La recta final de la temporada tiene en tensión a toda la Segunda División y el Fútbol Club Cartagena no es ajeno a esa circunstancia. El nerviosismo que genera luchar por grandes objetivos en el fútbol profesional se dejó notar ayer en el Municipal Cartagonova en el césped y en la grada y sólo la superioridad numérica ofreció al cuadro albinegro la ventaja necesaria para ganar el partido al Real Sporting. Once contra once, la igualdad era máxima. La expulsión de Varane a los diecinueve minutos desequilibró la balanza y los albinegros desplegaron su mejor juego logrando dos tantos por mediación de Poveda y Ortuño que encarrilaron la victoria. No obstante, los mismos goles que pusieron de cara el triunfo provocaron la relajación defensiva que permitió el peligroso 2 a 1.

Necesitaba ganar a toda costa el conjunto de la ciudad trimilenaria para mantener la distancia a dos puntos del Albacete, que ya había hecho los deberes minutos antes, y esa presión terminó pesando en las piernas cartageneristas en la segunda mitad. Con el botín bajo el brazo dudó el Cartagena, no atacó con determinación y entretuvo el balón con el peligro que eso conlleva. Los rojiblancos esperaron sus momentos y varias contras pudieron acabar con nefastas consecuencias, pero se juntaron los de Carrión y defendieron hasta el final tres puntos de oro. Se vuelven a colocar los cartageneros a rebufo de los manchegos con la intención de asaltar el Carlos Belmonte el próximo sábado.

Dio inicio el encuentro con electricidad en ambos conjuntos, preludio de una primera mitad en la que iba a ocurrir de todo. En los tres primeros minutos se contaron tres llegadas: dos locales y una visitante. Antes de cumplirse el primer minuto, De Blasis y Ortuño generaron problemas a la zaga contraria con sus movimientos y elel centro del yeclano no llegó por poco al argentino. Contestó el Sporting con un disparo lejano de Pedro Díaz que se marchó fuera y volvió a llegar el cuadro albinegro por mediación de Ortuño, que controló un balón largo en el área y disparó sin demasiado ángulo contra Cuéllar, que tapaba el primer palo.

Sin excelencia, pero sin fallo | LOYOLA PÉREZ DE VILLEGAS

Tras el fulgurante inicio, el conjunto rojiblanco se hizo con el balón y comenzó a hilar jugadas en campo albinegro, aunque no supo finalizarlas con peligro. El Cartagena apostó por su característica salida de balón desde atrás, pero le costó horrores avanzar hasta los dominios del Sporting, perdiendo la posesión a las primeras de cambio. Después de varios minutos ásperos de fútbol se agitó el avispero con un gol albinegro que no subiría al marcador, anulado por el colegiado del partido Gorostegui Fernández: Se marchó Darío Poveda con calidad por la derecha y puso un centro raso adelantado para la llegada de Pablo De Blasis al segundo palo. Marcó el centrocampista por debajo de las piernas de Cuéllar, pero la posición adelantada era clara. El asistente la señaló inmediatamente y la revisión del VAR confirmó el gol antirreglamentario.

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El partido, que apuntaba al control y la lucha táctica, se iba a desatar a los diecinueve minutos con la infantil expulsión de Jonathan Varane en las filas gijoneses. Vio la amarilla por cortar una contra con falta y su desmedida reacción en la protesta le iba a hacer ver la segunda cartulina inmediatamente después de la primera con la consiguiente roja. Dejó Varane a su equipo en inferioridad numérica e inclinó, sin querer, la balanza a favor de los albinegros.

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Se volcó el cuadro cartagenero sobre la portería de Cuéllar todo lo que no había podido hacerlo en los minutos anteriores. De Blasis casi abre el marcador peinando un centro lejano de Calero y Alcalá ganó a todos por alto en un córner para meter el miedo en el cuerpo al contrario. Sólo diez minutos después de la expulsión, el Cartagena se puso por delante con clara superioridad. Calero y Jairo se asociaron en el costado diestro y el canario llegó a línea de fondo para poner un centro bombeado al segundo palo. Erró en el despeje la zaga rojiblanca y lo aprovechó Darío Poveda con calidad para bajarla con el pecho, colocársela a su gusto y colocarla en la escuadra larga con el interior de su pie derecho para hacer el 1 a 0 con un auténtico golazo.

