Fútbol

El Real Murcia se agazapa y pierde 2 puntos en la prolongación (1-1)

Los granas empatan ante la Real B en un partido que se pone de cara con un gol de Alberto Toril pero que tiran por tierra al ceder toda la iniciativa

Ángela Moreno

Ángela Moreno

A veces para ganar un partido solo hay que tirar a puerta. A veces o este mismo sábado. Porque eso es lo que le podría haber sucedido al Real Murcia ante la Real Sociedad B. Pero a veces también el miedo te hace perder merecidamente todo lo que habías ganado sin casi pelear. Y eso es lo que sí pasó este sábado. Porque el Real Murcia que logró adelantarse en el marcador un uno de sus pocos disparos a puerta fue el Real Murcia que lo tiró todo por la borda agazapándose hasta el punto de encajar un gol en el tiempo de prolongación (1-1).

Ese tanto de Yago Cantero en el minuto 94 fue la condena del Real Murcia, que tenía tres puntos en el bolsillo y que se quedó con uno, pero también fue con todo el merecimiento, porque los granas nunca hicieron méritos para salir victoriosos de Nueva Condomina. Después de tirar toda una primera parte a la basura, parecía que todo cambiaba cuando sus compañeros decidieron ceder el balón a un Pedro León desesperado y el muleño se inventó un disparo cuyo rechace fue cazado por Alberto Toril. Y el mallorquín, que redebutaba con la elástica grana después de convertirse en uno de los fichajes de este mercado invernal, no falló ante Marrero, poniendo un 1-0 que en ese momento confirmaba el poderío murcianista en Nueva Condomina.

Pero ni con el 1-0 el marcador se vio a un Real Murcia ganador, a un Real Murcia que lleva la voz cantante. Al contrario. Si antes del gol los granas habían sido un equipo tímido, sin iniciativa, perdido cuando toca encontrar el camino; después del 1-0 los murcianistas fueron un equipo agazapado, dedicado a achicar balones y a conservar la ventaja sin ir a ampliarla. Y al final pasó lo que pasó. Aunque incluso pudo ser peor de no ser porque este sábado Joao por fin ha sido protagonista, salvando en varias ocasiones a los suyos.

Solo cuando se atrevió el Real Murcia a tirar a puerta, el marcador se movió. Y eso fue en el minuto 53. Porque hasta ese instante, lo único que habían ofrecido los granas ofensivamente habían sido centros laterales que siempre acababan mansos en las manos de Marrero. Porque los de Mario Simón siguieron dejando síntomas de los más preocupante. Y esas malas sensaciones tienen otra vez que ver con el aburrimiento que transmite un centro del campo donde el trivote nunca es capaz de abrir caminos.

Durante 45 minutos, en los que la Real B sin ser superior dio mucha más sensación de peligro, el Real Murcia se dedicó a marear la perdiz. Porque el Real Murcia, incapaz de subirse a una montaña rusa, se conforma con dar pasecitos entre Julio Gracia, Galindo y Ganet como si en vez de haber en juego tres puntos estuvieran dejando pasar el tiempo en un entrenamiento.

Joao Costa, al rescate

Y el rondo, que se repetía una y otra vez para desesperación de futbolistas como Pedro León, pudo costar caro a los de Mario Simón. Si no cambió el guion del partido para mal fue porque Joao Costa se agigantó en un uno contra uno con Javi Martón. Cuando el 9 realista se había plantado solo en el área, haciendo temblar a Nueva Condomina, el meta luso aguantó hasta ver cómo el balón se estrellaba en sus piernas. Hasta en el rechace crearon los visitantes otra ocasión, esta vez un tiro de Gabilondo que se fue a córner.

Era el minuto 13, pero el Real Murcia no espabiló. Todo seguía igual. Con la defensa temblando en cada aproximación visitante, el centro del campo no daba ninguna estabilidad. Solo pasecitos cortos para no arriesgar, y si no arriesgas no ganas. Por ello, ni con el paso de los minutos, el Real Murcia no logró poner en aprietos a un Marrero que lo único que hizo fue atrapar sin problemas algún centro lateral.

