La pretemporada del Real Murcia iba muy tranquila hasta este momento. Las diferencias entre Agustín Ramos, presidente de la entidad grana, y Manolo Molina, director deportivo, han hecho que el empresario lorquino dimita de su cargo después de ascender al equipo a Primera RFEF. "El Real Murcia C.F., S.A.D. informa que Manolo Molina deja de ser director deportivo de la entidad, tras su decisión de dimitir del cargo. Desde el club queremos agradecerle la profesionalidad mostrada durante todo este tiempo, deseándole la mayor de las suertes de cara a su futuro", fue el escueto comunicado del club en relación a su marcha.

Era cuestión de tiempo que la relación terminara de explotar entre los dos. Las diferencias entre las visiones que tenía cada uno ya venían de la temporada pasada, aunque el ascenso a Primera RFEF pareció calmar los ánimos entre las dos figuras. Este curso, el fichaje de Pedro León ha hecho que salte todo por los aires. Agustín Ramos actuó por su propia cuenta para fichar al muleño sin el visto bueno del director deportivo por el gran salario que cobraba el exfutbolista del Fuenlabrada.

"Diferencias irrevocables con la dirección del club"

La llegada inminente del delantero, ha sido la gota que ha colmado el vaso, pues Manolo Molina también se ha visto apartado en la decisión de su contratación. "Presento mi dimisión irrevocable, por diferencias con la dirección del club a la hora de estructurar la plantilla", decía en un comunicado a través de Twitter. "Me llevo el gran sentimiento que hay en la afición del Murcia por su equipo. Gracias Real Murcia!!", cerraba.

Con la dimisión de Manolo Molina, la comisión deportiva se queda con Pedreño y el propio Agustín Ramos.