Poca broma con el Yeclano en La Constitución. El equipo de Adrián Hernández fue superior al Atlético Sanluqueño (3-1) e incluso logró sobreponerse a la hora de juego de un accidente en forma de penalti para los visitantes, encarrilando el choque unos minutos después con una fortaleza coral espléndida.

Entre otras cosas porque este equipo tiene ya interiorizado a fuego las claves de este campo. Un terreno de juego no excesivamente más pequeño que El Palmar de Sanlúcar, pero que sucesivamente los entrenadores que se marchan derrotados de aquí usan como excusa protectora a la no adaptación de sus respectivos equipos a las circunstancias dentro del verde.

Todo por no reconocer que el Yeclano tiene ‘flow’ en La Constitución. Llamemos ‘flow’ a esa intensidad y ese hambre que con solo aplicarla fuerzas al rival a ceder territorialmente y a llevarle hasta el borde del abismo del error propio.

Los mismos Manu Costa y Pedrosa queante el Vélez formaron parte de una mediapunta que no olió ni un balón dividido, representaron a la perfección esta vez visualmente lo que es tener este ‘flow’. Presión, búsqueda del balón imposible que al final convierten en posible, compañerismo, orden, intuición, asociación, frescura. Y como en los últimos partidos a ese ‘flow’ solo le faltaba un matiz que pulir, esta vez se consiguió: el de sacarle jugo a la estrategia.

A la media hora de juego, Diego Ruiz remató inconmensurable en uno de los siete córners de los locales en la primera parte. ‘¡Con más flow!...Lunny Tunes con Norieeega’ clamaba el capitán mientras el Sanluqueño protestaba al árbitro porque Diego saltaba mucho y eso no valía. Ni fue falta ésta, ni la de Belforti en la ida de 2018 con aquel birlazo a Vaquero en el 75, amigos.

El Yeclano siguió gustándose, e incluso rozó el gol en un tiro de Pau que desvió un central, en un remate de Bauti que sacaron bajo palos y en una segunda jugada que no logró rematar Uclés dentro del área. Tras paso por vestuarios, el escenario seguía igual y lo peor para el Yeclano es que no ponía tierra de por medio en el marcador. Un par de asociaciones de Salinas y Pau, otra intentona de Bauti, y ¡zas! la 2ª Federación volvía a evidenciar que por muy bien que estés jugando el 1-0 es como tener una prima en Graná.

Balón largo en el pico del área de Iván, rebote raro de la bola y penalti por mano de Alonso. Zeky aprovechó la pena máxima y ahí comenzó de nuevo el partido. El Yeclano tragó saliva y tardó cinco minutos en volver a carburar. Y una vez que volvió a meterse en el choque siguió creciendo en alma al no arrugarse ante la adversidad.

Alvarito, como una de las variables elegidas por Adrián, remató algo escorado al exterior en un saque largo de Diego que le había dejado en buena posición. Y poco después, Rodríguez Carpallo no pudo mirar para otro lado en otro rebote en brazo dentro del área, esta vez provocado por Pedrosa, para señalar la pena máxima. Pau Pérez en el rechace de Ramos Mingo a su propio lanzamiento consiguió un 2-1 que sabía a justicia por la mayor presencia de los azulgranas hasta ese momento.

El Sanluqueño, que no movió banquillo hasta el 82 con el argumento de que tenía a todos sus suplentes tocados, dio un paso adelante aunque sin generar un estrés excesivo. Iván con mano abajo en lanzamiento exterior de Nacho y un arreón con múltiples segundas acciones que acabó en nada fueron los avisos gaditanos más serios entre temporización y temporización.

Ya en el descuento, una buena contra llevada por Revilla iba a sentenciar el partido. Fue con un golpeo envenenado de Alvarito cerca de la línea de fondo que un defensor se coló en su propia portería, en otro avance del flow de La Constitución como es el de cerrar partidos a la contra.

Y aviso a navegantes que quieran restarle importancia a que el equipo del señor Hernández sea cuarto: lo que se palpa en este equipo es ‘flow’, no flor. No es para nada casual que el Yeclano acceda por primera vez en la temporada a los puestos de play offs. ¿Qué será capaz de hacer este Yeclano cuando empiece a sumar de tres lejos de La Constitución?