Fútbol

Alarma en el centro de la zaga del FC Cartagena

La lesión de Kiko Olivas se une a la sanción de Toni Datkovic para dejar la defensa albinegra tocada para visitar a la Ponferradina el domingo

Los albinegros Datkovic y Kiko Olivas durante un calentamiento. | PRENSA FC CARTAGENA

Los albinegros Datkovic y Kiko Olivas durante un calentamiento. | PRENSA FC CARTAGENA / alfonso asensio

Alfonso Asensio

El encuentro del Fútbol Club Cartagena el pasado sábado en Mendizorroza puso de manifiesto la mejora albinegra en todos los sentidos. Después de atravesar la peor racha de resultados del club de los últimos 7 años, el equipo se ha repuesto ganando en solidez defensiva, perfeccionando su idea de juego y aumentando su presencia ofensiva. Así lo han acreditado los últimos cuatro partidos, en los que el Cartagena plantó cara al Levante, ganó a Eibar y Oviedo y mantuvo el tipo contra el Alavés con un mismo once titular. No obstante, los contratiempos ponen en riesgo el equilibrio del equipo para enfrentar a la Ponferradina: el centro de la zaga formado por Kiko Olivas y Toni Datkovic se cae.

El destino, o la mala suerte, quiso juntar las bajas de los dos centrales del FC Cartagena al mismo tiempo en el mejor momento de forma de la defensa en todo el curso. Todo transcurría con normalidad en territorio babazorro cuando Kiko Olivas comenzó a sentir un pinchazo en su muslo derecho: hacia el minuto 19, el central realizó un sprint para tapar la entrada de un contrario escorado en el área y, pasada la acción, se echó la mano a su pierna derecha con la intuición de que algo no iba bien. Probó durante seis minutos más mientras contraía y estiraba el músculo en repetidas ocasiones, pero en el 25 se echó al suelo aprovechando un parón del juego. No podía seguir.

La cuarta lesión muscular del malagueño en lo que llevamos de temporada coincide con la sanción por ciclo de tarjetas a su compañero en el centro de la defensa, Toni Datkovic, para el choque en Ponferrada. Tampoco es la primera sanción que sufre el croata, ya que es la décima tarjeta amarilla que ve en 28 partidos, sin ninguna expulsión por roja directa.

Así las cosas, ninguno de los centrales titulares de Luis Carrión estará disponible para el siguiente partido, no obstante, sí estará un Pedro Alcalá que esperaba con ansia una nueva oportunidad. El de Mazarrón «salió del once sin merecerlo» según Carrión, perjudicado por el desplazamiento de Datkovic al centro, pero regresa con todas las garantías para seguir cumpliendo. «Pedro es un chaval de diez y tiene toda mi confianza para entrar», aseguró el entrenador albinegro en la previa del partido frente al Alavés. Una declaración que acabó siendo premonitoria: tras entrar por su compañero lesionado, Pedro firmó una gran actuación con 11 despejes, 3 intercepciones y un bloqueo providencial para mantener la portería a cero.

Le acompañará para completar la defensa Pablo Vázquez, que superó su complicado inicio de temporada con buenos partidos de forma esporádica cubriendo, precisamente, las bajas por lesión de Olivas o las sanciones de Alcalá y Datkovic. Su último partido fue hace cinco semanas en Ibiza, lo que compromete su tono competitivo y pone a examen el plan de Carrión de mantener en forma a los menos habituales. «Tengo claro que la gente que no está jugando será importante de aquí al final y tendrá minutos importantes, por eso tenemos que tener a todo el mundo enchufado», manifestó el técnico. Llega el momento de demostrar el trabajo en la sombra de entrenador y jugador.

El resurgimiento del equipo se ha construido desde la defensa y el contratiempo puede afectar al plan del entrenador junto con los cambios que acarrea. Además de perfeccionar la salida de balón que elabora las jugadas de ataque, la defensa ha pasado de encajar más de un gol por partido en su peor momento a conceder solo uno en los últimos tres partidos contra plantillas de alto potencial ofensivo. Ese cometido es el que tendrán que cumplir los nuevos integrantes de la zaga en Ponferrada, aunque contarán con la ayuda de ‘los Ivanes’ en las bandas. La vuelta del mejor Calero y la aparición de un sorprendente Martos devuelve al Cartagena los argumentos que necesita para hacer del equipo un bloque tanto en ataque como en defensa.