Deportes | Natalia Hidalgo Triatleta

"Cuando me propusieron probar el triatlón no sabía lo que era y encima era muy patosa con la bicicleta"

Natalia Hidalgo, nacida en Linares pero criada en Murcia, estudia Ciencias Políticas en la Queens University of Charlotte, con la que ha logrado varios éxitos en Estados Unidos

Natalia Hidalgo, triatleta criada en Murcia.

Natalia Hidalgo, triatleta criada en Murcia. / L.O.

Dioni García

Dioni García

Natalia Hidalgo Martínez (Linares, 6 de mayo de 2001) es una triatleta criada en Murcia desde que apenas tenía unos meses que decidió marcharse a Estados Unidos para estudiar Ciencias Políticas y seguir compitiendo primero con la Universidad de Virginia y ahora en la Queens University of Charlotte, en Carolina del Norte, con la que ha conseguido varios títulos pese a estar ahora recuperándose de una lesión.

¿Cómo empezaste en el deporte?

Cuando tenía 8 empecé a ir a la Universidad de Murcia a unos cursillos de natación. Recuerdo que iba todos los sábados con mi vecina para hacer algo y tener un estilo de vida saludable. Entonces no me llamaba la atención el deporte ni estar en un equipo. Estaba muy centrada en mis estudios, en mis objetivos a nivel académico y que nada me desconcentrarse.

¿Y competiste en natación?

Me gustaba ir a nadar una vez a la semana. Al año siguiente pasé a tres días y al otro a cinco. Iba mejorando, me lo pasaba bien y era recíproca la relación que tenía con la natación. Mi madre me propuso meterme en un club de natación porque soy una persona de naturaleza competitiva y encajaba con mi personalidad. Dije que sí y me metí en el CN Fuensanta en 2010.

¿Cuándo surgió el triatlón?

Nada más entrar ahí entablé amistad con Paula Sánchez y su padre, Esteban, que tenía un club de triatlón. Ella es de mi grupo más cercano de amigas y cruzo los dedos para que siga siendo así en el futuro. Esteban nos propuso ir un día a probar el triatlón, que yo no tenía ni idea de qué era. Encima, tenía una habilidad nula con la bici, era patosa, pero improvisé le di una oportunidad a este deporte y aquí sigo doce años después. Esa imposición fue el mayor acierto de mi vida.

Pero empezaste a despuntar muy pronto.

Tuve la suerte de que ese mismo año empecé a despuntar a nivel regional y fui tercera en acuatlón. El primero lo hice en San Pedro y no recuerdo apenas nada de la carrera, sólo que quedé segunda por un segundo y que me adelantaron en la recta final. Después, en mi primer Campeonato de España en Cerdanyola, quedé segunda. Era cadete de primer año y competí con chicas dos años mayor que yo. También fui segunda del ránking nacional, tercera de acuatlón y estuve cerca de ir al Europeo. Siendo cadete quedé campeona de España de triatlón, subcampeona de acuatlón y en júnior también repetí en triatlón. He sido esa clase de deportista que desde muy joven empezó a despuntar y lo digo desde mi faceta más humilde.

¿Sigues siendo patosa con la bicicleta?

Sigo siéndolo. Es lo que peor que se me da y he mejorado a base de entrenar, porque hasta hace cuatro años solamente me dedicaba nadar, correr y hacer gimnasio, no tocaba la bici. No sabía lo que era salir tres horas en bici, era totalmente desconocido para mí, y recuerdo la dureza de los primeros años, porque no estaba acostumbrada a ese tipo de entrenamientos. Todavía sigo siendo patosa porque siempre se puede mejorar en algo a base de insistir y lo he hecho al estar rodeada de gente que me motivaba a salir en bici.

¿Por qué decidiste irte a Estados Unidos?

Desde pequeña he tenido mucha inquietud por irme a estudiar fuera y conocer mundo. Quería hacer Ciencias Políticas y al mismo tiempo seguir entrenando y compitiendo al mejor nivel. En aquel momento, en 2018 o 2019, era complicado en España porque en el CAR de Madrid no podía hacer la carrera en cuatros años y tenía que alargarla a cinco o seis. Es entendible, pero quería tratar de compaginar ambas cosas y darle el mismo peso de importancia. Esa fue la razón por que decidí irme a Estados Unidos. Cuando estaba en primero de Bachillerato me puse a mirar por internet las becas y me metí en una agencia aleatoriamente. Rellené un cuestionario para analizar las posibilidades y me llamaron diciéndome por las notas y los resultados deportivos no tenía problemas. Mis ganas de estudiar fuera y seguir haciendo triatlón sin dejar mis estudios de lado hicieron que me decidiera. Aquí se valora muy bien a los deportistas.

Muchas chicas de su edad dejan el deporte por no poder combinarlo con los estudios.

Personalmente tampoco he vivido que más chicas se dejen el deporte que chicos. Lo que sí es más complicado para una chica es tener gente de su nivel o encontrar más para realizar un grupo de entrenamiento.

Tienes que ser buena estudiante. ¿Alguna vez has suspendido un examen?

