El salto de categoría para el Real Murcia no solo le afectará a lo que ocurra en el terreno de juego la próxima temporada, donde se enfrentará a rivales de mayor envergadura y se elevará la competitividad, sino que también tendrá que afrontar algunas de las diferencias burocráticas que supone la Primera RFEF a la hora de construir su plantilla. El club grana ya cuenta con una base sobre la que trabajar, al renovar varios jugadores de manera automática tras el ascenso, algo sobre lo que Manolo Molina consideraba vital desde el pasado año cuando llegó a la entidad como director deportivo. Sin embargo, todos ellos tienen en común que ocupan fichas sénior.
Miguel Serna, Armando, Mario Sánchez, Alberto González, Alberto López, Iván Casado, Andrés Carrasco, Julio Gracia, Fran García o Pablo Ganet son algunos de los jugadores que actualmente cuentan con contrato en vigor, aunque tan solo el central Manu Pedre ocupa ficha sub-23. Y es que esa será una de las claves del director deportivo este verano para la construcción del proyecto en Primera RFEF. El Real Murcia debe inscribir a seis futbolistas de estas características la próxima campaña y, si lo hace, podría beneficiarse para aumentar el número de licencias a 24. El máximo marcado la pasada temporada, en la nueva categoría tras su creación, era de un máximo de 23 futbolistas en plantilla (17 sénior y 6 sub-23). Sin embargo, puede ampliarse a 24 en el caso de tramitar licencias a tres porteros.
Eso provocaría que el Real Murcia pudiera ocupar la portería con Miguel Serna y otro portero con ficha sénior. Sin embargo, prácticamente cerraría la puerta a un Antonio Gallego, que ocuparía ficha sub-23, a la hora de tener minutos la próxima temporada. El guardameta murciano disputó cinco partidos el pasado curso sustituyendo a Serna y dejó muestras de su nivel, sin embargo, este hecho, el de contar con tres porteros, podría restarle aún más protagonismo en su proyección.
Y contar con jóvenes con roles de mayor importancia y competitividad dentro de la plantilla es uno de los aspectos que el conjunto grana debe buscar esta temporada después de que tan solo Manu Pedreño y el sueco Zeidane Inoussa se consolidasen la pasada temporada como alternativas sólidas en el once inicial. Mientras que el central tiene contrato, el atacante tiene muy complicado prolongar su estancia en la capital del Segura y regresará al Caen tras finalizar su cesión. Jugadores como Juan Fernández han contado con apariciones muy intermitentes durante la pasada temporada y otros como Rognny han tenido un papel muy residual tras su renovación el pasado verano.
Después de Manu Pedre o Zeidane Inoussa, el sub-23 que ha contando con más protagonismo ha sido Boris Kouassi, quien llegó sobre la bocina del mercado veraniego como sustituto de Andrés Carrasco. Sin embargo, pese a que en algunos tramos ha dejado detalles interesantes, no ha llegado a terminar de convencer como seria alternativa a la delantera grana. Además, se da la circunstancia de que esta temporada dejará de ocupar esa condición de sub-23. El Real Murcia también recuperará de sus cesiones a futbolistas como Álex Melgar o Andrés Silvente, a los que les resta un año de contrato, pero también regresan con licencia sénior tras superar los 23 años.
Así pues, a los retoques que debe dar el Real Murcia en la base con la que actualmente cuenta de jugadores séniors, de la que no se descartan varias salidas durante este mercado veraniego para poder inscribir a las nuevas incorporaciones en Primera RFEF, el conjunto grana es consciente de que debe dar con la tecla en los cinco futbolistas que debe fichar para su plantel con ficha sub-23 la próxima temporada y que se unirán al central Manu Pedreño.
