El UCAM Murcia confirma lo que era un secreto a gritos, no es un equipo de Primera RFEF. La derrota ante el Costa Brava por 3-0 confirma el descenso de los universitarios a Segunda RFEF, que necesitaban algo más que un milagro para conseguir la permanencia. Lejos de mostrar orgullo, el conjunto dirigido por Aira se arrastró sin pena ni gloria por el Municipal de Palamós en un encuentro en el que los locales se adelantaron a los 20 minutos. Los universitarios estuvieron lejos de igualar el partido, y tan solo el Costa Brava volvió a ver portería, por partida doble y el tramo final, para acabar de enterrar al UCAM Murcia.

A falta de nueve puntos por disputarse, y a esa misma distancia de la salvación, los universitarios deberían ganarlo todo y esperar innumerables tropiezos de los equipos que tiene por encima para no descender, algo que puede confirmarse este mismo domingo si el Linense suma un punto.

Introdujo José Manuel Aira hasta tres cambios en el once inicial con respecto al último partido ante el Linares, dejando en el banquillo a Tekio, Chacartegui y Fullana para dar entrada a Caro, Moi Delgado y Abenza. Una decisión algo sorprendente si atendemos a la naturaleza de las sustituciones, que se centraron en remodelar una defensa en la que introdujo jugadores con menos rodamiento que los habituales.

Los primeros minutos del encuentro dejaron ver a un UCAM Murcia que tímidamente trató de mover el balón con fluidez, de un lado a otro, para llegar al área rival con peligro. Primero Moi Delgado desde la izquierda, y uno minutos más tarde Rubén Mesa, que no pudo empalar un buen centro de Caro, se asomaron a las inmediaciones rivales. Pero todo fue un espejismo, porque a los pupilos de Aira le duraron las ganas tan solo un par de minutos. El Costa Brava comenzaba a avisar por banda derecha, obligando a Caro a recular para desbaratar las galopadas de Campins. Los locales mantenían una alta presión sobre la zaga universitaria, y poco a poco iban incomodando más a la zaga universitaria.

En una de esas internadas por banda derecha, el conjunto catalán cambió las balas de fogueo por las de verdad para hacer daño al UCAM, que observó, literalmente, como Campins superaba a Farrando para servir un balón al área pequeña que Varela solo tuvo que empujar para hacer el 1-0. Caro pecó de excesiva falta de sangre, ofreciendo vía libre al jugador del Costa Brava para asestar en el minuto 17 el primer golpe a un UCAM Murcia abocado al fracaso.

Por debajo en el marcador, el UCAM Murcia comenzó a dar signos de desesperación, llegando tarde y mal a una presión que el Costa Brava superaba sin problema. Los desplazamientos en largo buscando a Rubén Mesa eran interceptados por la zaga local, y a los universitarios tan solo les quedaba el balón parado, faceta en la que tampoco estuvieron nada finos. Al borde del descanso, los de Aira gozaron de una buena ocasión, en la que, tras jugadas ensayada, el balón se le quedó franco a Mio Delgado en la frontal del área, pero su disparo se acabó estrellando en la zaga local. El partido llegaba al descanso con mínima ventaja en el marcador para el Costa Brava, y un UCAM Murcia que, lejos de tirar de casta, adolecía de pundonor, como aquel que sabe que ya nada se puede hacer.

Cuando la necesidad aprieta, el esfuerzo suele redoblarse, y eso es lo que sucedió al comienzo de la segunda parte. Nada difícil, pues lo visto en las filas universitarias durante los primeros 45 minutos no era complicado de superar. Ese plus en intensidad y actitud quedó reflejado en el minuto 47, con un gran disparo de Xemi Fernández que pudo atajar Varo. Los locales, lejos de confiarse, siguieron buscando los puntos débiles del UCAM Murcia para hacer daño, y este llegó en varias jugadas en las que la zaga universitaria no supo tirar correctamente el fuera de juego. Primero Ilyas y luego Pere Martínez perdonaron el segundo en sendos uno contra uno con Pedro López.

Las cosas no le salían al UCAM Murcia, y Aira decidió mover el banquillo para buscar soluciones. Tekio recuperó su puesto en el lateral en detrimento de un Caro poco acertado, y Josema Raigal sustituyó a Abenza en busca de frescura en ataque. Los visitantes dieron entonces un paso al frente, y comenzaron a achuchar el área catalana con llegadas de Moyita que no encontraron compañero alguno. Xemi dispuso de una clara ocasión en un tiro que se marchó rozando el exterior de la red de la meta defendida por Varo, pero la puntería seguía, una semana más, esquivando a un UCAM Murcia que no da pie con bola.

Los últimos minutos del encuentro reflejaron a la perfección la desidia que impera en la entidad universitaria. Lejos de tirar, aunque fuese, de casta, los jugadores de Aira se abandonaron para brindar al Costa Brava la oportunidad de hacer sangre, y vaya si lo hicieron. Fran Varela se aprovechó de la tibia defensa universitaria para hacer su doblete y ampliar la ventaja, y tan solo un minuto después, Ilyas hurgaba en la herida católica para hacer el definitivo 3-0.

A falta de nueve puntos por jugarse, el UCAM Murcia necesita ganarlo todo y esperar que sus rivales por la salvación tropiecen en repetidas ocasiones para conseguir la permanencia, algo prácticamente imposible.