La relación entre Agustín Ramos y Felipe Moreno sigue viento en popa. Por lo menos eso han querido transmitir las partes facilitando a los medios de comunicación de forma extraoficial una imagen en la que se dan la mano. Sin embargo, este jueves acabó sin la firma del acuerdo con el que ambos cogobernarían el Real Murcia tras la próxima ampliación de capital.

Y eso que ambas partes estaban citadas desde la pasada semana para poner su firma en ese contrato, que sería el último paso antes de presentar su unión en sociedad en la Junta de Accionistas del día 29.

¿Y por qué no hubo firma? Se desconoce. Lo que sí se sabe es que Felipe Moreno lleva ya varios días haciendo movimientos extraños y amenazando con tirar para atrás la operación. De hecho, este mismo miércoles el ex del Leganés llegaba a afirmar a algunas perdonas incluidas en las negociaciones que daba marcha atrás y que renunciaba a invertir en el Real Murcia.

Incluso deslizaba la posibilidad de descartar su entrada en el club grana porque quería estudiar la opción de invertir en el Burgos, club de Segunda División que está a la venta y que le sería mucho más rentable al no tener deuda.

Pues ni la semana pasada hizo oficial que rompía su acuerdo con Agustín ni este jueves ha confirmado su espantada. Desde el Real Murcia, por su parte, sí han distribuido una imagen del presidente murcianista y del andaluz para despejar las dudas y para dar a entender que todo va bien.

Pero ese apretón de manos no ha sido ratificado como estaba previsto, porque, con todo ya pactado desde hace más de una semana, ni Agustín Ramos ni Felipe Moreno han puesto su firma sobre el contrato. Esa alteración en la hoja de ruta solo sirve para que sigan los rumores, algunos de ellos promovidos por una de las partes.

Habrá que esperar ahora cuál es el siguiente movimiento. Con la Junta de Accionistas del día 29 como fecha límite, ya quedan pocos días de especulaciones y mucho trabajo para que la negociación acabe con final feliz.

Porque en estos doce días, Agustín Ramos y Felipe Moreno no solo tendrán que rubricar definitivamente un acuerdo que contenta a ambos pero que nunca se cierra. Felipe Moreno también tendrá que cerrar de una vez por todas el segundo punto de la negociación, donde aparece Mauricio García de la Vega.

Dos millones de euros

El empresario cordobés ya hizo un pago al mexicano para asegurarse tener una opción de compra sobre las acciones de Iconos Nacionales, pero deberá desembolsar otros dos millones para que esos títulos cambien de titularidad. Y por ahora, Moreno todavía no ha hecho un ingreso que según algunas fuentes deberá ejecutarse antes de la Junta del 29 de noviembre.

Aunque el pasado fin de semana desde el Real Murcia explicaban que "Felipe tiene controlado a Mauricio y el pago se hará tras la Junta", fuentes próximas a Felipe y a su abogado indican que esa transferencia deberá realizarse antes pese a que no estaba en sus planes iniciales.

Posiblemente el desembolso de esos dos millones de forma inmediata es lo que ha llevado al empresario andaluz a hacer movimientos raros durante la última semana. Su amenaza de espantada de hecho podría haber sido un farol para poner nervioso a Agustín Ramos y que éste también se rasque el bolsillo para poner parte de esos dos millones.

Mientras que no se pague a Mauricio García y éste continúe con las acciones a su nombre, el acuerdo entre Agustín Ramos y Felipe Moreno estará completamente en el aire.

De ahí la urgencia de resolver una cuestión que en el Real Murcia daban por cerrada, pero que a Felipe Moreno se le está atragantando. Dado que la Junta es el día 29, el pago a Mauricio García deberá realizarse en estos doce días. Tras finiquitar ese problema, entonces posiblemente ya se firme el contrato entre Agustín Ramos y el ex del Leganés. Ese acuerdo se ratificaría en la Junta, donde se aprobaría una ampliación de hasta diez millones en créditos convertibles. Cada una de las partes pondrá cinco, utilizándose unos 2,5 millones para un primer pago a las administraciones públicas.