La Opinión de Murcia

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El deporte, en primera persona

"Me enteré en el hotel que había sido campeona de España y una compañera me recogió la medalla"

La corredora popular del Paretón, que hace solo seis años comenzó a participar en pruebas junto a su marido, logra el título nacional Master 50 con la selección de la Federación de Montañismo

Lourdes Heredia. Federación Montañismo Región de Murcia

Campeona de España de carreras por montaña. Lourdes Heredia López (Tíjola, Almería; 29 de julio de 1972) es vecina de la pedanía totanera del Paretón. Trabaja como limpiadora y con anterioridad estuvo en labores agrícolas. Madre de dos hijos, se ha proclamado campeona de España de carreras por montaña en la categoría Master 50. Pese a que hace solo seis años se enganchó a correr con su marido, cuenta con un espectacular palmarés.

¿Desde cuándo hace deporte?

Siempre he hecho deporte porque en Tíjola, en el colegio, teníamos los Juegos Escolares. Hacía atletismo y también estuve un año en el equipo de balonmano antes de venirnos a vivir al Paretón y ya no seguí compitiendo.

¿Y cuándo se reenganchó?

Fue hace unos seis años, que nos metimos mi marido y yo en el mundo del trail y aquí sigo.

¿Cómo fue, porque querían hacer algo?

Nosotros siempre hemos estado vinculados al deporte. Él practicaba fútbol y un día dijimos de apuntarnos a una carrera que se hace en Totana de 10 kilómetros a través de un primo mío. Nos gustó la experiencia en la montaña y desde entonces no hemos parado.

¿No hace asfalto?

Asfalto muy poco, solo alguna media maratón, pero es que no me gusta.

Claro, tienen la montaña a tiro de piedra.

Tenemos que desplazarnos un poco a Sierra Espuña, pero tenemos la suerte de tenerla muy cerca. Y si no, por la zona donde vivo, también es campo.

Acaba de ser campeona de España de Master 50, pero usted tiene muchos triunfos en su palmarés.

La verdad es que sí, que llevo unas cuantas carreras ganadas. Era el tercer año que iba al Campeonato de España, pero siempre me he quedado en puertas, cuarta de mi categoría, pero este año me he quedado primera.

¿Fue una sorpresa?

Fue sorpresa total e incluso hay una anécdota. Como nos pillaba tan lejos el campeonato de donde estábamos alojados, cuando acabó la carrera nos fuimos al hotel para ducharnos y volver a Murcia. Estábamos ya recogiendo para subir al autobús cuando una compañera que se quedaba allí porque tenía días libres, puso en el grupo que Lourdes Heredia tenía medalla, y gracias a ella la tengo porque yo no pude subir al podio porque nos pillaba a casi 20 minutos en coche. Es la espinita que me queda dentro, pero por suerte tengo la medalla, si no me vengo para la Región de Murcia sin enterarme de que había sido campeona.

Vamos, todo imprevisto.

Así es. Además, fue un compañero quien leyó el mensaje y me alertó de que tenía medalla, que había quedado primera de mi categoría y que me la estaba recogiendo Elisabeth. La llamé para ver si no le importaba volver al hotel a dármela. La verdad es que fue muy gratificante cuando ella me entregó la medalla. Fue un momento muy emotivo porque no siempre eres campeona de España.

¿Cómo combina la vida laboral, familiar y los entrenamientos?

Procuro salir a las tiradas más largas y montañeras los sábados y domingos y hacer carreras los fines de semana. Y si no, el tiempo que tenemos libre entreno por la pedanía donde vivo o subimos a Sierra Espuña.

¿Es una forma de vida correr para usted?

La verdad es que sí porque me sirve para ir superándome poco a poco.

¿Se le dan mejor las carreras largas?

Básicamente sí, se me dan muy bien. Las carreras más cortas, que son más explosivas, no tanto porque una va teniendo una edad que no se adapta a ellas.

¿De qué distancias le gustan?

Yo no hago ultras, que sabes que hay gente que les gusta mucho, yo suelo hacer maratones de montaña, de 42 kilómetros. También he hecho la Ruta de las Fortalezas y como experiencia para hacer una vez en la vida estuve en Ronda, pero son carreras puntuales.

