Si acudimos al diccionario de la Real Academia de la Lengua y buscamos la palabra ‘coco’, entre las distintas acepciones encontramos una que se refiere a ese "personaje inventado con que se asusta a los niños para que obedezcan". Un ‘que viene el coco’, por ejemplo, siempre será sinónimo de esconderse debajo de las sábanas o de la cama para protegernos.

Alberto González cubre a Extxaniz en una acción a balón parado a favor del Intercity. | JOSÉ NAVAR

Pero al igual que te puedes asustar con facilidad ante el ‘coco’, también puedes apostar por ver el lado bueno de las cosas y utilizar esa adversidad para venirte arriba. Y esta segunda opción es la que siempre utiliza el Real Murcia en las semanas en las que de aquí para allá le hablan una y otra vez de ‘cocos’. Y esta semana, en la que los granas visitaban al Intercity después de un decepcionante empate frente al Calahorra, algunos ya han sacado a pasear lo de ‘que viene el coco’, que en el Real Murcia tendría un sentido doble, porque bien podría ser un ‘que viene el Intercity’ o bien podría ser, si nos ponemos mal pensados, un ‘que viene Agustín’.

Pues ni en el Real Murcia temen al ‘coco Intercity’, ni en el Real Murcia temen al ‘coco Agustín Ramos’, porque el Real Murcia de esta temporada, que tendrá que mejorar en muchas cosas respecto a la pasada en Segunda RFEF, ha decidido quedarse con lo mejor del curso 21-22, y entre lo más destacado del año anterior está el venirse arriba en los momentos más complicados.

Comecocos Real Murcia

No voy a recordar demasiado del pasado porque ‘lo pasado, pasado está’, pero este domingo el Real Murcia no hizo nada diferente a lo que realizó hace justo un año. En vez de en la jornada 2 fue en la 3 y en vez de en el Antonio Solana fue en Nueva Condomina, pero tanto en 2021 como en 2022 el Real Murcia de Mario Simón se ha comido al ‘coco Intercity’ a las primeras de cambio.

No sabemos si el entrenador murcianista es aficionado a jugar al Pac-Man, lo que sí sabemos es que el madrileño tiene algo de camaleón, porque siempre consigue adaptarse a cada situación, porque siempre sale reforzado tras los momentos de duda. Y, aunque dudas podían haber pocas dado que solo se había disputado una jornada liguera, Mario Simón dio un golpe sobre la mesa por si acaso y porque en el Real Murcia nunca se sabe por dónde van a venir los debates.

Sabedor de que su apuesta frente al Calahorra no fue la más acertada, en un pispás decidió dejar atrás los inventos para tirar de lógica. Y en un pispás, aprovechando los numerosos recursos que tiene en el banquillo y que le tienen que dar más que aire en este curso, dio una vuelta para elegir un once que en esta ocasión dejó muy buen sabor de boca, demostrando que hay futbolistas dispuestos a cambiar esa cantinela que siempre pone al Real Murcia en inferioridad respecto a otros equipos.

Volvía Ganet al once titular, un once del que por ahora no podía salir; se eliminaba la figura del mediapunta que tiene más de postureo y de titulares de prensa que de realidad dentro del sistema de Mario Simón; y se cargaba de un plumazo el ‘falso 9’ para dar entrada a un Miku que no deberá retrasar mucho su puesta a punto si no quiere que Andrés Carrasco le coma la tostada.

No dio muchos motivos para la esperanza el Real Murcia en los primeros 20 minutos. Desaparecido completamente en ataque y sin presencia en el centro del campo, la defensa volvió a dejar dudas. Y si estas quedaron en un segundo plano fue porque ni Pol Roige ni Etxainz supieron aprovechar la siesta murcianista.

Visto lo que sucedió a continuación, puede que todo fuera una estrategia, como esos animales que se hacen los muertos cuando sienten el peligro de una especie superior. Porque a partir del minuto 20, empezamos a ver detalles de un Real Murcia que si consigue engrasar bien el motor puede divertir mucho a su afición. Ni 180 minutos ha tardado Javi Rueda en demostrar la importancia de tener un lateral profundo, con chispa y con calidad; ni 180 minutos ha necesitado Pedro León para demostrar para qué ha venido al Real Murcia.

Con un Zeidane irregular, con Arnau Solá adaptándose a su primeros minutos como titular y con un Miku que no dejó la mejor impresión en su primera intervención como grana, en la que con todo a favor no vio ni puerta; Pedro León y Javi Rueda fueron los encargados de tirar del Real Murcia en la primera parte. Y, poco a poco, empezaron a llegar acercamientos, aunque sin ocasiones de gol. Solo un disparo lejano de Pedro León obligó a estirarse a Manu Herrera.

Pero con todos los ingredientes mezclados y en el molde, el bizcocho empezó a crecer en la segunda parte. Nada más volver del vestuario, Javi Rueda ya había provocado un penalti y Pedro León había puesto el 0-1 en el marcador. Sin mucho más, Ganet se había sacado un latigazo que significó el 0-2.

Por una vez, el murcianismo no envidiaba el ‘pin, pan, pun’ de otros equipos; por una vez el Real Murcia era el ‘pin pan pun’. Pero como no hay día perfecto en el Real Murcia de Mario Simón, con un gol de churro -Aarón Piña desviaba a gol un tiro de Etxaniz-, el Intercity se metía en la pelea a falta de 15 minutos. Sin embargo, este domingo el ‘coco’ siempre fue el Real Murcia, porque los granas siempre tuvieron controlado un partido que quedó todavía más encarrilado cuando Maíz era expulsado por doble amarilla, cortando cualquier reacción de los de Siviero.

Es más, en vez de sufrir en los últimos minutos, el murcianismo tuvo tiempo de celebrar otro gol, el que marcó Armando tras una contra y una asistencia de Andrés Carrasco.

Mario Simón, entrenador del Real Murcia, destacaba en rueda de prensa que su equipo había sabido sobreponerse a "las prisas" del primer partido para completar un encuentro ante el Intercity en el que "por ocasiones y dominio hemos sido merecedores de los tres puntos".

El preparador murcianista considera que "ganar ayuda siempre a crear un mejor ambiente y a que los jugadores estén más tranquilos". "Ante el Calahorra el equipo no tuvo nervios, solo que quería agradar en el primer partido. Pero este triunfo nos tiene que liberar y darnos tranquilidad para explotar nuestras armas".

Sobre el choque en el Antonio Solano de Alicante, Mario Simón explicaba que "nos costó adaptarnos al terreno de juego, pero pasados los veinte primeros minutos hemos sido mejores", insistiendo en lo complicado que va a ser ganar en esta categoría. También destacó la gestión de los últimos minutos: "El cansancio pasa factura. El gol ha llegado un una jugada aislada. El 0-2 es traicionero, pero hemos sabido gestionar bien esa situación y no nos han creado ocasiones. Saber sufrir va a ser la tónica general en todos los partidos".

Mario Simón también se refería a los cambios en el once: "Elegir un once la primera jornada era muy complicado después de la gran pretemporada que habíamos hecho. Hemos cambiado algunas piezas y nos ha salido bien. Tenemos plantilla suficiente para ir cambiando y el que entre lo haga enchufado".

Por último, habló sobre Miku, del que dijo que "va cogiendo el ritmo que queremos". "Ganar nos tiene que dar tranquilidad para explotar nuestras armas", sentenció.