Muchas cosas han cambiado desde que Carlos Alcaraz debutara en Roland Garros en 2021. La temporada pasada, el murciano se metía en el cuadro final pasando la fase previa y consiguió presentarse en sociedad con una buena actuación en el escenario más emblemático del mundo con permiso de Wimbledon. Este año, Alcaraz parte como sexto cabeza de serie para alzarse con el título y es el segundo favorito en las casas de apuestas, por delante de Rafael Nadal y por detrás de Novak Djokovic. Casi nada.

No ha dejado de dar pasos de gigante Carlos Alcaraz. Si en 2021 mostró al mundo de lo que era capaz, en 2022 ya es toda una realidad. Una estrella mediática del circuito ATP, que ya usa su imagen para cebar sus grandes competiciones.

Carlos Alcaraz tiene en su mano una oportunidad de oro en Roland Garros. Y la tiene por diferentes motivos. El primero de ellos, es que quiere superar la marca del año pasado, cuando fue eliminado en tercera ronda contra Struff (4-6, 6-7 (3) y 2-6) en un partido en el que el alemán tiró de veteranía para superar a un adolescente al que aún se le quedaba grande ese escenario. El segundo, es que tiene una gran oportunidad de sumar puntos para el ranking ATP, pues al defender ‘solo’ tercera ronda, el murciano podría sumar un buen puñado de puntos, pues defiende 90 puntos, que son los que dan en los Grand Slams en tercera ronda. Si consigue alzarse con la victoria, podría sumar casi 2.000 puntos en el ranking, una auténtica barbaridad.

Pero antes tendrá que vencer hoy a Albert Ramos (sobre las 16.30, Eurosport), que se lo pondrá más difícil que Juan Ignacio Lóndero. El catalán, número 34 del ranking ATP, viene de vencer por 3-1 a Thanasi Kokkinakis en cuatro horas y once minutos. Una paliza mucho mayor que la que se pegó Alcaraz, que si consigue vencer a su compatriota, logrará su duodécima victoria consecutiva. No pierde desde el 13 de abril, en primera ronda de Mónaco, ante Sebastian Korda. Será la tercera vez que se vean las caras. En las dos anteriores, con un Alcaraz mucho menos hecho, le venció. La estadística le favorece en todo al murciano, que quiere seguir escribiendo su propia historia.

Paula Badosa sorprende en su debut con una gran victoria ante Ferro en menos de una hora

La catalana Paula Badosa arrolló a la francesa Fiona Ferro en su debut en Roland Garros, que solventó con un contundente 6-2 y 6-0 en 54 minutos. Un buen antídoto para superar las dudas que ha atravesado la número 3 del mundo en esta parte de la temporada y para afrontar de forma adecuada el torneo.

Badosa se mostró firme, sin dar opciones a su rival, la 139 del ránking, de 25 años, que desde que alcanzó los octavos en París en 2020 no encuentra su rumbo. La francesa no contó ni con el calor del público, que abandonó las gradas de la central después del homenaje que rindieron a Jo-Wilfried Tsonga en su adiós al Grand Slam de arcilla.

Desamparada, Ferro fue un juguete en manos de la española, que busca enderezar un año tras el espectacular final del pasado, que le elevó a una dimensión desde la que ella misma reconoció haber sentido cierto vértigo. En su primer contacto con Roland Garros demostró las razones que le llevaron a brillar al final de la pasada temporada y en el inicio de la actual, cuando se apuntó el torneo de Sydney, un abanico de golpes ganadores, dejadas y subidas a la red que desnortaron a la francesa, que en el segundo set solo se anotó dos puntos.

Por su parte, el español Pedro Martínez no pudo superar la primera ronda de Roland Garros, como había hecho en las dos anteriores ediciones, al acabar perdiendo el duelo que quedó inconcluso la víspera a causa de la lluvia. El de Alzira, 43 del ránking a sus 25 años, se inclinó por 2-6, 6-4, 6-4 y 7-6(1) en tres horas y 45 minutos contra el suizo Henri Laaksonen, 96 del mundo.

Quien sí superó la primera ronda ayer fue el número 2 del mundo, el ruso Daniil Medvedev, quien arrolló en primera ronda al argentino Facundo Bagnis (103 del mundo) en tres sets (6-2, 6-2 y 6-2) en una hora y 38 minutos.

Además, el danés Holger Rune, de 19 años, prosiguió su buena racha y ganó su primer partido en un Grand Slam; y no contra un rival cualquiera, puesto que derrotó en Roland Garros al favorito 14, el canadiense Denis Shapovalov, por 6-3, 6-1, 7-6(4).