ElPozo Murcia lleva desde la temporada 2016-2017 sin ganar un título. El equipo ha ido perdiendo crédito de forma alarmante hasta tocar fondo el curso pasado, cuando entró en los play off por el título en la última jornada como octavo clasificado y posteriormente fue eliminado por el Barça en los cuartos de final. La etapa del argentino Diego Giustozzi había caducado y para intentar remontar el vuelo, el club ha apostado por el catalán Javi Rodríguez, un fichaje cocinado desde hace varios meses pero que no se confirmó hasta ayer tarde, cuando logró desvincularse del Industrias Santa Coloma, al que llegó en diciembre de 2019.

Rodríguez, que fue compañero en la selección española de Kike Boned, vicepresidente del club, y que firma por dos temporadas, comenzó su carrera como técnico en el Györ de Hungría, con el que llegó a la Final Four de la Champions, y posteriormente dirigió al Kherson de Ucrania, con el que consiguió la mejor clasificación de un equipo ucraniano en Europa. Su estreno en la liga española fue con el club de su ciudad.

Javi Rodríguez se presenta de la siguiente manera: «Yo creo mucho en el trabajo y soy de los que pienso que se juega como se entrena. Yo no puedo entrenar si veo que mis jugadores no lo dan todo». Y eso tratará de hacer en ElPozo, un club donde sus jugadores se han acomodado en los últimos tiempos y que necesita un giro radical para volver a lograr resultados positivos y ser un equipo protagonista en la liga española.

Javi Rodríguez se pondrá hoy a los mandos del equipo, que comenzará a entrenar en el Palacio de los Deportes tras concluir los reconocimientos médicos. El catalán tendrá a sus mandos una plantilla que solo presenta dos caras nuevas, Ricardo Mayor y Bruno Taffy, con respecto a la pasada temporada, situación similar a la que se encontró en su estreno Diego Giustozzi cuando sustituyó a Duda en el banquillo.