Dicen que el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra. Pues desde hoy ese refrán podría ser modificado para señalar que el Real Murcia es el único equipo que tropieza dos veces en la misma piedra. Porque, en Castalia, los granas volvieron a quedarse a cero por culpa de un saque de esquina. Si alguien creía que después de lo ocurrido frente al Osasuna Promesas en Nueva Condomina, los córner no iban a ser un problema para los de Mario Simón, se equivocaba. Y es que este sábado los murcianistas han caído en el campo del Castellón por una acción de este tipo. Un lanzamiento de Cristian, que llevaba avisando toda la tarde, fue rematado por Óscar Gil sin que Miguel Serna pudiese hacer nada para evitar el disgusto.

El jarro de agua fría en el minuto 81 cuando ya muchos daban por hecho que el duelo acabaría con empate a cero en el marcador. Y es que, hasta que el Castellón se adelantó con el tanto de Óscar Gil, el partido había estado especialmente equilibrado. Sabedores de todo lo que había en juego y con más pensando en no salir derrortados, ambos equipos habían presentado una gran batalla en el centro del campo, pero sin apenas llegadas al área.

De hecho, en los primeros cuarenta y cinco minutos, tanto Alfonso Pastor como Miguel Serna quedaron completamente inéditos, lo que deslució un choque más atractivo en cuanto al ambiente que en cuanto a lo visto dentro del terreno de juego. Porque aunque las cosas mejoraron en la segunda parte, donde la madera impidió que el Castellón se adelantase en el minuto 52 y donde Loren Burón se estrelló con el meta local en la mejor de los granas, con el paso del tiempo parecía que nadie iba a ser capaz de mover el marcador.

Pero los de Torrecilla, que hasta ahora no han perdido ningún partido en Castalia y que en lo que va de temporada solo han cedido dos puntos, aprovecharon el sprint final para encerrar al Real Murcia y sacar provecho de una acción a balón parado. Se veía que ese podía ser el único camino para los locales, y al final, para desgracia de los granas, lo consiguieron.

Con la derrota, el Real Murcia no solo vuelve a confirmarse como un equipo más que irregular, incapaz de sumar dos victorias consecutivas, es que con la derrota pierde de golpe varias oportunidades. Porque el líder se escapa ya a ocho puntos y porque se desperdicia la opción de cargarse de moral y de fortalecer a un Mario Simón que una semana está salvado y otra sentenciado.

Un once con solo un cambio

No desentonó el Real Murcia ante un Castellón que encabeza la clasificación del Grupo II y que ha convertido Castalia en un fortín. Mario Simón confiaba en un once prácticamente idéntico al que ganó hace una semana a la UD Logroñés. Solo había una novedad. Y esa no era Pedro León, que se volvió a quedar de inicio en el banquillo. El jugador que tuvo la oportunidad de reivindicarse y que volvió a desperdiciarla fue Zeidane. Entró el sueco en vez de Dani Vega, pero poco o nada se notó su presencia en el ataque murcianista.

En el otro bando también había una baja destacada. Finalmente Torrecilla no pudo contar con el delantero Dani Romera, pichichi albinegro y pretendido por el Real Murcia el pasado verano. Pero ni con esa ausencia destacada pudo sacar algo positivo el equipo grana de Castalia.

Se vio poco o nada en la primera parte. La intensidad y la batalla en el centro del campo impedía que el partido se agitara en las áreas. Para ver la primera llegada hubo que esperar al minuto 31, y esta acabó sin ningún peligro en las manos de Serna. Luego tuvo el Real Murcia dos faltas que podrían haber desatascado un encuentro con demasiado tráfico por el centro, sin embargo Ganet no estuvo fino. No decidió la mejor opción en el primer lanzamiento y en el segundo se lo regaló prácticamente a Alfonso.

Ocasiones a cuentagotas

Faltaba chispa, faltaba que ese ambiente previo que se había creado alrededor del partido apareciese en el campo, pero la vuelta del vestuario no cambió muchas cosas. Había más miedo a perder que más ilusión a ganar. Se animó el Castellón con un acelerón que acabó con un balón estrellado en la madera por Kandoussi y respondió el Real Murcia con un remate de cabeza de Loren Burón que atrapó Alfonso.

Todo era como un gota a gota. Alberto González tampoco vio puerta en un remate de chilena y un centro de Cristian se paseó por el área pequeña defendida por Miguel Serna sin que ningún jugador albinegro pudiese rematar.

Cuando el partido entraba en los últimos diez minutos, muchos ya firmaban el empate, sin embargo el Castellón encontró su momento para dejar sin nada al Real Murcia. Fue en un saque de esquina. Cristian, que ya había avisado, puso un balón para que Óscar Gil rematase prácticamente sin oposición.

Un gol que dejó al Real Murcia sin nada, un gol que vuelve a dejar al Real Murcia en ese estado eterno de duda y de incertidumbre.