Fútbol

Al FC Cartagena le vuelven los fantasmas en defensa en el momento decisivo

El cuadro de la ciudad portuaria llega al final de temporada con varios problemas en la retaguardia que le apartan del sueño del play off

Aarón Escandell se esfuerza por detener un balón en su portería. | IVÁN URQUIZAR

Aarón Escandell se esfuerza por detener un balón en su portería. | IVÁN URQUIZAR / Alfonso Asensio

Alfonso Asensio

Tras la temporada 2021-22, la obsesión de Luis Carrión, de su cuerpo técnico y de la directiva del Fútbol Club Cartagena fue construir una plantilla más sólida y fiable con la que mejorar una campaña muy buena, pero que tuvo en la irregularidad su principal característica. El equipo ganaba mucho y muy bien, sin embargo, también perdía mucho y muy mal. Con esa premisa se confeccionó el grupo y en coherencia fueron los planteamientos del entrenador desde la pretemporada consiguiendo perfeccionar la idea hasta terminar logrando su propósito. No obstante, el tramo final se le ha atragantado al conjunto albinegro: ya son cuatro los partidos consecutivos sin ganar con siete goles en contra que señalan a la defensa como principal responsable.

El Cartagena ha ido mejorando sus prestaciones con el paso de las temporadas desde su vuelta al fútbol profesional. Tras lograr la salvación con sufrimiento en su primer año, el segundo fue un importante paso adelante. Su juego alegre y dinámico sumado a la facilidad para ver portería pusieron al cuadro albinegro en boca de todos. Sin embargo, mientras la manta cubría bien la cabeza, los pies del conjunto cartagenero se quedaban destapados resultado en una fragilidad defensiva pasmosa. Los de la trimilenaria terminaron el año como el séptimo equipo más goleado con 57 tantos en 42 jornadas, a 1,3 goles por partido y sólo mantuvieron la portería a cero en 11 ocasiones. Un registro demasiado pobre para aspirar a la zona alta.

Para corregir ese aspecto se reconfiguró la zaga con la llegada de Escandell, Jairo, Calero y Kiko Olivas -además de Miguelón y Martos en el mercado de invierno- que acompañarían a los Marc, Datkovic, Pablo Vázquez, Pedro Alcalá y Julián Delmás. Junto con un centro del campo renovado de igual forma y un sistema de juego refinado por el entrenador, el equipo ha mejorado ostensiblemente en defensa en su tercer año en la categoría. A falta de un partido, los de Carrión han encajado 11 goles menos que la pasada campaña -46-, han bajado la media a casi un gol por partido y han echado el cierre a su portería en 14 ocasiones.

A pesar de los buenos registros, el tramo final de competición ha supuesto un paso atrás que no quería dar el equipo del Cartagonova. Tras la victoria ante el Real Sporting por 2 a 1, todo han sido malas noticias para el Cartagena con cuatro partidos consecutivos sin lograr la victoria, 7 goles en contra y tan sólo 2 a favor: empate a uno en el Carlos Belmonte ante un Albacete con 10 jugadores; empate a cero en casa frente al Burgos en inferioridad; derrota en La Romareda por 2 a 0 y goleada en la última jornada contra Las Palmas por 1 a 4.

Ha sido, sobre todo, el último resultado el que han señalado a la retaguardia. A pesar de la buena actitud del equipo en fase ofensiva contra los canarios , sorprendió la pasividad defensiva en un parido en el que sólo valía ganar. Los cuatro goles recibidos mostraron errores que no tenía el Cartagena desde hacía mucho y que devolvieron los fantasmas en el momento decisivo.

Después de muchos minutos de buen juego, ocasiones y el gol que ponía en ventaja al equipo cartagenero, un fallo en la marca permitió a Loiodice recibir prácticamente sólo cerca de la frontal del área, girarse con espacio y preparar un disparo franco que puso el empate. Minutos después no estuvo expeditivo el Cartagena en transición defensiva y tampoco tuvo buena colocación cuando Pejiño filtró a Sandro el balón que le plantó sólo para hacer el 1 a 2. El tercero, aunque condicionado por la suerte, tuvo los mismos ingredientes que el primero: pasividad, espacio y falta de atención al marcaje. Con el cuarto puso la guinda Sandro y mostró la poca tensión de la zaga albinegra, que permitió a Kirian caracolear dentro del área y a Sandro controlar un balón llovido hasta encontrar la posición perfecta para el disparo.

La pegada de Las Palmas puso de manifiesto un problema que parecía olvidado en el Cartagonova y que Luis Carrión espera no volver a ver en la última jornada ni la temporada que viene. «Tenemos que mejorar desde ya», espetó tras el partido.