El tenista murciano Carlos Alcaraz se clasificó por primera vez para los cuartos de final del torneo de París-Bercy, último Masters 1.000 de la temporada, después de derrotar con autoridad, pero también con algún susto, al búlgaro Grigor Dimitrov en dos sets por 6-1, 6-3. El triunfo, unido a las derrotas de Rafa Nadal, Andreii Medvedev y Casper Ruud, le garantiza llegar el 13 de noviembre a las ATP Finales como número uno del mundo, un puesto que también garantizará al final de 2022 si levanta el título en París. Para ello, este viernes (16:30 horas, Movistar) tendrá que dar otro paso más en los cuartos de final, en los que se enfrentará a Holger Rune, noruego de 19 años de edad que ocupa el puesto 18 de la clasificación mundial.

El murciano avanzó este jueves una ronda más en el evento parisino después de un encuentro que dominó con bastante solvencia hasta un pequeño cortocircuito cuando tenía encarrilado el segundo parcial y del que supo salir con calma para citarse con Holger Rune y alcanzar su victoria número 90 en el circuito profesional.

Después de un encuentro solvente, pero sin excesivo brillo en su debut ante el japonés Yoshihito Nishioka, el de El Palmar salió como un ciclón a la pista para arrollar a un Dimitrov desbordado salvo al final del choque que duró menos de hora y cuarto.

Alcaraz, que en caso de ganar este viernes se medirá con Frances Tiafoe o Félix Auger-Aliassime en semifinales, no dio opciones al zurdo y en menos de media hora ya había cerrado el primer parcial tras romper los dos primeros servicios de su rival y apenas dar concesiones con su servicio. Una tercera rotura le dio el set ante un desangelado y errático Dimitrov que tampoco dio sensación de querer plantar batalla en el segundo.

El número uno del mundo no bajó su ritmo ni el nivel de su tenis y, pese a afrontar su primera bola de rotura, se volvió a ver con un cómodo 3-0 de inicio, momento en el que encuentro amenazó con cambiar el guión que parecía tener ya previsto.

Dimitrov, que llegó a ser número 3 del mundo, ‘regresó’ a la pista, mejoró y logró romper por fin el servicio de su rival para conseguir igualar de nuevo el partido para alegría de los espectadores presentes, deseosos de ver algo más de tenis. Alcaraz entró en un pequeño ‘agujero negro’, del que tuvo que salir a tiempo porque el búlgaro se presentó con un amenazante 15-40.

El joven tenista murciano salvó ese delicado de momento gracias a un inocente error de su rival y a una nueva muestra de su maestría en las inmediaciones de la red, se volvió a asentar y en el siguiente juego presionó para conseguir un ‘break’ ya clave.

"No dependo de nadie ni deseo que pierda un jugador"

Carlos Alcaraz, quien mantendrá su número 1 mundial al menos hasta las Finales ATP de Turín, aseguró que no desea "el mal" a ningún jugador y aclaró que depende de él mismo para acabar 2022 en la cima del circuito. "No salí más relajado por la derrota de Rafa (Nadal) o con más presión. Estoy intentando mostrar mi juego, no dependo de nadie, dependo de mí mismo, no voy a desear el mal a nadie, desear que pierda un jugador, me centraré en mí mismo", dijo Alacaraz.

En rueda de prensa, el murciano dijo ser consciente de que "nadie" le puede quitar el número 1 podría asegurarlo en 2022 sin esperar a las Finales ATP de Turín si vence en Bercy, una pista que encontró "más rápida que la de Basilea o Astana, que para mi juego me ayuda", sostuvo. Respecto al vendaje en su rodilla izquierda, que se quitó en medio del partido, dijo que "se encuentra bastante bien" y que la llevaba "por precaución" y puntualizó que se la quitó "por el sudor".