Fútbol

Las siete vidas de Mario Simón en el Real Murcia

El técnico grana ya ha superado varias crisis que le podían haber costado el puesto en sus dos temporadas

Mario Simón, entrenador del Real Murcia, durante una sesión en Nueva Condomina.  | PRENSA REAL MURCIA

Mario Simón, entrenador del Real Murcia, durante una sesión en Nueva Condomina. | PRENSA REAL MURCIA

José Pablo Guillén

José Pablo Guillén

La figura de Mario Simón en el Real Murcia parece frágil, pero es todo lo contrario. Su talante tranquilo e introvertido tan solo es una de sus fortalezas que le han convertido en un auténtico superviviente de uno de los banquillos más exigentes y calientes de toda la categoría. El madrileño va camino de completar su segunda temporada consecutiva a los mandos del club murciano, algo que no ocurre desde hace once años, y que no está siendo ningún camino de rosas.

Porque la victoria del pasado domingo ante el Cornellà (4-0) supuso algo más que tres puntos. Sirvió para apagar un fuego que todavía no había comenzado a arder con fuerza, para disipar las primeras nubes de una tormenta primaveral o para adjudicarse un nuevo ‘match ball’. Los cinco empates consecutivos del Real Murcia, que le habían sacado de la zona del play off de ascenso a Segunda División, pusieron de nuevo los focos en la figura de Mario Simón a falta de ocho jornadas para finalizar la liga regular. Sin embargo, el técnico, sin apenas hacer ruido de nuevo, como casi siempre, volvió a recuperar todo su crédito este domingo.

La llegada de Felipe Moreno al club murciano en la junta del pasado 8 de marzo supuso que todo lo relacionado con lo deportivo quedase en un segundo plano de manera momentánea, dada la envergadura que supone la entrada del empresario cordobés para solucionar buena parte de los problemas institucionales del Real Murcia a corto, medio y largo plazo. Sin embargo, si el resultado del domingo hubiera sido otro, quizá hubiese puesto a Felipe Moreno en su primer aprieto desde su entrada en el Real Murcia.

Pero Mario Simón es más de solucionar problemas que de crearlos, y al igual que ocurrió en la primera vuelta esta misma temporada, supo sobrevivir en el alambre. Lo consiguió el pasado domingo ante el Cornellà y ya lo había hecho ante la UD Logroñés el pasado noviembre, cuando también se impuso en Nueva Condomina por 1-0 para cortar otra mala racha de resultados tras lograr tan solo una victoria en cinco partidos.

El presidente Agustín Ramos, pese a que algunos se empeñan en colocarle la etiqueta de tomar decisiones en caliente, otorgó una ‘vida extra’ a un Mario Simón que no volvió a fallar. Y es que el técnico madrileño contaba en su aval con lo sucedido en la temporada pasada, donde también logró revertir la dinámica desde la estabilidad y confianza hasta conseguir el ascenso a Primera Federación en el play off de Alicante. En ese mismo lugar, y también en noviembre, el 3-0 ante el Hércules dejó muy tocado en el cargo a un técnico grana que no desaprovechó su segunda oportunidad siete días más tarde venciendo a domicilio al Puertollano (1-2).

El inicio de la primavera pasada tampoco sentó bien al Real Murcia. El empate ante el Pulpileño y la derrota en El Ejido supuso que el partido ante La Nucía, en la Nueva Condomina, dejase de nuevo tocados a los murcianistas a escasas semanas para repartir los billetes para el play off por el ascenso a la tercera categoría. Sin embargo, siete días más tarde, el Real Murcia se rehizo con su triunfo ante el Eldense (1-3) con una remontada en la segunda mitad, y de nuevo Mario Simón volvió a revertir una situación que en el mes de mayo contaría con su final feliz.

No perdió un solo partido el conjunto grana desde que arrancó el mes de abril hasta su ascenso conquistado en Alicante, misma fórmula que tratará de repetir el Real Murcia esta misma temporada tras su autoritario triunfo ante el Cornellà y hasta poder certificar -al menos- su plaza para regresar a un play off de ascenso hacia el fútbol profesional.