El atletismo regional vivió ayer en Múnich, una ciudad que quedará ya en el recuerdo, una hazaña histórica. Miguel Ángel López Nicolás y Mohamed Katir llegaron a los Campeonatos de Europa como candidatos a todo y cumplieron con creces. ‘Super López’, un atleta renacido que llevaba siete años alejado de las medallas, ofreció una espectacular exhibición en los 35 kilómetros marcha; y el muleño cerró un verano espectacular sumando a su medalla de bronce en 1.500 en el Mundial de hace un mes, una de plata en los 5.000 metros, siendo solo superado por el fenómeno noruego Jakob Ingebrigtsen, de 21 años.

López, criado en la factoría de José Antonio Carrillo en Cieza, dio un auténtico recital a primera hora de la mañana en una cita donde también se presentó de cara al futuro un joven ciezano, Manuel Bermúdez, que fue cuarto en su estreno en la alta competición. El atleta de Llano de Brujas se marchó en el kilómetro 5 de sus rivales y nadie le pudo dar caza. Su marcha depurada, técnicamente casi perfecta, le llevó a conquistar su cuarta medalla en la élite. Siete años llevaba apartado del podio y su regreso fue a lo grande, con esa clase que siempre ha tenido pero que tanto le ha costado sacar en los últimos años, que han sido complicados. Y cuando muchos ya no concedían crédito a Miguel Ángel López, este resurgió para dar un golpe sobre la mesa.

Hazaña histórica

Katir realizó un cinco mil casi perfecto. El atleta de zancada larga y melena llegaba sin haber realizado durante la temporada un test serio en la distancia. Pasó de los 1.500 del Mundial a los 5.000. Muy pocos son capaces de ser tan camaleónicos atléticamente. Y demostró que tiene tanta clase, que en un solo mes ha sido capaz de subir de distancia para hacerse con una plata que permitió al deporte murciano vivir una jornada de gloria, la más importante del atletismo de su historia porque nunca antes había tenido dos protagonistas brillando con luz propia.