El UCAM Murcia no pudo aguar la fiesta del Andorra. Todo salió a la perfección para el equipo del Principado. Tenía que ganar a los murcianos y que no lo hiciera el Villarreal, y eso sucedió. Tras unos minutos de silencio y suspense en Andorra, esperando a que finalizara el encuentro del submarino amarillo, la invasión de campo se hizo efectiva y las lágrimas de alegría invadían a un equipo que ha pasado de la nada al fútbol profesional en apenas tres años. Le bastó a los locales con adelantarse en la primera mitad gracias a Carlos Martínez y aguantar la ventaja ante un tímido UCAM, que apenas hizo el esfuerzo de intimidar la portería rival.

Los de Aira afrontaban la última salida del curso. Por segunda semana consecutiva, el equipo universitario no se jugaba nada, pero el Andorra, su rival, se lo jugaba todo. Tenía una oportunidad única de ascender a LaLiga Smartbank y continuar con su meteórica trayectoria. Hace tres temporadas estaban en Primera Catalana, pero la llegada de Kosmos, con Gerard Piqué a la presidencia, han hecho que el equipo del Principado vuele hacia el fútbol profesional.

Había un gran ambiente en la previa del encuentro en el Estadi Nacional. Las gradas estaban abarrotadas y el ambiente era festivo. Incluso hubo tifo acompañando a los jugadores en su salida al césped. El UCAM observaba todo con indiferencia, pues le daba absolutamente igual el resultado del partido. Ya nada podían hacer para salvar la categoría. La pelota estaba en el tejado del Andorra, y eso, se notó desde el comienzo.

Salió arrollador el equipo de Eder Sarabia. No dio respiro a un UCAM que en toda la primera mitad apenas fue capaz de encadenar tres pases consecutivos. Se preveía un Andorra dominador, por la diferencia de nivel, las dinámicas y la situación en la que se encontraba cada equipo. Lo que no se esperaba, era que el UCAM no bajara del autobús. Al menos por orgullo y gen competitivo de deportistas profesionales. Quizá era una visión demasiado optimista.

El Andorra no dio pie al UCAM Murcia en la primera parte y se marchó al descanso con ventaja gracias a un gol de Carlos Martínez. Se durmió Armando Corbalán y Marc Fernández le robó la cartera y dejó al ariete solo ante Pedro López.

Poco importó el esquema de cinco defensas que había sacado José Manuel Aira para defenderse de los movimientos de los delanteros rivales. Los de Sarabia dominaron a su antojo ante la mirada de los universitarios, que no opusieron resistencia. Con paciencia, el agua volvió a su cauce.

Paciencia tras el descanso

Tras el descanso, intentó José Manuel Aira cambiar el esquema sacando a Diego Iglesias. El joven del filial sustituyó a Moi Delgado, que había sufrido muchísimo por su banda y había tenido muchas dificultades para parar a Alti.

No tenía ninguna prisa el Andorra en la segunda mitad. El resultado del Villarreal le beneficiaba en ese momento y eran equipo de Segunda desde el gol de Carlos Martínez. Se dedicó a mover la pelota de un lado a otro, ya sin buscar con tanto ahínco la portería de Pedro Lopez. Ya no había urgencias, solo había que esperar a que terminara todo. Y todo eso, con todavía media hora por delante.

Conservó muy bien la tranquilidad el Andorra ante un UCAM que no sacó los colmillos en ningún momento. Aún con la tranquilidad que tuvieron durante todo el encuentro, el equipo de Sarabia pudo cerrar el encuentro mucho antes del final. Carlos Martínez y Alti tuvieron dos muy buenas ocasiones para poner el segundo, pero les faltó acierto.

Finalmente, el resultado no se movió más y el Andorra, tras el pitido final, esperó con suspense el resultado del Villarreal, que tras unos minutos de silencio, la moneda salió cara y todos lo celebraron con ansia. El Andorra es equipo de LaLiga Smartbank.