El Real Murcia es como esos malos estudiantes que se dejan todos los deberes para el final y, cuando intentan reaccionar, ya es tarde. Esa sensación quedó ayer en Nueva Condomina, donde el destino se empeñó en jugarle una mala pasada a un conjunto grana que acumuló ocasiones para merecer ganar cómodamente al Castellón, pero que acabó hundido tras encajar el empate tras un penalti en el minuto 96 (1-1).

Ha desperdiciado muchas balas el Real Murcia esta temporada, la mayoría merecidamente, sin embargo ayer en Nueva Condomina, donde se volvió a alcanzar la cifra de 16.000 espectadores, el conjunto de Mario Simón lo hizo todo para ganar y no lo consiguió. No fue suficiente el gol de Arnau Ortiz en el minuto 9, no fue suficiente poner sobre la mesa la versión más ambiciosa. Tampoco lo fue insistir sobre el área de Pastor a lo largo de la segunda parte, hasta llegar a acumular dos balones en la madera, el segundo después del maldito penalti que significaría el empate de los orelluts.

No sabemos cuál es el pecado del Real Murcia, posiblemente gandulear durante muchas jornadas, lo que sí sabemos es que el destino, si es que existe, no quiere que los murcianistas estén en el próximo play off. Porque cuando los resultados se daban -empató la Real B- y el juego murcianista era el indicado para ganar, el partido volvió a acabar sin que los tres puntos se quedasen en un estadio donde ya no se acuerdan del último triunfo.

El Real Murcia, ni queriendo | FRANCISCO PEÑARANDA

Primera ocasión y gol

Y eso que a las primeras de cambio el partido ya se había puesto de cara. Fue en el minuto 9 cuando Arnau se sacó de la chistera una jugada individual para dejar señalados a Calavera y a Óscar Gil. Y ya sin oposición, el extremo batía a Alfonso Pastor para poner un 1-0 que se celebró especialmente con rabia.

A la primera veía puerta esta vez el Real Murcia. Con apenas tiempo para posicionar las piezas sobre el tablero, para ver qué tal los cambios introducidos por Mario Simón en un once donde regresaba Joao y aparecían Loren Burón y Manu Pedre, los granas ya tenían el partido encarrilado. Sin embargo, en vez de ir a por más, dieron ese paso atrás que enfada y mucho a los aficionados.

El Real Murcia, ni queriendo | FRANCISCO PEÑARANDA

Ni los gestos de Mario Simón pidiendo que avanzaran líneas servían de mucho. El Murcia optaba por irse atrás y esperar. La suerte es que apenas sufrieron en la primera parte. Solo una vez tuvo que intervenir Joao para sacar un remate lejano de Raúl Sánchez. Pero son tantas las veces que el Real Murcia se ha quemado jugando con fuego, que ni el 1-0 ni la inoperancia del Castellón en ataque daban tranquilidad.

Lo pudo pagar nada más comenzar la segunda parte. Apenas unos segundos habían transcurrido cuando Raúl Sánchez paraba los corazones granas con un disparo que repelió Joao y el poste. El susto hizo reaccionar a los de Mario Simón. En apenas cinco minutos asediaron el área de Pastor, acumulando hasta tres buenas ocasiones. Le faltó afinar puntería a un Alberto López que había salido en la reanudación sustituyendo a Manu Pedre; se quedaron con las ganas Loren Burón y Alberto Toril en sendas contras y la tuvo sobre todo Alberto González en el remate de un córner que desvió Pastor. Incluso Pedro León lo intentaría sin éxito en dos ocasiones.

El Real Murcia, ni queriendo

El Murcia más ambicioso

Parecía que el Real Murcia había salido del letargo para dar valor a su 1-0. Mario Simón, con cambios tempraneros, también reaccionaba para que el equipo no se viniera abajo como en otras jornadas. Entraba Alfon por Loren primero y luego Dani Vega y Aguza ocupaban los sitios de Toril y Julio Gracia.

