El tema de conversación de los aficionados que iban accediendo a Nueva Condomina este sábado era el mismo. ¿Continuará Mario Simón?, se preguntaban. ¿Habría que despedirle en caso de derrota?, debatían. Un runrún similar al que se viene escuchando toda la semana después de que el Real Murcia cayese eliminado en la Copa del Rey por el Atlético Paso. El calentón de la grada se había sumado al ya habitual nerviosismo instalado en el palco, lo que hacía que Mario Simón llegase al choque ante la UD Logroñés con la soga al cuello.

No sabemos por cuanto tiempo, pero de momento esa soga ha perdido fuerta, y todo gracias a un gol de Loren Burón en la primera parte que fue suficiente para que el Real Murcia lograse la victoria, la segunda de esta temporada en casa. Cuando el extremo batía a Gonzalo en el minuto 37 un resoplido de alivio se escuchó en el terreno de juego. Cuando el extremo puso 1-0, de la celebración se pasó a una piña que significó mucho pero en la que no participó Ganet.

El ecuatoguineano, que volvía al centro del campo mientras sus compañeros demostraban que el gol que acababa de subir al marcador valía más de tres puntos, también tuvo que ver en la jugada que abrió el electrónico. Porque se la jugó lanzando un córner olímpico que obligó a Gonzalo a sacar el balón como pudo y el despeje no lo desperdició Burón. Al ex del Mar Menor no le temblaban las piernas para poner un de tranquilidad en un club donde los nervios siempre están a flor de piel.

“Las victorias llegan por detalles”, decía Mario Simón en la rueda de prensa anterior al choque en el que estaba en boca de todos. Y un detalle, como el lanzamiento de Ganet, el despeje de Gonzalo y el remate de Loren, permitía al Real Murcia empezar mandando ante una UD Logroñés que apenas había apretado en ese primer tiempo.

Porque aunque los granas fueron los que más insistieron, con remates de Arnau Solá, Andrés Carrasco y Dani Vega, su juego demasiado horizontal, aburrido y lento hace que las ocasiones se olviden rápido. Porque ni la presencia de Ganet, que acompañaba a Julio Gracia y a Galindo, mejoró las cosas en el centro del campo. Solo por las bandas ganaba metros el conjunto grana, aprovechando las subidas de Solá y Alberto López, pero faltaba echar más leña al fuego para convencer a la grada.

Con la UD Logroñés haciendo su partido y mirando poco al área defendida por Miguel Serna, el balón era todo del Real Murcia. Solo faltaba que jugadores como Loren Burón, este sábado titular, y Dani Vega activaran al equipo ofensivamente. El trabajo del primero, siempre moviéndose en busca del balón, tuvo su premio en el minuto 35. Fue su primer gol como grana, pero también fue el gol que daba aire a Mario Simón y que servía a los jugadores para quitarse un peso de encima, como se vio en la celebración, como se vio en la piña con la que intentaron transmitir esa unión que en los últimos días se ha llegado a poner en duda.

Había logrado el Real Murcia su primer cometido en este partido. Se había adelantado en el marcador ante el mejor visitante de la categoría. Y apenas había sufrido a futbolistas como Menudo y Vinicius Tanque. Pero quedaban 55 minutos por delante y los granas ya han demostrado muchas veces lo poco fiables que son y las dificultades que tienen para mantener resultados a favor.

Ocasiones desperdiciadas que no acabaron pasando factura

Se abrió el partido en la segunda parte. Con la UD Logroñés obligada a reaccionar, los espacios empezaban a aparecer y las opciones de salir a la contra se convertían en una buena alternativa para el Real Murcia. No lo aprovecharon los granas. Tuvieron su momento para con un poco de tranquilidad y cabeza salir ventajosos de las pérdidas visitantes, pero cada vez que intentaban salir lanzados, nunca acababan en el área de Gonzalo, al que apenas se exigió. Porque hasta en la más clara del segundo tiempo, Loren Burón disparó manso a las manos del guardameta.

La tuvo el de Puente Genil. La tuvo para sentenciar y la tuvo para coronarse como rey de la noche, pero hizo lo difícil y falló en lo fácil. Tras una gran jugada personal, tras quedarse solo delante del portero, ni eligió bien ni disparó bien. Porque se la pudo dar a un Miku que se relamía los bigotes, pero no quiso compartir premios. Se la jugó él y solo pudo sacarse un disparo decepcionante que no asustó a nadie (76).

Con el Real Murcia sin sentenciar, las pocas veces que el Logroñés se acercaba a portería, los aficionados mostraban su intranquilidad. Temerosos, después de tantos puntos perdidos en Nueva Condomina, de que este sábado tampoco fuera día de victoria en casa. Aunque el minuto 79, con Loren Burón otra vez como protagonista, traería más buenas noticias para los granas.

A falta de un nuevo gol que engordara el 1-0, el Logroñés se quedaba con un jugador menos por la expulsión de Iñaki Sáenz. Veía su segunda amarilla tras derribar a Burón y se marchaba a la calle, dando todavía más esperanzas de triunfo a los murcianistas.

Manejando muy bien los últimos minutos, aunque de nuevo fallando demasiado dentro del área rival como ocurría con una de Ganet, el Real Murcia encarriló el tiempo de descuento con seguridad y con ganas. Reteniendo el balón, ganando segundos al reloj, el marcador ya no se movió y la victoria se quedó en casa. Es la segunda de este curso en Nueva Condomina. Un triunfo que rebaja la tensión y que alarga la vida de un Mario Simón eternamente cuestionado pero con más vidas que un gato.

FICHA TÉCNICA

REAL MURCIA: Serna, Alberto López, Alberto González, Piña, Arnau Solá, Julio Gracia, Galindo, Ganet (Armando, 90), Loren Burón (Santi Jara, 85), Dani Vega (Zeidane, 70) y Andrés Carrasco (Miku, 70).

UD LOGROÑÉS: Gonzano, Cristian Fernández, Aitor Arregui, Carlos Doncel, Jaime Sierra, Vinicius Tanque (Noe, 87), Menudo (Sergio López, 87), Markel Lozano (Dani Pichín, 70), Íñaki Sáenz, David Fernández y Xavier Boniquet (Arbeloa, 70).

GOL. 1-0. Min. 37: Loren Burón.

ÁRBITRO: Muñoz Piedra. Amonestó con amarilla al grana Alberto López y al visitante Aitor Arregui. Expulsó con doble tarjeta a Iñaki en el 79.

ESTADIO: Nueva Condomina. 7.862 espectadores.