Después del mal inicio de curso para el UCAM Murcia, nadie diría que los universitarios siguen invictos en el BeSoccer La Condomina. Pero así es. Sin trampas ni cartón. Siguen sin perder después de seis partidos disputados en el feudo azuldorado, con un bagaje de tres empates y tres victorias. La última, la conseguida ayer ante el Cádiz CF Mirandilla. Y eso que no empezó el partido de la mejor manera posible, con gol en contra y sensaciones terribles, pero supo el UCAM darle la vuelta a la situación y terminar venciendo de manera justa para mantener la condición de invicto.

No fue el mejor partido de los universitarios. Ni tampoco el segundo. De hecho, fue del montón. Tuvo tramos bastante buenos, pero combinados con tramos horribles, sobre todo al principio del partido. Pero aún en días en los que no salen las cosas como se plantean, siempre es positivo sumar de tres en tres y más en casa.

El UCAM Murcia se enfrentaba a un partido trampa, ya que de haber perdido, el ‘runrún’ habría aparecido de nuevo en una grada que esperaba más tras el mal inicio del equipo. Y eso que la trayectoria de Romero en el banquillo, aunque hubieran perdido, no habría sido del todo mala, pero dos derrotas consecutivas en mitad de la escalada habría sido un condicionante difícil de gestionar. Pero todo eso son hipótesis, ya que la realidad es que el UCAM Murcia venció y lo hizo de forma justa. Y también es realidad que desde que Jorge Romero cogió al equipo hace seis jornadas, el equipo ha sumado 11 puntos de 18 posibles. Con Molo, 5 puntos de 15 posibles.

El partido no comenzó de la manera esperada. La ‘empanada’ que llevaba el UCAM Murcia era notable y el Cádiz B lo percibió y fue a por ellos. En los primeros diez minutos, las llegadas se sucedieron y el marcador pudo ser casi definitivo de haber tenido más acierto el conjunto visitante. Aún así, logró meter un gol a las primeras de cambio. Caracoleó Mady por la derecha, observado ante David Luna (sí, solo observado, que no defendido), la puso al segundo palo y Joel, anticipándose a Sergio Cortés, hizo el 0-1 con una facilidad pasmosa.

La sensación no era ni mucho menos positiva para el UCAM Murcia. La renta pudo ser mayor, pero el desacierto del filial les dejó con vida. Fueron unos 20 minutos iniciales para olvidar. Llegó tarde el cuadro universitario al partido, pero llegó. Comenzó a jugar, se hizo con la pelota y, aunque no creaba mucho peligro, el Cádiz ya no estaba tan cómodo como al principio.

Romero: «El gol no nos puede afectar tanto en el partido»

Jorge Romero se mostró feliz después de la victoria ante el Cádiz, aunque fue autocrítico, consciente de que hay muchas cosas por mejorar. «El inicio ha sido malo porque empezamos de la peor manera posible, con un gol muy pronto. Eso es algo que puede pasar, pero lo que tenemos que evitar es que ese gol nos afecte de más», explicó, a la vez que dijo que todo cambió tras el descanso. «En la segunda parte hemos tenido mucha más pausa, acercando el juego a lo que nosotros pretendíamos, controlando las contras del rival. Esto son cosas que nos van a hacer crecer, hemos sabido darle la vuelta a los malos momentos».

Sobre Samu Mayo, canterano que volvió a ser de lo mejor, dijo que está «encantando con su día a día» y que tiene «grandes características», por lo que es probable que repita en el once.


Samu Mayo, la mejor noticia

Lo más positivo del UCAM Murcia durante los primeros 45 minutos fue, otra vez, Samu Mayo. Como todos sus compañeros, empezó perdido en el encuentro, pero con el paso de los minutos fue adquiriendo protagonismo y haciendo mejor la circulación del esférico. Segunda titularidad consecutiva para el chaval, que respondió dando el pase que inició la jugada del empate. Levantó la cabeza, filtró un gran pase en profundidad hacia David Luna en la izquierda y éste, la puso al corazón del área para que José Fran, que anduvo desaparecido toda la primera parte, hiciera el 1-1 justo antes del descanso.

El gol significó un alivio para el UCAM Murcia. Se notaba en los gestos corporales de los jugadores, que salieron del túnel de vestuarios con otro semblante y otro ánimo. La segunda parte fue otra historia. Si en la primera, el Cádiz dominó y mereció ir ganando al descanso, en la segunda fue todo lo contrario. El UCAM Murcia dominó con balón, con una circulación más rápida, ganando los duelos y haciendo una presión mucho más organizada. Samu Mayo se estaba gustando, dejó un par de gestos de categoría superior y se llevó el aplauso del respetable.

Esa superioridad tras el descanso se vio plasmada con el segundo gol universitario. Otra vez a balón parado, consiguió inquietar a Víctor, pero en esta vez falló el arquero. A Chuma le consiguió negar el gol, pero a Vicente Romero no. Disparó muy potente y seco el centrocampista, dobló las manos del arquero y el balón se fue directo a las redes.

Remontó el UCAM un partido que empezó de la peor manera posible. Y lo mejor es que, lo consiguió jugando bien al fútbol y de forma merecida. Quitando los primeros quince minutos de partido, en los que el Cádiz fue muy superior, el UCAM jugó el partido que quiso y el fútbol esta vez hizo justicia, algo que no siempre ocurre.

Sigue escalando puestos en la tabla el UCAM Murcia. Ya está séptimo, a tan solo dos puntos del play off, que lo marca el Cádiz B, pero todavía a diez puntos del Antequera, que sigue líder intratable. Poco a poco va carburando este UCAM. Un UCAM que sí convence.