La Opinión de Murcia

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Ramos dobla la apuesta del Real Murcia

El presidente del Real Murcia no quiere desperdiciar el tiempo en Primera RFEF, buscando desde este mismo curso el ascenso

Agustín Ramos, durante una entrevista concedida a LA OPINIÓN. | ISRAEL SÁNCHEZ

Las divergencias entre Agustín Ramos y Manolo Molina son cada vez más evidentes. Las diferentes visiones sobre la próxima temporada han abierto de nuevo una brecha que parecía cerrada, o al menos olvidada, desde el pasado ascenso a Primera RFEF.

El presidente del Real Murcia defiende la postura de hacer un equipo desde ya para luchar por todo. Así lo lleva expresando desde la celebración del ascenso, en el balcón del Ayuntamiento, y también lo hace cada vez que un medio de comunicación le pregunta por ello. Sin embargo, Manolo Molina quiere seguir apostando por un presupuesto austero que no comprometa las cuentas del Real Murcia en el futuro.

Este choque de visiones ha desencadenado un problema más dentro de la entidad murcianista, ya que Manolo Molina quiere tener el control al completo de la dirección deportiva, que es su parcela, aunque Agustín Ramos se ve capacitado para proponer alternativas que cree que pueden rendir mejor que las que propone Molina.

Está dispuesto a subir el presupuesto para culminar el fichaje del delantero

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Desde que el Real Murcia ascendiera a Primera RFEF, la versión sobre el presupuesto ha ido cambiando con el paso de las semanas. La idea inicial de la directiva era tener un presupuesto para la plantilla de 1,5 millones de euros aproximadamente. Un presupuesto común, ni alto ni bajo, dentro de la categoría que van a disputar los granas. De hecho, el UCAM Murcia tuvo la temporada pasada un presupuesto inicial parecido, aunque en invierno aumentó para intentar revertir la delicada situación que atravesaban.

Era una idea factible, tanto por los ánimos del ascenso, como por las cuentas que maneja el empresario murciano. Sin embargo, esa idea duró poco. Concretamente cuando a Agustín Ramos se le puso a tiro el fichaje de Pedro León. El presidente fue capaz de atraer la atención del muleño y lo convenció para ser la piedra angular del nuevo proyecto, aunque Manolo Molina no dio luz verde a esa operación por el sueldo que cobrara el futbolista, aproximado a los 200.000 euros.

Manolo Molina se quedó solo en su idea de no traer a Pedro León, pues Mario Simón, que también fue consultado antes de cerrar la operación, vio una gran oportunidad para subir el nivel de la plantilla, sabedor de que la dificultad de esta categoría es mucho más alta que la de Segunda RFEF.

El delantero, la otra gran apuesta

Agustín Ramos tiene claro que el Real Murcia debe estar de paso en Primera RFEF y que su sitio debe estar más pronto que tarde en Segunda, en el fútbol profesional. «Tengo claro que no podemos perder un año. Vamos para adelante, por pasta no va a ser», decía el presidente en una entrevista concedida a LA OPINIÓN. En esa entrevista, también declaró que no quiere ni una excusa, que si se pone a tiro un jugador que aporte nivel a la plantilla no dudaría en aumentar el presupuesto lo que haga falta.

Con gran parte del trabajo hecho en el mercado estival, la gran tarea pendiente del Real Murcia está en encontrar un delantero de garantías. Por el precio que valga, aunque descompense la masa salarial, una situación que también preocupa a Manolo Molina.

Debe acertar y sondear bien el mercado el club grana, pues es la pieza que falta para ponerle la guinda al gran mercado que está firmando el Real Murcia. Además del delantero, también falta un pivote defensivo, un puesto en el que tampoco dudaría en escatimar en esfuerzos económicos el presidente.

La ambición de Agustín Ramos en su proyecto a cuatro años es estar en el fútbol profesional. Cueste lo que cueste. Se ve capacitado y tiene liquidez para soportar al Murcia en esa categoría, pero una vez conseguido lo más difícil, no se quiere quedar ahí.

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