se da por bien empleado.

¿Se le llega a querer mucho a estos animales, no?

Muchísimo y también se sufre y se derrochan lágrimas cuando se pierden o sufren alguna lesión. Al final los cuidas igual que a un hijo. Es asombroso porque la gente relaciona ese amor con los perros y es llamativo ver que un tipo de ave tenga esa capacidad de tener una misión y cumplirla.

También se mueve dinero y os hacen ofertas importantes por los palomos.

Aquí hay reconocimientos en los Comarcales, los Inter, el Regional y el Nacional, y conforme vas pasando, hay premios en metálico y tarjetas. Después, un palomo que llega hasta el Nacional, tiene un valor por los cruces y la descendencia que pueda tener.

¿Cómo afrontas el momento de vender alguno?

Nosotros hemos tenido hace muchos años un palomo que se llamaba ‘Mi Paula’. La gente apostaba mucho por él porque conseguía muchos triunfos. Cuando coges a un palomo tanto cariño y es tan especial para ti, es difícil soltarlo porque lo has criado desde que nació. El que le dimos a la familia Lorca lo hemos criado y ha llegado al Nacional. Al final te quedas la satisfacción de que has trabajado con él un tiempo.

¿Siempre estáis criando palomos?

Estamos todo el año criando y al final vas sacando. Cuando salen palomos como ‘Bronce’, sigues juntando e intentando mejorar al anterior. Hay gente que no los cría, pero nosotros hemos ido creciendo y tenemos contenedores con un mínimo de 200 palomos.

¿Es sólo un hobby para ti o es algo más ya?

Para mí es un hobby, pero cuando te llegan estas alegrías y te vas clasificando, te planteas muchas cosas, aunque al final no deja de ser una afición. Yo tengo mis estudios, que ahora mismo es mi prioridad, y mientras que pueda combinarlo, que espero que sea mucho tiempo, lo seguiré haciendo. Además, es algo que comparto con mi padre y es tiempo para pasar los dos juntos. También disfrutas del aire libre, que es bueno hacerlo después de pasar tantas horas en una habitación estudiando.

¿Y qué opina tu madre?

Mi madre nos apoya aunque es cierto que cuando llegan las competiciones los planes familiares se tienen que acortar.