Fútbol

Futuro incierto en la plantilla del FC Cartagena

El mercado de invierno ha elevado el número de cedidos

Once titular del FC Cartagena el pasado sábado en Mendizorroza. | PRENSA FC CARTAGENA

Once titular del FC Cartagena el pasado sábado en Mendizorroza. | PRENSA FC CARTAGENA / alfonso asensio

Alfonso Asensio

La construcción de una plantilla profesional para competir en LaLiga Smartbank no es tarea sencilla y para ello se tienen en cuenta muchos factores que deben encajar al milímetro para formar el puzle perfecto. Las características de los jugadores, su edad, estado físico o momento contractual son variantes que condicionan los fichajes de un club y mucho más en uno con el cuarto presupuesto más bajo de Segunda como el Cartagena. En ese contexto, el club de la ciudad portuaria se busca las mañas para hacer encajar todas sus piezas mientras lucha contra gigantes en cada mercado. En el último, la entidad cartagenera ha tenido que sacrificar futuro para obtener presente mediante cesiones de rendimiento inmediato, pero con fecha de caducidad.

Tras dos temporadas en el fútbol profesional, la tercera campaña consecutiva del Fútbol Club Cartagena dio un poco de estabilidad al proyecto que se vio reflejada en un cambio en la política de fichajes: de las quince llegadas del mercado estival para la campaña 2022-23, seis llegaron con contrato de varias temporadas -Escandell, Calero, Olivas, Jairo, Ferreiro e Isak-, tres con renovación por objetivos -Musto, Valle y Sangalli- y otros seis con un compromiso de un año -De Blasis, Rico, Sadiku, Arribas y Romero- con una única cesión -Franchu-.

La idea era clara. El Cartagena buscaba futuro para asentarse definitivamente en la categoría uniendo fichajes a largo plazo con los contratos en vigor de varios futbolistas -Datkovic, Delmás, Tejera y Alcalá- y las renovaciones de jugadores importantes -Marc Martínez, Pablo Vázquez y Ortuño-. No obstante, el bajón de rendimiento durante el ecuador de la temporada lo cambió todo, incluida la política de fichajes.

El mercado de invierno se presentó como la oportunidad para corregir las carencias del equipo y la comisión deportiva barajó sus posibilidades llegando a una conclusión. La única forma de obtener rendimiento inmediato a bajo coste era arriesgar con cesiones de jugadores sin sitio en su club por diferentes circunstancias, un plan que ha funcionado bien, pero en el que no tenían cabida las miras a futuro. Las llegadas de Miguelón, Ureña, Martos, Pêpê, Poveda y Eteki han ayudado al equipo en su recuperación, pero se marcharán cuando termine la temporada dejando su hueco en el proyecto deportivo albinegro.

En el aspecto contractual, el futuro de la plantilla del Cartagena tiene algunas certezas y muchas incertidumbres. La comisión deportiva cuenta con sus dos porteros, Aarón y Marc, para la siguiente temporada; con Calero, Kiko Olivas, Datkovic y Jairo en defensa; además de Ferreiro, Ortuño e Isak Jansson en ataque. Nueve jugadores en total. Lo preocupante es que, de esos nueve, solo cinco entran en los planes habituales del entrenador.

Por otro lado, Musto, Valle y Sangalli tienen opción de ampliar su vinculación al término de la campaña. Sin contrato quedarán todos los cedidos, sin tener en cuenta la utópica compra obligatoria de Pêpê y Eteki en caso de ascenso, además de Pablo De Blasis, Pedro Alcalá, Pablo Vázquez, Mikel Rico y Sadiku.

Tiene que empezar a planear el FC Cartagena su próxima campaña y debe hacerlo teniendo en cuenta la vinculación de sus jugadores. Las renovaciones se antojan clave junto con los imprescindibles fichajes que cubran las numerosas bajas a final de temporada.