No ha podido elegir una mejor fecha el UCAM Murcia para empezar a funcionar. Para empezar a meter miedo en un grupo al que aspira a liderar. Ha tenido que llegar la jornada de ‘Halloween’ para que los universitarios sacaran su versión más implacable y terrorífica. Y es que, el UCAM Murcia sacó ayer un orgullo que hacía muchos meses que no se veía por el BeSoccer La Condomina. Un equipo con hambre y ganas de demostrar, con buen juego y una idea que seguir. Ni la pasada temporada ni en el principio de esta, tanto con Molo como con los primeros partidos de Jorge Romero, se había visto esta versión.
Ayer el UCAM Murcia fue mejor en todas las fases que el Betis Deportivo. Pero sobre todo, dominó en las dos áreas. Y hacía mucho tiempo que eso no sucedía. Ganó en el apartado de ocasiones generadas y también lo hizo en el de ocasiones concedidas. Es decir, creó mucho peligro y apenas sufrió en defensa. Un aspecto que tenía que mejorar si quería ser dominador real de los partidos. También es cierto que ayudó el primer gol del partido a los dos minutos. El gol de Salazar, que aprovechó la entrega de Gutiérrez desde la línea de fondo, tranquilizó al equipo en el resto del partido y marcó la hoja de ruta hasta el final. Esta vez sí supo manejar el ‘tempo’. Esta vez sí supo darle calabazas al nerviosismo.
Y hay que hablar de Salazar. Un jugador que con Molo apenas había tenido protagonismo y al que Jorge Romero incluso ha cambiado el esquema para darle entrada en la punta de ataque. Con su tercera titularidad consecutiva, ya parece haberse asentado en el once. Y lo cierto es que cada día está mejor. Ayer abrió la lata con un buen movimiento de desmarque dentro del área y generó varias ocasiones de peligro gracias a su visión y sus movimientos sin balón.
Romero: «Esto es una consecuencia de nuestro día a día»
El UCAM Murcia de Jorge Romero comienza a carburar. Con la victoria ante el Betis Deportivo, ya son dos victorias consecutivas que confirman la mejoría del equipo desde su llegada. Acabó muy contento el técnico andaluz con el partido realizado ante el Betis Deportivo. «Lo que pasa en el campo es una consecuencia de lo que pasa en el día a día. Y esto al final repercute en victorias», explicaba Romero.
Sabe el técnico que la recuperación y la escalada no depende solo de los once jugadores que están sobre el terreno de juego. «Esto es gracias a todos, tanto el que mete el gol como el que entrena como el mejor y no va convocado», afirmaba.
También habló de los esfuerzos y de la manera en la que quieren jugar. Sabe que tener a todo el equipo enchufado será clave para conseguir escalar puestos en la posición. «Esta es la línea por la que queremos continuar y este tipo de partidos ayudan», terminaba el técnico, que desde su llegada al banquillo universitario sigue invicto.
Con el marcador a favor prácticamente desde el inicio del partido, el UCAM Murcia supo jugar con la renta y se le vio muy cómodo en el terreno de juego. Firmó la primera parte más completa del curso. Apenas sufrió en defensa y tuvo varias llegadas para aumentar la renta. Todas las líneas funcionaron bien, desde la defensa a la delantera. Pero sin duda, el factor más desequilibrante fue Manu Ramírez, que cada vez que conectaba con Salazar o Sergio Cortés en la derecha, ponía peligro y cordura a la ofensiva universitaria. Se le pedía más protagonismo a este jugador y lo cierto es que respondió. No pudo el Betis Deportivo hacer nada frente a la disposición del UCAM, que no sufrió apenas en el primer tiempo.
Al comienzo de la segunda mitad, los béticos tuvieron sus mejores minutos. De hecho, tuvieron dos ocasiones para poner el empate, pero Pau Torres sacó muy atento. Sacó los colmillos el filial en los primeros diez minutos, pero ahí quedó la cosa. El partido volvió a la tónica de la primera parte y el UCAM, a poco que entrelazara tres pases seguidos, creaba una llegada con peligro. Casi siempre tenía superioridad numérica ante su defensa y le costó muchísimo defender las embestidas locales. Pero aún con esas, el partido seguía solamente 1-0. Hasta que a Jorge Romero se le ocurrió mover el avispero. Sacó a Isra Cano, José Fran y Chumbi y la jugada no le pudo sacar mejor. El delantero aguileño, suplente por segunda semana consecutiva, quiso su dosis de protagonismo. Y la mejor manera de conseguirla es haciendo goles. Pues allá que fue. Aprovechó un pase al espacio y definió a placer con su pierna derecha. Gol de la tranquilidad y reivindicación.
Pero todavía iba a haber más castigo para el Betis, pues en el 95 el colegiado señaló la pena máxima y expulsó a Sorroche. Lanzó Sergio Cortés, que erró el penalti, pero apareció Manu Ramírez para empujar el rechace. El de la varita también es el más listo de la clase.
Victoria de oficio para el UCAM Murcia, que confirma su mejoría contra un rival directo por el ascenso y enlaza la segunda victoria consecutiva del curso. Como una hormiguita, el UCAM va dando pasos cortos hacia arriba. El liderato ya está a siete puntos. Siguen siendo muchos, pero con dos victorias seguidas y estas sensaciones, la vida se mira de otra manera.