¿Le gusta más competir o entrenar?

Siempre tienes el gusanillo de competir. Siempre intento no ponerme nerviosa antes de una carrera, pero al final me pongo porque corres con gente y como ya te conocen, esperan que lo des todo. Muchas veces le digo a los compañeros que los tengo mal acostumbrados y que no voy a ser más la primera, que voy a bajar escalones.

Debe tener la casa llena de trofeos.

Así es. Algunos los tengo en cajas porque ya no me cogen en el comedor.

¿Qué triunfo recuerda con más agrado al margen del Campeonato de España?

Tengo varias. Por ejemplo, Riopar, que la he hecho tres años y es una carrera de 45 kilómetros que siempre me ha hecho mucha ilusión hacerla, y también Pirineos Fit, que cuando fui no tenía mucha experiencia. Fueron tres días de medias maratones y es un espectáculo total.

¿Corriendo por la montaña da tiempo a saborear el paisaje?

A veces no porque vas tan centrado en el recorrido porque tienes que ir con los reflejos a tope, pero hay carreras en las que a veces sí se disfruta, sobre todo cuando vas más relajado. A quien le gusta la montaña pasa veinte veces por el mismo sitio y siempre descubre algo que no ha visto.

¿Tiene algún reto marcado?

Normalmente me voy apuntando a las carreras según el estado de forma, nunca me ha gustado marcarme un calendario porque no sabes qué va a pasar. Ahora tenemos previsto hacer una en la sierra de Gredos, que es a finales de mayo, que es de 25 kilómetros. Y luego otra que tengo programada es la Aneto Posets, que es en julio y si no te apuntas cuando salen las inscripciones en la vida la vas a poder correr. Y ya lo que vaya saliendo.

¿Tiene gen competitivo?

Es tu cuerpo quien te va marcando el ritmo que tienes que llevar. Si sabes que tienes competidoras o estás haciendo una liga, siempre tienes el gusanillo de querer competir y de superarte a ti misma. Pero yo no soy de las que se deja la vida porque no vivo de esto.

Pero hay gente que se pica con su sombra.

Competitiva puedes ser hasta cierto punto. Una de las experiencias que tengo de ver mucha gente compitiendo al máximo fue la media maratón de la FalcoTrail, que íbamos las primeras casi a la par, y la chica que era segunda iba agonizando. Cuando la vi así le dije que se tranquilizara y que entrábamos las dos juntas, que me daba igual ser segunda que tercera, pero llegamos a la recta de meta y alguien le dijo que esprintara y lo hizo. No nos jugábamos nada. La vi agonizando y no merecía la pena llegar exhaustos a la meta. Pienso que no se puede llegar a ese punto.

Es que no es sano hacer esas cosas.

Para mí sí. En el momento que no puedes disfrutar de algo que te gusta, no lo considero adecuado. Si viviera de correr, sí que haría todo lo posible, pero es que no es así.

¿Logra desconectar corriendo por la montaña?

A mí me pasa eso. Es una descarga de los problemas y también una carga porque piensas que lo que no te mata te hace más fuerte.

Tiene dos hijos. ¿Los ha metido en el deporte?

No, son muy sedentarios. A mi hijo mayor le gusta la moto y a la pequeña, que es más tranquila, me dice que no quiere sufrir tanto.

Pero usted a la edad de sus hijos no hacía deporte.

Sí que lo hacía, aunque no competía. Aparte, cuando he estado trabajando en Mazarrón en los tomates, llegaba y me iba al campo de fútbol a correr. De hecho, muchas veces he hecho la pretemporada física con el equipo de fútbol porque mi marido jugaba.

Veo que su vida laboral no ha sido sedentaria.

No, nunca he estado sentada en un despacho. He estado muchos años trabajando en el campo y en almacenes, y ahora estoy limpiando casas y en el colegio. Yo soy de una familia de ocho hermanos y cada uno ha tenido que ganarse la vida como ha podido. Somos gente humilde. Mi padre fue muchos años conductor de camión en las canteras de Macael, pero se quedó en el paro y nos vinimos a Murcia, porque es de aquí, y estuvo trabajando en el campo porque en el Paretón solo hay agricultura, pero es lo que nos ha dado de comer.

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