Se ha acostumbrado Mario Simón a caminar sobre el alambre en el banquillo grana. Parece sentirse cómodo el técnico madrileño cuando su puesto pende de un hilo, o al menos así lo ha demostrado desde que fue nombrado entrenador del Real Murcia, si atendemos a los resultados conseguidos cuando más cuestionado ha estado. Triunfos que le han valido para mantenerse al frente del equipo. Una lista de ‘match ball’ que vivió este fin de semana su último capítulo con la victoria por la mínima del conjunto grana ante la UD Logroñés.

Pero hay que remontarse prácticamente un año, hasta finales de noviembre de 2021, para encontrar el primer todo o nada al que Mario Simón tuvo que hacer frente en el banquillo del Real Murcia. Los granas atravesaban una mala racha que culminó con una dolorosa derrota en Alicante ante el Hércules por 0-3. El Rico Pérez fue testigo de un baño de realidad que dejó al equipo grana tocado, y a su entrenador muy cuestionado y en peligro de destitución. El descontento quedó patente esa misma noche, y se plasmó en la congregación de varios aficionados a las puertas del estadio alicantino, quienes increparon a Mario Simón pidiendo su dimisión, dirigiendo sus quejas también hacia los jugadores.

El Grupo II de Primera RFEF, más igualado que nunca

Que la igualdad iba a ser la tónica dominante de Primera RFEF estaba bastante claro, pero no imaginábamos hasta qué punto. Cada jornada hay sorpresas, los empates se suceden y los resultados por la mínima son los más habituales. Además, la tabla, cada semana que pasa está más apretada. A pesar de la derrota ante el Nástic, el Castellón seguirá líder con 24 puntos, los mismos que el Eldense, que vuelve a ganar después de tres partidos. Le sigue Real Sociedad y después Real Murcia, con un punto de ventaja sobre sus perseguidores al play off. Desde el Nástic, quinto clasificado y en play off, hasta el Intercity, decimosexto clasificado y en descenso, tan solo hay seis puntos de diferencia. L.O.


Con el ambiente caldeado, Agustín Ramos decidió escuchar al consejo de administración y a Manolo Molina, quienes le convencieron de ratificar al técnico madrileño pese a la mala trayectoria deportiva del equipo. Disponía así Mario Simón de una vida extra que aprovechó a la semana siguiente al vencer fuera de casa al Puertollano. Curioso que, lejos de llevar a cabo una autocrítica profunda debido al mal momento de su equipo, Simón se limitó a confiar en el factor ‘a domicilio’ para revertir la situación. «Es mejor jugar fuera de casa esta semana para quitarnos presión», explicó, y los resultados acabaron dándole la razón. El Real Murcia ya mandaba 0-2 al cuarto de hora y acabó llevándose ante el Puertollano un partido que le sirvió a Mario Simón como ‘salvocnducto’ para mantenerse en el banquillo grana.

Las aguas se calmaron, pero el destino quiso que de nuevo Alicante colocase a Mario Simón en el ojo del huracán. Si el primer ‘match ball’ llegó tras una derrota ante el Hércules, el segundo lo hizo tras hincar la rodilla ante el en ese momento líder, La Nucía, que remontaban el partido ante los granas para arrebatarle el liderato y obligar a los murcianos a pelear por el play off de ascenso. Otra vez con el agua al cuello, Mario Simón asumió responsabilidades: «firmo que el Real Murcia ascienda y no seguir yo de entrenador», declaró consciente de que su puesto volvía a estar en juego. No fue necesario prescindir de sus servicios para que el Real Murcia consiguiese el ascenso, y es que la destitución no se llevó a cabo gracias en parte a la victoria grana esa misma semana ante el Eldense. De nuevo un triunfo vital cuando el técnico madrileño tenía un pie y medio fuera del equipo.

La historia volvía a repetirse este fin de semana. Mario Simón afrontaba su tercer ultimátum, y como los anteriores, ha sido capaz de salvarlo. El técnico grana parece rendir bajo presión.