La temporada 2022 del Mundial de motociclismo ya iba a ser histórica por la presencia de dos murcianos, Pedro Acosta y Fermín Aldeguer, en Moto2. Pero hace solo tres semanas se sumó Ana Carrasco, que después de siete años y de ser campeona del mundo de Supersport 300, regresa a Moto3 con la ilusión de una novata pero una maleta cargada de experiencia.

Carrasco y el Team Boé SKX, con el que ya trabajó en 2015, presentaron ayer en Odiseo, donde estuvo presente el ex campeón del mundo Jorge Lorenzo, un proyecto que llegó a las manos de la ceheginera casi de rebote. La murciana, que ahora tiene 24 años, estaba preparando la temporada con Kawasaki cuando José Ángel Gutiérrez Boé llamó a su puerta: «Fue un cambio de última hora porque mi proyecto para este año era continuar en el Mundial de Superbikes con Kawasaki, pero hace tres semanas me llamaron y me dijeron que tenían este sitio para mí. Fue una decisión que tuvimos que tomar rápidamente porque las oportunidades vienen cuando vienen, no se pueden planear. Era una oportunidad importante para mi carrera y era difícil decir no. Creo y espero que haya sido una buena decisión porque es una oportunidad que no siempre llega», dijo Carrasco, quien agradeció a Kawasaki las facilidades que le ha dado.

La temporada 2021, después de sufrir en 2020 una grave lesión, no fue fácil para Carrasco. En cualquier caso, no se había planteado un cambio de aires porque «en Superbikes estaba muy cómoda y no era algo que tuviera en mente».

Ahora ya no es una joven de 16 como cuando llegó a Moto3 en 2013 con el Team Calvo. Pese al paso del tiempo, Carrasco considera que «no ha cambiado mucho el Mundial. Es una categoría donde hay muchos pilotos que van muy rápido. El nivel hasta el que llegaremos no lo sabré hasta que vayamos a «Qatar y compita la primera vez. De momento no me he marcado objetivos porque solo me he subido dos días en la moto. Me tengo que ir adaptando porque todos necesitamos un proceso, pero tengo claro que si trabajamos bien y nos vamos marcando metas realistas, al final de temporada seguramente estaré en buenas posiciones».

Una vez más, será la única mujer de la parrilla, una situación a la que ya se ha acostumbrado: «No es la primera vez que voy a vivir en el campeonato esta situación, pero es algo que no me preocupa. Considero que en el circuito soy un piloto más y que mi trabajo es el mismo que el resto. Soy un piloto más de la parrilla y ya está». Ahora ya no la mirarán como una desconocida ni será una novata: «Ser campeona del mundo me ha dado confianza. Cuando llegué a Moto3 nadie me conocía. A día de hoy soy piloto y me he consolidado en estos años. La forma de competir y de afrontar las carreras no es lo mismo con 16 que con 24», explicó.

La ceheginera va a pasar de pilotar una moto de calle a una KTM. Sabe que le costará adaptarse porque «las sensaciones son diferentes. Ahora la moto es mucho más difícil de sentir, más dura. Es un proceso de adaptación porque vengo de una moto que es mucho más dócil, mucho más fácil de conducir, pero hay que adaptarse a eso. En cualquier caso, el estilo de pilotar se asemeja bastante».

Carrasco está orgullosa de ser parte de una temporada histórica para el motociclismo regional, con tres pilotos por primera vez en el Mundial: «En Murcia estamos viviendo un buen momento. Con pedro, Fermín y yo, es el año con más pilotos, pero también hay otros que vienen haciéndolo bien en el FIM CEV. La Comunidad está ayudando mucho a este deporte, que es algo que nunca habíamos tenido, y está dando sus frutos», concluye.