La actuación de Tomás Bellas resultó determinante en el resurgir del UCAM Murcia. El base, que por segunda vez en su carrera estará en unas semifinales de la Copa del Rey, se acordó de aquellos que le daban un cero por ciento de posibilidades al UCAM de ganar: «Voy a mandar unos mensajes a algunos de los que no apostaron por nosotros», decía bromeando en la rueda de prensa, donde también habló de la inesperada llegada de su entrenador: «Una hora y media antes ha aparecido en la sala de vídeo, no lo esperábamos, era el puntito que necesitábamos. Tenemos muchos líderes, pero él nos convence para hacer cosas, para soñar, y alcanzar objetivos que ninguno de nosotros habíamos pensado. Ha hecho un esfuerzo impresionante y hay que agradecérselo».

Bellas hizo hincapié en que la clave fue mantener la identidad, «haciendo nuestro baloncesto, siendo el UCAM Murcia, y en la segunda parte hemos sido pacientes hasta que ha llegado nuestro momento. Somos una familia y al final hemos jugado un gran baloncesto, defendiendo nuestro ADN. Nos llaman los locos de Murcia, nosotros creíamos después de una semana durísima, pero estamos en pie y mandaré algún mensaje para recodar el pronóstico hicieron algunos», concluyó.