El Giro de Italia afronta a partir de hoy la segunda semana de competición de su 105ª edición, tras el segundo día de descanso, con un final en los Alpes italianos y varias etapas movidas de por medio, con apenas dos jornadas llanas para dar oportunidad a unos esprinters que cada vez tendrán menos días marcados en rojo. A la misma llega el murciano Alejandro Valverde en la undécima posición de la general, a solo un segundo del décimo, Pello Bilbao, y a 1:23 del líder, el sevillano Juan Pedro López, del Trek.

La segunda semana arranca con la etapa 10. Una jornada que el propio Giro calificó de movida que partirá de Pescara y llegará a Jesi tras 194 kilómetros, con un perfil llano en su inicio que dará paso a un final de altibajos con tres cotas de 4ª categoría de rampas exigentes a modo de muro.

Otra de las etapas rápidas será undécima, mañana miércoles, que saldrá de Santarcangelo di Romagna y llegará a Reggio Emilia tras 201 kilómetros. Una jornada totalmente llana preparada para una ‘volata’.

La etapa 12 tendrá como coprotagonistas a Parma y Génova, que serán inicio y llegada de un día de 186 kilómetros y media montaña que pinta bien para una fuga. El largo pero suave y tendido Passo del Bocco marca el ecuador, que incluye, a poco más de 20 kilómetros de meta, el Monte Becco (2ª) para poder marcar diferencias.

Al día siguiente, la decimotercera etapa partirá de Sanremo y llegará a Cuneo tras 157 kilómetros, y con sus 1.450 metros de desnivel acumulado y un recorrido con altibajos prepara un final para los velocistas más fuertes y que lleguen más frescos.

En la etapa 14 habrá todavía más desnivel. Con salida en Santena y llegada en Torino, será un día corto pero sin respiro, con cinco puertos puntuables y otras subidas no catalogadas que impiden que haya prácticamente un kilómetro en llano. Se subirá dos veces a Superga y tres veces a Maddalena y Santa Brigida para un final muy intenso.

Y si Italia es montañosa, lo es de sur a norte y en sus Alpes también habrá Giro. En concreto, en la etapa entre Rivarolo Canavese y Cogne, en la que se subirá a Pila (Les Fleurs), que vuelve al Giro después de treinta años de ausencia, a Verrogne (ya subido en 2019) y la subida final a Cogne en una etapa ‘5 estrellas’ para marcar diferencias en la lucha por la ‘maglia rosa’.