(Risas) Te lo digo pero no lo pongas. Bueno, sí. Solamente he suspendido un examen en mi vida y fue en la prueba de matemáticas de la EBAU, que saqué un 3,75 pero porque no estudié esa asignatura. Es increíble porque mi nota global fue de un 13 y eso que iba por Bachillerato de ciencias. En las asignaturas que preparé saqué en todas un 10. La nota global fue de un 13 con algo. Mis notas siempre han sido muy buenas y he tenido menciones honoríficas todos los años. Me acuerdo que en bachillerato no saqué un diez de media porque tuve un notable en inglés, que parece irónico porque estoy ahora en Estados Unidos y el idioma se me da bien.

¿Y en qué se parecen las Ciencias Políticas y el deporte?

En nada. De hecho cuando era más joven todo el mundo pensaba que quería hacer CAFD o ser profesora de Educación física, pero es algo que nunca me ha llamado la atención. Quizás en psicología si me veía, pero para nada. A mí me gusta muchísimo la filosofía, pero con un enfoque en la relaciones internacionales y la geopolítica.

¿Qué competiciones haces en Estados Unidos?

Estoy en el equipo de triatlón de la Universidad, que está compuesto por doce chicas. Es genial porque todas estamos estudiando y tenemos las mismas inquietudes, y cuando nos vamos cada una a nuestro país seguimos compitiendo durante el verano. Aquí el año académico se divide en dos semestres, de agosto a diciembre, y de enero a mayo. En octubre y noviembre competimos con todas las universidades. Estuve primero en la Universidad de Virginia, que era de división dos, que es la categoría que se consigue según de estudiantes, el deporte y nivel académico. El semestre pasado me pude transferir a la Queens University of Charlotte, en Carolina del Norte, que ascendió a división uno el año pasado. Para mí era increíble poder estudiar aquí, porque siempre la había mirado como mi sueño, y lo único que me echaba para atrás era la categoría, pero cuando empezaron con el proceso para ascender, decidí venirme aquí.

¿Has conseguido buenos resultados allí?

En mi primer año fui campeona regional y nacional de división 2, y en el segundo, subcampeona nacional. En el tercero, ya en División 1, fui campeona regional y quinta en los nacionales.

¿Qué nivel tiene el triatlón allí?

El nivel de España está bastante alto y perfectamente estoy compitiendo con gente que va a los Juegos Olímpicos, pero aquí hay gente que hay va a copas continentales, que son campeones nacionales y que han ido a Juegos Olímpicos de la Juventud.

¿Y qué es lo que más valoras de tu experiencia en Estados Unidos?

Lo único que me da envidia es el trato que se le da al estudiante que hace deporte, cómo se valora el hecho de que esté en la Universidad. Los profesores saben quién soy, que hago deporte y estoy en un equipo, y que aparte de estudiar, también tengo responsabilidades con mi equipo deportivo. Me dan facilidades los días que no puedo ir a clase y la posibilidad de individualizar algún trabajo o examen. A lo mejor eso en España no es posible, eres una más. Recuerdo que en el instituto entrenaba muchas horas y me tenía que ir directamente a entrenar. Los profesores no sabían cómo era mi día después de salir por la puerta. No soy como otra persona que se dedica sólo a estudiar, tengo otras responsabilidades. En Estados Unidos se admira y se valora, cuando vas a buscar un trabajo, el hecho de que seas deportista o hayas sido capitán en tu equipo. Son destrezas y capacidades que se tienen muy en cuenta a la hora de buscar un trabajo.

¿Volverás a España o ya te quedarás por allí?

No sé volveré porque no me convence la idea de quedarme en Estados Unidos a largo plazo. Me encantaría vivir en España, encontrar un trabajo y quedarme, pero no lo veo factible por las salidas que tiene mi carrera. Este semestre he estado replanteándome dónde me gustaría ir después de la carrera, y quizás haga un master en Washington, Nueva York o Europa, me meteré en un Colegio de Graduados. También he pesando en trabajar de prácticas el verano próximo en alguna organización internacional. Tengo ideas, pero aún no me he quedado con una.

Por último, ¿cómo ves tu futuro en el triatlón?

El año pasado me lesioné por primera vez en mi vida, y después me caí compitiendo y me volví a lesionar en la cadera. Ahora mismo estoy un poco haciendo deporte dentro de lo que me permite la lesión y en cuanto me recupere, volverá a competir con mi equipo, pero he estado dándole más importancia al ámbito académico, pensando qué quiero hacer con mi vida cuando me gradúe el año que viene. Siempre he querido hacer las dos cosas durante el máximo tiempo posible, pero me tengo que hacer a la idea de que algo debo dejar en segundo plano y que por muy buena que sea, no tengo el sueño de los Juegos Olímpicos. No me veo dejando de competir porque estoy compitiendo con el Lugo cuento con el apoyo de mi entrenador. No entro en el ciclo para los Juegos París y encima, cuando estás lesionado, lo ves de manera diferente. Cuando te lesionas y ves que todo en la vida no es deporte, lo pasamos verdaderamente mal, ves que la burbuja se desinfla y te planteas qué pasa y qué hay después del deporte.