Cuando apenas había transcurrido un mes de competición en Segunda RFEF, en los despachos del Real Murcia ya se hablaba de la importancia que iba a tener este mercado invernal. Desde noviembre, aficionados y dirigentes se agarraban a esta segunda ventana de fichajes para elevar el nivel de una plantilla obligada a ascender de categoría. Pues la efervescencia previa parece haberse diluido justo a la hora de la verdad.

Siguiendo una estrategia diferente a la del verano, cuando a las primeras de cambio ya se había completado casi la plantilla, el Real Murcia ya ha agotado la mitad de esta ventana sin que los fichajes de caché aterricen en Nueva Condomina. De momento, solo se ha confirmado la contratación de Manu Pedreño, defensa sub-23 procedente del Antequera.

Espera Manolo Molina los descartes de la Primera RFEF y la respuesta de algunos jugadores que en teoría darían un salto de calidad, sin embargo, si el capítulo de altas está ralentizado, el de bajas está completamente parado. Y es tan importante el segundo como el primero, porque si no hay salidas, no hay fichajes.

Sin fichas sénior disponibles, a Manolo Molina, como ya le ocurriera el pasado verano, se le están atragantando las salidas. Si en agosto fue incapaz de rescincir a Pablo Haro, futbolista que al final se ganó un hueco en el equipo; actualmente sigue sin finiquitar la baja de Sergiu Popovici.

Pero el problema no acaba ahí. Aunque desde el Real Murcia hablan de que no se hará una revolución, son varias las opciones que interesan, y con la ficha del rumano no será suficiente. Tampoco con la de Iván Casado, si finalmente se da de baja al futbolista tras la lesión que le tendrá fuera unos tres meses.

Javi Saura era uno de los que también aparecía en los primeros puestos de la lista de descartes cuando el mercado asomaba, pero entrado en el mes de enero, Manolo Molina no acaba de tener claro a qué puestos mirar para hacer hueco. Luis Madrigal era otro de los nombres que se llegó a mencionar en las oficinas de Nueva Condomina en el caso de que se abrieran opciones interesantes, pero al igual que con Saura, ahora mismo nadie sabe qué va a ocurrir.

Tras dieciocho días de mercado, Manolo Molina solo ha logrado cerrar una salida. La pasada semana se confirmaba la cesión de Bertomeu al Orihuela. Con la marcha del lateral y el fichaje de Manu Pedreño, actualmente los murcianistas solo tienen libre una ficha sub-23.

Siguiendo con los menores de 23 años, el objetivo antes del mercado era hacer casi una revolución completa, y es que Mario Simón ha pasado completamente en estas 17 jornadas de la cantera murcianista.

Jugadores como Guille Lozano, Rognny o el propio Bertomeu, que subieron el pasado verano al primer equipo, han visto más partidos desde el sofá de su casa que desde el campo. Descartados completamente por el técnico, las posibilidades en el banquillo quedaban prácticamente reducidas, lo que obligaba a Manolo Molina a actuar y poner una solución.

El objetivo del director deportivo, alentado por su entrenador, era sacar a Guille Lozano, Rognny y Bertomeu -éste es el único que ya está fuera-, y sustituir esas fichas por futbolistas de mayor garantía, pero esta opción también está ahora mismo completamente estancada.

Parecía que Jesús Carrillo sería el fichaje perfecto. Pero su vuelta a Nueva Condomina no será posible. A diferencia de lo que ocurrió el pasado verano, cuando Julio Algar se aseguró la contratación del futbolista de 22 años, en esta ocasión la ‘presa’ se ha escapado. Tras rescindir con los ‘orellut’ ha decidido firmar por el Numancia, dando calabazas a Manolo Molina.

Pocos jugadores sub-23 del perfil de Carrillo hay en el mercado, por lo que no lo tendrá fácil la dirección deportiva del Real Murcia para llevar a cabo el plan en el que se han empeñado.

Con trece días de mercado por delante, anda Manolo Molina con tres frentes abiertos. El primero y más importante será cerrar a dos o tres futbolistas sénior que coloquen al Real Murcia en posición de luchar por el liderato del Grupo V. El segundo será hacer hueco en la plantilla. Y el tercero renovar completamente las caras de los sub-23 para dar más alternativas en el banquillo a Mario Simón.