La Opinión de Murcia

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Arbitraje
María Planes Árbitro de fútbol

"Empecé a ser árbitro cuando conocí a mi pareja, después de estar diez años jugando al baloncesto"

Enfermera del hospital Reina Sofía, se ha convertido en la tercera colegiada murciana en la Primera División Iberdrola después de una temporada redonda en la que también ha ascendido a Tercera

María Planes, con un balón de fútbol y otro de baloncesto en el pabellón Infante. ISRAEL SANCHEZ

María Planes Terol (Murcia, 29 de marzo de 1997) acaba de lograr el ascenso a Primera División Iberdrola, la máxima categoría del fútbol femenino, después de una temporada redonda, en la que también ha subido a Tercera RFEF. Esta joven colegiada de 25 años de edad estuvo diez años jugando al baloncesto y antes pasó por la gimnasia rítmica y el tenis. Su padre, exfutbolista y entrenador, le transmitió la pasión por el deporte desde que era una niña. 

¿Cuándo empezó a hacer deporte?

Desde que tengo uso de razón. Mi padre ha sido el culpable de ello. Estuve en la escuela de tenis del Cordillera y hacía gimnasia rítmica, pero una lesión de espalda fue la que me llevó a elegir nuevos caminos. Entonces entré en el baloncesto, en el Infante, donde estuve jugando diez años y llegué a sacarme el curso de entrenadora. Después, en mi primer año de Universidad, conocí a mi pareja, que es árbitro de fútbol, un deporte que me gustaba mucho porque en mi familia siempre se ha vivido mucho.

¿Su padre fue futbolista?

Sí, fue futbolista, era portero y después entrenador. Estuvo en el Imperial y cuando se fue a estudiar fuera, estuvo en el Sevilla Atlético.

¿Cómo veía su padre que jugara al baloncesto?

Estaba encantado y fue quien me llevó. Salí el primer día llorando porque no quería volver, pero después viví los mejores años de formación.

Entonces llegó al fútbol por culpa de su pareja.

Sí, porque me iba con él a los partidos. Tenía entonces 18 años y ahora voy a hacer mi octava temporada. Me presenté en la Federación de fútbol y dije que quería ser árbitro.

¿Qué opinaba su padre de que su hija fuera árbitro?

Le llamaba la atención porque al ser jugador y entrenador no se planteaba esa figura, pero es cierto que mi tío fue árbitro y llegó a Tercera. Pero mis padres me han apoyado en todo lo relativo al deporte y ahora se vienen a los partidos que pueden.

¿Y no sufre su padre viendo a su hija de árbitro?

Sí, pero conoce tanto el fútbol que sabe lo que hay. Además, es que mi padre tiene una inteligencia emocional y un saber estar que me ha dado confianza plena y tranquila para que pueda estar en la grada.

¿Cuándo se dio cuenta de que se le daba bien el arbitraje?

Cuando empecé a salir línea con los compañeros y me decían que iba muy bien. El acercamiento con ellos en las clases técnicas y en los entrenamientos me motivó a seguir.

Llega a Primera División Iberdrola en el mejor momento del fútbol femenino. ¿También lo es para el arbitraje?

Yo creo que va de la mano. El deporte femenino está en auge y el fútbol femenino ya está aquí, es una realidad, se está reconociendo y se está viendo en los medios de comunicación. Y todo ello es evidente que beneficia al arbitraje femenino. Ha crecido mucho en los últimos años y nosotras formamos parte.

Pero siguen existiendo desigualdades salariales importantes.

Al final la diferencia está en los años que lleva el fútbol masculino de ventaja, pero desde la Federación se está trabajando en todos los aspectos, incluido el económico.

¿Se sigue viendo extraño que una mujer arbitre?

Creo que ya no. Yo recuerdo algún partido alevín cuando empecé y el comentario es que iba una chica y se quedaban sorprendidos. Pero a raíz de la campaña de la Federación Murciana ‘Soy árbitra’ incrementaron mucho las licencias y ya es normal que tanto niños como mayores tengan a árbitras.

¿El machismo sigue presente?

Yo he tenido la suerte de no vivir ningún episodio desagradable. Es cierto que hay compañeras que no han tenido la misma suerte, pero no es mi caso.

¿Cómo compagina trabajo y deporte?

Ya este año lo he tenido complicado y no quiero pensar aún mucho en el año que viene, pero en el trabajo me han ayudado. He estado desde muy pequeña en el deporte y mi padre siempre me decía que con organización lo podía sacar. A mí nunca me han castigado con no ir a entrenar porque no hacía los deberes. Estaba claro que tenía que estudiar y hacer deporte, porque es beneficioso. A mí me pilló el cambio del baloncesto al fútbol en la selectividad y Universidad, que es la edad donde hay mayor abandono del deporte. Consideras que no da tiempo y sí lo tienes. Ahora que he entrado en el mundo laboral también lo estoy haciendo.

¿Por qué es enfermera?

Mi abuela siempre quiso ser enfermera, pero no tuvo esa posibilidad. Somos muchos nietos en la familia pero ninguno tiró por la rama sanitaria. Y también cuando conocí a mi pareja, que tiene muchas enfermeras en su familia, estaba yo en la tesitura de estudiar Ciencias del Deporte o Enfermería. Al final tomé la mejor decisión porque es un trabajo que me encanta.

Tiempos duros para ser enfermero.

Sí porque venimos de unos años muy duros. Yo acabé la carrera justo cuando empezó la pandemia y han sido tiempos muy difíciles, pero siempre brilla el sol.

Lo tuvieron que pasar mal.

Sí, era un sentimiento de desesperación, irritabilidad, cansancio mental y físico, era un sufrimiento de ver la situación.

¿Está pagado eso?

Ayudar a la gente siempre está pagado. Se ve recompensado económicamente.

¿Cómo se enteró del ascenso?

Estaba trabajando. Sabía que podía pasar porque hice el curso de ascenso en mayo. Siempre estás con los nervios. Tenía esperanzas porque las cosas habían salido bien, pero no sabes si hay alguien que lo ha hecho mejor. Cuando vi la llamada me salí del trabajo porque era urgente y cuando escuché que era Yolanda, coordinadora de fútbol femenino, rompí a llorar.

En el Primera femenina aún no hay VAR. ¿Está a favor?

Cualquier herramienta que ayude en el arbitraje es buena. En su momento no había comunicadores ni señales vibratorias en los banderines, pero llegaron y ayudan. Cualquier herramienta que beneficie es buena. Si miras las estadísticas de los partidos con VAR, te das cuenta que ha merecido la pena. La controversia, en cualquier caso, es algo siempre va a estar y más con el arbitraje.

Siempre he dicho que me encantaría escuchar las conversaciones de los pinganillos. Hay un documental en Movistar, que se llama ‘Man in the Middle’, que está grabado con árbitros internacionales donde se ve desde dentro nuestro mundo. Lo recomiendo para que se imaginen un poco cómo es y para conocernos mejor porque la gente se cree que somos robots y somos personas.

¿Quién es su referente arbitral?

Tengo la suerte de que mis dos compañeras, María Dolores Martínez Madrona y Elia María Martínez, me han llevado por el camino. Han sido las que me han enseñado y poder ser compañera ahora de ellas de categoría, es un privilegio. 

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