Miguel Toral, joven de 16 años de edad que cumplió dos sueños futbolísticos gracias a la Ambulancia del Deseo, ha fallecido. El yeclano, que se encontraba en cuidados paliativos por una enfermedad crónica vio cumplidos dos deseos antes de fallecer. Uno era ver un partido de su equipo preferido, el Real Betis, y otro, del Atlético de Madrid. En ambos casos fueron los integrantes de la Ambulancia del Deseo los que le permitieron llevarlos a cabo.

El pasado mes de septiembre viajó hasta la ciudad de La Alhama para presenciar en el estadio Nuevos Los Cármenes el encuentro Granada-Real Betis. Allí pudo disfrutar del encuentro y tras el mismo conoció a uno de sus ídolos, el capitán bético Joaquín, quien le regaló una camiseta firmada por toda la plantilla. Desde el Granada CF también se dieron todas las facilidades para que Miguel cumpliera su sueño.

Posteriormente, el pasado mes de noviembre, también acompañado por la Ambulancia del Deseo, estuvo en el Wanda Metropolitano, para ver en directo a su segundo equipo, el Atlético de Madrid. Y fue precisamente contra el Betis, un encuentro que ganaron los locales por 3-0. En la zona noble del estadio madrileño, desde su camilla, Miguel pudo ver la goleada con el corazón partido. Para él ya era un gran regalo estar allí, pero después del encuentro de la Liga Santander llegaron las sorpresas. El Atlético, que se desvivió para que el momento fuera muy especial, indicó a José Manuel Salas, que estaba al frente del equipo de la Ambulancia del Deseo en Madrid, que llevara a Miguel hasta la zona por donde abandonan los jugadores el estadio. Por allí pasaron y hablaron durante un buen rato el Cholo Simeone, quien estuvo especialmente cariñoso con el yeclano, Joao Félix, Griezmann y el resto de los componentes de la plantilla. Con todos ellos se fotografió. Para el final esperaba el momento más emotivo. El capitán colchonero, Koke, le entregó una camiseta con el nombre de Miguel en la espalda firmada por todos sus compañeros y también le regaló unas botas que él usó en un encuentro de la Champions. Y tampoco faltó en ese momento un jugador muy especial, que siempre derrocha una alegría que contagia, el bético Joaquín. Durante un buen rato volvió a encontrarse el extremo de El Puerto de Santa María con Miguel, al que arrancó tiernas sonrisas.

Por todo ello, el Atlético-Betis no fue un partido más de liga. Entre bambalinas, alejados de los focos, se vivieron los momentos más emotivos que hicieron más felices los últimos días de Miguel Toral. Descanse en Paz.