Le sentaban bien los cambios al Real Murcia y la afición disfrutaba con la ambición de los granas en un tramo en el que solo faltaba poner el 2-0. Pero, madre mía, todas las que estaba errando el conjunto murcianista. Una tras otra, de todos los colores, las ocasiones llegaban a la vez que se fallaban. Dani Vega, con un disparo que se fue fuera inexplicablemente, Alberto López, con un disparo cruzado que se fue por poco, Pedro León, con un misil que se estrelló en el palo...

Tenía el Real Murcia contra las cuerdas al Castellón, pero no había forma de poner un segundo gol que evitara cualquier susto final.

Parecía que por una vez todo iba a salir bien, que los granas manejaban la situación y que jugaban con la ansiedad del Castellón, pero el destino quiso castigar a los granas.

Con el colegiado añadiendo hasta seis minutos, el final fue de película, pero una película con un triste final para el Real Murcia. Porque, aunque parecía que todo estaba controlado y que el Castellón iba a tener imposible alcanzar el área de Joao, en una acción tonta, la que suele cometer el conjunto grana toda la semana, todo el trabajo realizado se fue al carajo.

Le dio a Galindo por regatear y regatear en una zona en la que debería estar prohibido regatear. Y Jeremy de León presionó y presionó hasta obtener el premio del penalti. Lo anotó Pablo Hernández para desgracia de una afición que no se creía lo que estaba viendo. Sobre todo porque en la siguiente jugada, cuando el reloj ya marcaba el minuto 98, Arnau Ortiz estrellaba un balón en la madera.

«Estoy convencido de que el Real Murcia va a entrar al play off»

Al Real Murcia le costó hacerse con el control en la primera mitad, no fue detrás en ningún momento, pero le faltó mas agresividad. «Hemos disputado una primera mitad donde nos ha faltado un poco más de control y donde no podíamos haber arriesgado un poco más», comentó Mario Simón.

El segundo tiempo comenzó de otra forma para los granas, dominando más y teniendo bastantes más llegadas. «Hemos ido ganando el control conforme se ha ido desarrollando el partido, hemos tenido ocasiones muy claras, y ha sido una pena no poder haber sentenciado el partido. Es un poco frustrante que el fútbol a veces sea injusto con nosotros, porque hemos hecho para llevarnos el partido», añadió el entrenador del Real Murcia.

El penalti y el empate en el último minuto fue un jarro de agua fría para el Real Murcia, y sobre todo los 6 minutos que añadieron no sentaron del todo bien. «Obviamente no podemos estar contentos después de un partido así, creo que el equipo ha hecho un desgaste impresionante, no hemos cometido errores hasta el último minuto. Se nos cae todo el trabajo por una jugada al final. Los cambios que hicimos fueron todos por lesión, creo que el descuento ha sido exagerado, a nosotros nunca nos añaden eso», dijo.

Al Real Murcia aún le quedan opciones a estar en los play off, y tiene por delante dos finales en las que tienen que dejarse la piel para lograr el objetivo de entrar en la fase de promoción de ascenso a Segunda División. «Aún quedan dos partidos, estamos a 3 puntos de la Real Sociedad B, y con el gol average ganado. Yo estoy convencido del que el Real Murcia va a entrar a play off», concluyó Mario Simón.

Expulsión de Julio Gracia y lesión en el hombro de A. López

Julio Gracia, pese a que había sustituido en el minuto 67, acabó expulsado al ver la tarjeta roja en el final del choque salió del banquillo para reprochar al colegiado. Así, el centrocampista será baja para el partido del próximo sábado ante el Alcoyano. El otro nombre propio del final del encuentro fue Alberto López. Al jugador grana se le salía el hombro defendiendo una de las últimas acciones y, pese a su estado, jugó hasta el final para no dejar a su equipo con diez. Ya concluido el encuentro, fue atendido por los médicos. Sufre una luxación inferior en el hombro izquierdo y está pendiente de evolución.