Sin excelencia, pero sin fallo

Cinco minutos después avisó el cuadro sportinguista de que no iba a quitar la cara al partido con una de sus mejores armas: el balón parado. Cada falta lejana la convirtió en peligro e incluso Izquierdoz perforó la portería de Aarón con un testarazo tras un servicio lateral, pero el tanto fue invalidado por fuera de juego del central. No se asustó el conjunto local, que logró el segundo tanto a cinco minutos del descanso. Apretó en la presión el Cartagena y recuperó un balón peligroso en el centro del campo que cogió descolocado al equipo rival. Movió la pelota hasta la derecha, donde Iván Calero raseó al área y Pêpê la dejó de primeras a Ortuño en buena posición. El de Yecla controló y le pegó con la izquierda por abajo ajustada al palo largo, imposible para ‘el Pichu’ Cuéllar.

La alegría del dos a cero no duró mucho, no obstante, por culpa del gol gijonés un minuto después. No escarmentó el conjunto de Luis Carrión y volvió a fallar en las marcas en otra falta lateral. Insúa, esta vez en posición correcta y sin oposición, cabeceó picado pegado al poste para recortar distancias antes de la marcha a vestuarios.

La segunda mitad comenzó con un mejor Cartagena, que buscó desde el principio ampliar su ventaja para no sufrir sobresaltos. Jairo, que fue el mejor en la reanudación, envió un disparo muy cerca de la escuadra en el 53, pero Juan Otero cortó por un momento la respiración de la afición albinegra con un remate de espuela que se estrelló con el larguero a la hora de partido.

La pérdida de fuelle del Cartagena en ataque fue en aumento y el ánimo del Sporting empezó a subir. Se creció el equipo de Miguel Ángel Ramírez con los errores cartageneros y Calero tuvo que salvar una clara opción de Pedro Díaz cuando se disponía a chutar dentro del área tras una contra peligrosa. Para cambiar a su equipo, Carrión introdujo a Ferreiro por Poveda y a Franchu por Jairo, con los que consiguió avanzar líneas y alejar el balón de su área. Musto y Pêpê también se marcharon exhaustos por Mikel Rico y Eteki.

Con mucha tensión, pero sin demasiado sufrimiento llegó el choque al final con el definitivo 2 a 1 favorable al Cartagena con el que logra 3 puntos importantísimos en cuanto a sus aspiraciones de play off. Alcanza con ellos las 56 unidades y mantiene su distancia de dos puntos con respecto al Albacete, que llega a los 58. Sigue dependiendo de sí mismo para colarse en la sexta plaza debido al enfrentamiento directo entre cartageneros y manchegos del próximo fin de semana, sábado 29 a las 18.30 en el Carlos Belmonte cuando restan cinco jornadas para la finalización de la temporada.

Carrión: «No ha sido un partido brillante, pero había que ganar»

El técnico del FC Cartagena, Luis Carrión, ofreció la rueda de prensa protocolaria tras el partido para analizar lo ocurrido sobre el césped haciendo hincapié en el sufrimiento del equipo. «El partido ha sido complicado. En la segunda parte hemos estado dormidos en algunas situaciones y se ha sufrido», comentó. Consciente de los errores de los suyos, el entrenador destacó la importancia de la victoria por el momento de la temporada. «No es definitivo, pero después de ganar el Albacete, era importante la victoria. No ha sido un partido brillante, pero creo que lo importante era ganar y lo hemos conseguido», expresó.

Valoró el catalán el trabajo de su rival a la vez que manifestó su disconformidad con el trabajo de sus jugadores. «Ellos lo han hecho bien en la segunda mitad porque no han ido a tumba abierta desde el principio y nosotros hemos estado demasiado cómodos sin buscar situaciones de ataque que podríamos haber buscado. Teníamos demasiado el balón y entretenerlo es peligroso porque puede hacer que lo pierdas con gente arriba, que es lo que ellos querían», explicó.

Por último, Carrión compartió su preocupación por la actitud de su grupo en relación a la situación clasificatoria en el tramo final de temporada. «Parece que hay miedo a ganar. Hay presión porque perder tres puntos hace que te quedes fuera, pero tenemos que intentar cambiar eso porque en el play off se va a meter el equipo más fuerte y una parte de ser fuerte es no tener miedo a nada. Hoy nos ha costado atacar y hemos estado algo lentos en todo», concluyó el entrenador del FC Cartagena tras la victoria frente al Real Sporting.