Desperdició el Real Murcia las ganas de Pedro León, que se ofrecía una y otra vez mientras se desesperaba porque sus compañeros del centro del campo le ignoraban entretenidos en su aburrido rondo; y nos dejó casi sin ver lo que podía aportar un Dani Vega que por fin volvía al extremo. Hasta Alberto Toril tuvo que tirar de paciencia, bajando constantemente al centro para pelear algún balón o rezando para que Joao sacase en largo y anulase a Julio Gracia, Ganet y Galindo.

Y mientras el Real Murcia aburría hasta desesperar, la Real Sociedad B tenía un plan claro. Apostando por la verticalidad, no dudaba el filial realista en buscar a Teijeira y Martón, los dos hombres que más problemas le dieron a la defensa grana.

Cuando parecía que el Real Murcia se iba a ir al descanso sin crear una ocasión de peligro, Alberto Toril tuvo la más clara ante Marrero. Intentó sortear el delantero grana al meta visitante, pero este fue más rápido y sacó el balón (40’).

Pedro León y Toril, primera conexión

No tuvo el Real Murcia con regalar 45 minutos para olvidar en ataque, que el plan siguió siendo idéntico en la segunda parte. Pero una vez más Pedro León, que se había cambiado de banda con Dani Vega, iba a ser protagonista, mostrando ese vértigo del que carecen sus compañeros. Porque mientras que el trivote de Mario Simón vive acomodadísimo, sin arriesgar absolutamente nada, el muleño siempre quiere más.

Da igual que no tenga su mejor partido o que no esté en su mejor momento, el 14 grana exige mirar arriba. Y en una jugada que parecía que iba a quedar en nada por la insistencia de Ganet de marear la perdiz, Pedro León convirtió la noche en día. No tuvo tampoco que sacar ninguna varita mágica ni inventar, solo tuvo que coger el balón y tirar a puerta. Su disparo podría haber acabado en las manos de Marrero, pero no fue así. No pudo atrapar el esférico el meta realista y el rechace lo cazó un Toril que no pudo tener un debut más perfecto.

Podría haber querido más el Real Murcia, sin embargo, el Real Murcia de Mario Simón es un equipo que prefiere asumir un perfil discreto. Y tras el 1-0 volvió a las andadas, poniendo en peligro el resultado por su manía de irse atrás y dar metros a los rivales. Si encima ese rival es un filial con pólvora en ataque, pues es como ponerle una pistola en la mano a un francotirador.

Se evapora el Real Murcia

Se evaporó de nuevo el Real Murcia, y la Real creció y llegó con peligro. Solo que este sábado había un invitado que nadie esperaba y que vestía la grana. Porque después de muchas jornadas Joao Costa fue protagonista para bien. Ya había sacado del aprieto a sus compañeros en la primera parte y lo volvió a hacer hasta en dos ocasiones más en la segunda. Primero se estiró como un gato para rechazar un cabezazo de Dadie y posteriormente estuvo atentísimo para volver a sacársela a un Javi Martón que ya se relamía.

No pudo vivir ni un minuto tranquilo el Real Murcia. Y los cambios -debutó también Alfon- no parecían dar estabilidad a un equipo que se deshacía como un azucarillo al entrar en contacto con el café. Solo hay que ver el tiempo de prolongación, minutos en los que todo fue achicar balones. Y cuando parecía que se iba a salvar la tarde, Yago Cantero amargó a Nueva Condomina. Lo hizo rematando entre varios jugadores murcianistas un balón que se había encargado de mandar al área un insistente Dadie.

Al final, sabor amargo para los granas. Por el empate final y por las sensaciones que deja un equipo que llegaba a enero con más problemas que la delantera, pese a que en el mercado nadie se ha preocupado por firmar sí o sí a un centrocampista que cree vértigo en la medular.