La Opinión de Murcia

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Tenis

Carlos Alcaraz dice adiós a Roland Garros con el corazón del público de París en sus manos

El murciano cae ante Zverev en los cuartos de final de Roland Garros lastrado por los numerosos errores no forzados de los dos primeros sets

Carlos Alcaraz se abraza a Zverev al final del partido de cuartos de final. | EFE/YOAN VALAT

Casi nunca un partido de cuartos de final de Roland Garros tiene dos ganadores. Ayer uno fue moral, Carlos Alcaraz, porque el público le despidió en medio de una ovación monumental; el otro fue el triunfador real, Alexander Zverev, el que se ganó con todo merecimiento el pase a las semifinales (6-4, 6-4, 4-6 y 7-6 en 3 horas y 18 minutos).

El murciano agradece al público el apoyo recibido durante todo el torneo. | EFE/YOAN VALAT

El tenista murciano, que sufrió su cuarta derrota de la temporada, pese a la derrota, como ya ha ocurrido en muchas ocasiones, se fue con el corazón de los espectadores que abarrotaron la pista central en sus manos. Lanzando besos a la grada para corresponder todo ese cariño que ha recibido durante semana y media ‘el elegido’ para liderar una nueva hornada de tenistas en el mundo, fue como se fue de la Philippe Chatrier, esa pista talismán para el deporte español.

Carlos Alcaraz tuvo en sus manos el milagro, pero le faltó esa pizca de templanza y experiencia para meterse en la penúltima ronda de un Grand Slam. Pero se fue con la cabeza alta, dejando un aviso para 2023, cuando volverá con ese año más que es vital en el deporte de alta competición. El murciano estuvo a punto de forzar el quinto set después de perder los dos primeros con un tenis impreciso, gris, con muchos errores no forzados (16 en la primera manga), demasiados, aunque algunos de ellos llegaron por esa valentía que caracteriza al jugador de El Palmar y que encandila a la afición. Pero cuando más apagado se encontraba, después de encajar sendos 6-4 en las dos primeras mangas, volvió a lucir para hacer vibrar a esa legión de seguidores que se ha ganado en todo el mundo por ese desparpajo y sonrisa que siempre dibuja en su rostro.

Alexander Zverev, número 3 del mundo y uno de los grandes sacadores del circuito desde esa atalaya de dos metros de altura, había librado una batalla psicológica con Alcaraz en las horas previas al partido. «Está claro quién quiere que gane la organización» dijo el germano, un jugador indomable al que entrenó durante un tiempo Juan Carlos Ferrero. También se mostró celoso al decir que el murciano era el preferido porque había jugado más partidos en la pista central que el resto. No cayó en un detalle: él había disputado los mismos en las rondas previas. Y en la pista libró otra, asestando aguijonazos con su espectacular revés, el mejor del circuito. Porque el alemán, que es la imagen de Adidas como Alcaraz y Rafa Nadal son de Nike, dos firmas deportivas en lucha encarnizada por dominar el mercado, firmó dos primeros sets de un tenis espectacular. Pese a ello, Carlitos nunca le perdió la cara al partido y resistió con su repertorio de golpes. Pero no tenía la seguridad de otros días. Recordó al Carlos Alcaraz del duelo ante Albert Ramos Viñolas, donde tuvo que levantar una bola de set y remontar un 0-3 en la quinta manga, y no al de los duelos ante Korda o Khachanov.

En el quinto juego del primer set fue cuando Zverev logró ponerse por delante; y en el séptimo del segundo hizo lo mismo. Aprovechó dos momentos de máxima debilidad del jugador de El Palmar para ponerse con un claro 2-0 y quedarse a un solo set de sellar su pase a las semifinales. No logró romper el servicio en ninguna de esas dos mangas al germano el murciano y desaprovechó de una bola de ‘break’ en el décimo juego del segundo, que le habría llevado a empatar a cinco, pero su rival no perdonó.

