Fútbol

Óscar Ureña recae de su lesión y se despide del Cartagena antes de tiempo

Sin tiempo para recuperarse, el paso del catalán por el conjunto albinegro puede terminar en la enfermería

Ureña, en su último partido con el FC Cartagena. |  PRENSA FC CARTAGENA

Ureña, en su último partido con el FC Cartagena. | PRENSA FC CARTAGENA / Alfonso Asensio

Alfonso Asensio

Salvo sorpresa mayúscula, los caminos del Fútbol Club Cartagena y Óscar Ureña parecen destinados a separarse antes de lo debido por culpa de una -segunda- desgraciada lesión que ha puesto fin a la temporada del extremo. El club albinegro anunció ayer, a través de un parte médico oficial, el nuevo contratiempo sufrido por Ureña dos días después de completar su recuperación y reaparecer con el equipo. En el entrenamiento del pasado lunes, Ureña recaía de su lesión en los músculos isquiotibiales de su pierna izquierda temiendo de nuevo lo peor. No volverá a jugar esta temporada y todo apunta a que su paso por el Cartagena termina aquí.

Las pruebas médicas, realizadas como siempre en el Hospital Virgen de la Caridad, patrocinador principal del club, confirmaron la segunda rotura fibrilar del de Figueras en su muslo izquierdo en apenas dos meses. De nuevo llegó la peor noticia para el futbolista y para el equipo, ya que la gravedad del percance le impide con toda seguridad volver a disputar minutos antes de que finalice la temporada.

La llegada de Ureña en enero supuso una bocanada de aire fresco para el ataque albinegro. Aunque formaba parte del primer equipo del Girona en Primera División, no contaba demasiado para Míchel, por lo que equipo y jugador buscaron una salida para continuar su desarrollo. La encontraron en el conjunto albinegro, que adolecía de chispa en el extremo y maldad en el uno contra uno, las principales virtudes de Ureña. Eran tal para cual y rápidamente se llegó a un acuerdo.

En cuanto se enfundó la albinegra, el catalán entró instantáneamente al once para intentar mejorar las prestaciones ofensivas de un equipo en sequía goleadora y lo consiguió. Con él, los albinegros cambiaron el chip y volvieron a funcionar, pero la primera lesión iba a frenar en seco el idilio entre el equipo y el futbolista. Todo trascurría con normalidad en La Cerámica cuando el atacante resbaló en la lucha por el balón y notó el dolor en la parte posterior de su muslo. Abandonó el campo entre lágrimas para no volver hasta dos meses después.

Dos largos meses y siete jornadas fueron las que se mantuvo Óscar Ureña fuera de los terrenos de juego. Ahora, el fútbol se ceba con él justo cuando parecía haber superado el mal trago. Regresó a una convocatoria ante el Burgos aunque no disputó ningún minuto por precaución y volvió a pisar el césped ante el Real Zaragoza en la última jornada. Entró por Iván Martos para aumentar la presencia ofensiva del equipo, que perdía al descanso en La Romareda, y disputó sin problemas la segunda mitad del encuentro. Sin embargo, la sorpresa llegó dos días más tarde, posiblemente derivada de la fatiga y de una recuperación incompleta.

El futbolista de origen dominicano llevó a cabo la recuperación de su primera lesión en Girona, con los servicios médicos del conjunto que mantiene sus derechos federativos. Aún así, todo el esfuerzo dedicado y toda la precaución puestas en que volviera a jugar con garantías fueron en vano. La idea era que el extremo regresara a tiempo para disputar los partidos más importantes de la temporada con el Cartagena jugándose el play off de ascenso, sin embargo, no ha podido ayudar a lograr el hito.

Su aportación al equipo, que apuntaba a ser determinante, se ha quedado en muy poca cosa por culpa de las lesiones. El jugador se marcha del Cartagena tras jugar diez partidos, firmar dos asistencias, no lograr ningún gol y dejar un sabor de boca agridulce.