Tenis

El estreno de Alcaraz en Río, suspendido por una tormenta eléctrica

El murciano, que sufre más de la cuenta ante el 554 del mundo, se queda a un paso de sellar su pase a segunda ronda

Carlos Alcaraz, en el partido de primera ronda ante Alves

Carlos Alcaraz, en el partido de primera ronda ante Alves / LUIZA MORAES

Dioni García

Dioni García

Solo dos días después de ganar el torneo de Buenos Aires, el séptimo de su carrera deportiva, Carlos Alcaraz Garfia debutó en el Open de Río, un ATP 500 donde defiende el título que logró el pasado año. En una pista de muy gratos recuerdos para el murciano, puesto que en la misma logró su primer triunfo en un torneo de esta categoría cuando tenía 16 años y con 18 conquistó el trofeo, el murciano vio como su encuentro ante el brasileño Matías Alves, que ocupa el puesto 554 del mundo y que accedió al cuadro final gracias a una invitación de la organización, se suspendía por una tormenta con aparato eléctrico después de ganar 6-4 el primer set y cuando dominaba el segundo por 5-3. La reanudación está prevista hoy sobre las diez de la noche, después del encuentro que disputarán en la pista central Dusan Lajovic y Diego Schwartzman, que van por la misma parte del cuadro que el murciano, que sufrió mucho más de la cuenta ante un jugador local de 22 años y sin palmarés, que le plantó cara. El pupilo de Juan Carlos Ferrero acusó el ritmo de los últimos días, ya que desde la final de Buenos Aires hasta el partido, solo pudo descansar una jornada. Se le noto a Alcaraz pesado de piernas y tuvo muchas dificultades para desarrollar su juego.

Primer set

El murciano se vio sorprendido en el segundo juego, cuando Alves le hizo una rotura de servicio que recuperó de inmediato dejando en blanco al brasileño en el tercero con su saque. Ya en el cuarto, de nuevo dejando a su rival sin puntuar, igualó el encuentro un Alcaraz más seguro (2-2), que dejó atrás las imprecisiones del arranque, donde acusó la adaptación a una pista de tierra batida diferente al estadio Guillermo Vilas de Buenos Aires donde ganó la semana pasada su primer torneo del año.

Dos errores no forzados de Alves en el séptimo juego permitieron al murciano ponerse por delante (4-3). En el primero, con todo a favor, permitió el deuce; y en el segundo concedió una ventaja, la segunda, a Carlitos para romper la igualdad a su favor. Pese a que cometió dos dobles faltas -cuatro ya en esos momentos en el partido-, el murciano sacó adelante el octavo juego para situarse con 5-3 y quedarse a un paso de ganar el primer set. No pudo cerrar el primer punto en el siguiente juego, con saque de Alves, pero sí en el décimo (6-4) tras imponen su juego desde el fondo de la red, algo que le había costa hasta ese momento.

Segundo set

Comenzó mandando el brasileño en el segundo set con su saque y en el segundo, después de un 0-40, obligó a Alcaraz a ganar el juego tras forzar el deuce (1-1). Fue en el quinto parcial cuando definitivamente logró el número 2 del mundo hacerle un ‘break’ a su rival para situarse con 3-2 y con su servicio cuando el viento empezaba a soplar con más intensidad en la noche de Río de Janeiro, con el cielo amenazando lluvia. Pero el jugador de El Palmar se descentró en el sexto, cuando empezaron a desalojar una esquina del estadio. Alves se encontró entonces con tres oportunidades de romperle el servicio. El primero lo salvó con un primero a la línea y el segundo también, pero en el tercero no pudo (3-3) y el brasileño igualó el choque de nuevo.

Y en ese momento se vivió una situación inusual. El inminente peligro de tormenta eléctrica provocó que la organización pidiera a parte del público, que se encontraba en una esquina justo debajo del marcador, que desalojara las gradas. Durante unos momentos se barajó la posibilidad de suspender el choque, pero continuó con Alves disponiendo de su servicio. Dispuso de dos bolas de rotura en el séptimo juego el murciano, pero su rival salvó la situación comprometida con tres buenos primeros servicios mientras arreciaba la lluvia y el duelo de primera ronda se veía abocado a su paralización. Pero el tenis continuó y tras un juego interminable, donde Alcaraz dispuso de cinco bolas de ‘break’, finalmente confirmó la rotura para situarse con 4-3 y darle continuidad en el siguiente dejando a su rival en blanco (5-3). Y en ese momento justo, cuando al murciano le restaba sumar solo un juego más para anotarse la victoria, comenzó a diluviar, marchándose ambos jugadores a los vestuarios y suspendiéndose también el resto de partidos de la jornada en el Open de Río.