Pero Alcaraz tiene espíritu guerrero. Ha crecido viendo a Rafa Nadal sacando adelante partidos imposibles. ¿Por qué no podía hacer ayer lo mismo él? Sin perder la fe entró en la tercera manga, en la que redujo ostensiblemente su porcentaje de errores no forzados, esos que le habían lastrado tanto en las dos primeras. Alcaraz, un atacante, solo se había podido defender hasta ese momento. Pero su cara cambió cuando peor lo tenía. Toda la presión estaba sobre un jugador de solo 19 años de edad que por primera vez jugaba los cuartos de final de Roland Garros. Y no falló el murciano, que empezó a encontrar un ritmo más constante, mostrándose más sólido en su juego, sobre todo a partir del sexto juego. En el noveno salvó una bola de quiebre con una gran dejada, y en el siguiente logró su primer ‘break’. El murciano se situó con 15-40 y en la primera, con otra dejada marca de la casa, cerró el set en 43 minutos con el puño en alto y el público vibrando y apoyando al número 6 del mundo. Pero lo más importante es que el pupilo de Juan Carlos Ferrero había adquirido la confianza suficiente como para creer en la victoria. Había recuperado la fe.

En el cuarto set Alcaraz llevó al límite a Zverev, pero pagó con la derrota esos dos primeros sets en los que no estuvo en su línea de juego habitual. El partido era para valientes y ambos jugadores lo fueron. En el noveno juego llegó la primera situación crítica. El alemán dispuso de dos bolas de quiebre y en la segunda cometió una doble falta el murciano que dio una ligera ventaja a su rival (5-4). Pero en el siguiente juego enmendó su error el murciano, que tuvo tres oportunidades para empatar de nuevo y en la segunda lo logró. La manga se fue a la muerte súbita, donde los ‘mini breaks’ fueron casi una constante entre ambos. Alcaraz tuvo una bola de set con 5-6, pero su golpe de derecha se quedó en la red. A partir de ese instante fue el gigante germano el que tuvo dos oportunidades de cerrar el partido. En la primera se le quedó en la red la bola, pero en la segunda, con un gran resto al servicio, lo cerró (9-7), acabándose así la aventura en Roland Garros 2022 del murciano, quien se marchó de la pista ovacionado, lanzando besos a un público totalmente entregado a su desparpajo y siendo uno de los triunfadores de este año en París pese a la derrota en cuartos de final.

«Sigo pensando que puedo ganar un Grand Slam»

Carlos Alcaraz sacó una lectura positiva de su derrota y afirmó sentirse «orgulloso» de haberlo dado todo y dijo que se siente capaz de ganar un Grand Slam. «Me voy pensando que he luchado hasta el último punto y estoy orgulloso. Tengo que sacar las lecciones del partido, ha sido ajustado, he tenido opciones contra uno de los mejores del mundo. Hay que tener una mentalidad más fuerte que la que he tenido, es la lección que saco», comentó.

Alcaraz, número 6 del mundo, afirmó que no sintió la presión de ser uno de los favoritos para ganar el torneo: «No he pensado en ningún momento que era el favorito. Tengo capacidades y el nivel para poder ganar. Pese a la derrota sigo pensando que puedo ganar un Grand Slam», aseguró.

«Hay detalles que se me han escapado, tengo que aprender. Pero no me ha pesado la sensación de ser favorito. Zverev ha jugado mejor, tengo que aprender», agregó. Alcaraz aseguró que se sintió cerca de forzar el quinto set y que, en ese caso, «todo hubiera sido posible. En un Grand Slam tienes que dar lo mejor, me ha faltado nivel para ganar a un tenista que ya ha jugado final de Grand Slam y una semifinal aquí», dijo.

El joven español agradeció el apoyo que ha recibido del público desde su llegada al torneo: «Me he sentido muy querido por toda la gente, había muchos españoles, pero también por la gente francesa. No puedo pedir mejor apoyo en París, desde el primer partido he tenido todo el cariño y cuanto más avanzaba más cariño tenía. Espero volver y sentirme como en casa», aseguró.

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