Ser perfecto no es una buena idea. Imaginen un niño que aprueba todas las asignaturas. Que es de los más destacados de su clase. ¿Qué ocurre cuando por alguna circunstancia suspende? Si dijéramos que no sucede nada haríamos justicia, pero lo cierto es que nunca es así. Lo cierto es que cuando llega un traspié, llegan las decepciones. Algo parecido ocurre con los amigos. Aunque siempre estén ahí, les reprocharemos cuando por algo no están.

Todo lo contrario ocurre con las personas más descuidadas. Si su hijo no es un buen alumno, que apruebe algunas asignaturas ya será visto en casa como un éxito. No descarten que incluso reciba algún que otro premio. O si tienen un amigo que siempre anda ocupado con sus cosas, acabarán siendo felices en el momento en el que les mande un mensaje aunque sea por Navidad.

Pues ahora apliquen todo esto al Real Murcia. Porque el Real Murcia que ayer dio una alegría a su afición es el mismo Real Murcia al que en verano se le exigía luchar por el primer puesto de la clasificación. Pero como el Real Murcia se dedicó parte de los meses de octubre y de noviembre a dar tumbos de un lado para otro, a caer incluso al octavo o noveno puesto de la tabla, cuando el Real Murcia suma diez puntos de doce, algo a lo que debería estar obligado siempre y más en la cuarta categoría del fútbol español, pues todo son elogios.

No hizo ayer el Real Murcia algo diferente a lo que tendría que haber hecho desde que comenzó la Liga, sin embargo, cuando llevas cuatro meses sin ganar dos partidos de forma consecutiva, el hacerlo ya es motivo de aplauso. Lo mismo sucede con lo de dormir en play off. Nunca debería haber abandonado el Real Murcia esas plazas, pero cuando llevas más de un mes sin estar en zona de privilegio, el volver es motivo de fiesta.

Pues eso, después de muchas decepciones, el murcianismo está de enhorabuena. Ha costado pero el Real Murcia parece haber aprendido la lección. Da igual que haya muchos ingredientes en la receta grana que no encajen, da igual que a veces el equipo desespere hasta el aburrimiento, da igual porque con tres puntos en el bolsillo todo se ve diferente, y en el último mes esos tres puntos se han multiplicado por tres, a los que hay que sumar el empate frente al Melilla.

La despedida del 2021 no pudo ser mejor para la afición del Real Murcia. Y eso que apenas 2.500 se dejaron ver por las gradas, lo que demuestra que la crisis de resultados ha hecho más daño en lo social que en lo clasificatorio. Será la otra asignatura pendiente de los de Mario Simón, recuperar a la afición.

De momento, como símbolo de la paz, los del técnico madrileño han puesto sobre la mesa resultados. Y, dentro de la mediocridad del Grupo V de Segunda RFEF, parece ser más que suficiente.

De momento, con la victoria de ayer ante el Mancha Real, no solo se consigue por primera vez sumar dos triunfos consecutivos. También se rompe una racha de dos meses sin ganar en casa. Y lo más importante, el equipo vuelve a meterse en el play off. Y todo con el mercado de invierno a la vista, lo que aumenta la ilusión y la esperanza.

Con 27 puntos se marcha el Real Murcia al parón navideño. Y los tres últimos llegaron gracias a un gol de Alberto González. No fue el gol más bonito ni el más espectacular. Llegó medio de rebote. Sin embargo, vale lo mismo que cualquier otro. Sirve tanto que después de esa diana, los aficionados granas ven el futuro más próximo con más esperanza, pero siempre pensando en los fichajes que puedan llegar en enero y que acaben por tapar los déficit que tiene el equipo y que se encarga de poner sobre la mesa cada semana.

Porque la victoria ante el Mancha Real, o la racha firmada en las cuatro últimas jornadas, no deben desviar las miradas. Ayer mismo, pocos acabaron contentos tras una primera parte en la que el primer y único tiro a puerta llegó en el minuto 44. Fue en una jugada tan marcada por la fortuna que apenas obligó a participar a ningún futbolista grana. Solo Fran García remató medio con el pecho para que Lopito sacase sobre la línea.

Hicieron especialmente daño a la vista los minutos en los que el Real Murcia estuvo en manos de un Mancha Real que lleva toda la temporada bailando en zona de descenso. Solo Urko Arroyo ya era suficiente para hacer saltar por los aires a un centro del campo con Ganet, Athuman y Armando. Solo la debilidad ofensiva de los visitantes impidió que pudieran hacer más daño.

Tampoco se ve sobre el campo una idea de juego. Ayer fueron los laterales los que tuvieron todo el protagonismo. Se pasaron medio partido colgando balones al área, lo que se agradece, teniendo en cuenta lo que cuesta a los murcianistas llegar a la meta contraria, sin embargo las subidas continuas de Alberto López y Mario Sánchez anulaban a Pablo Haro y Dani García, muy desaparecidos en la primera parte.

Estaba tan gris el partido como el cielo de Murcia. Y no cambiaron mucho las cosas en el inicio de la segunda parte. Solo era de agradecer que Alberto González liderara con superioridad la defensa grana, impidiendo cualquier opción de llegada de los jienenses.

Ni el gol de Alberto González -minuto 55- agitó la coctelera ofensiva del Real Murcia. Y mira que, aprovechando el paso al frente del Mancha Real y los espacios, los granas empezaron a llegar con facilidad. Liderados por Ganet, pudieron golear, sin embargo, otra vez más, la falta de acierto y los nervios hicieron que se acabase pidiendo la hora.

Pero ayer todo daba igual, porque nadie quitaba la sonrisa a los aficionados cuando abrían la clasificación y veían al Real Murcia en el play off. No era en el primer puesto, pero, visto el camino por el desierto por el que deambulan los de Mario Simón, un cuarto puesto también da para celebrar.

«Si queremos dar el salto tenemos que ajustar bien las piezas en este mercado»

Mario Simón ha tenido muchas semanas la espada de Damocles sobre su espalda. Sin ser el principal culpable de los malos resultados, el técnico grana era el principal señalado. Pero el madrileño ha superado esa crisis y ahora mira el mercado de invierno como la oportunidad perfecta para solucionar los problemas de una plantilla muy desequilibrada y que le ha traído muchos calentamientos de cabeza en estos meses.

Ayer, tras la victoria frente al Mancha Real, no dudó de hablar del mercado invernal. Sin concretar el número de refuerzos que le gustaría o las posiciones, Mario Simón decía que ya ha hablado con Manolo Molina de aquellas posiciones a mejorar, considerando que si el Real Murcia quiere estar arriba tiene que tener las armas para conseguirlo. «El Rey no solo debe serlo, también debe parecerlo», comentaba el técnico, echando mano al dicho popular.

«Hay jugadores que han logrado cambiar la dinámica y otros que apenas tienen protagonismo. Habrá que ver quién sigue y quién no. Nosotros vamos a ser claros con todos», continuaba Simón, añadiendo que «si queremos dar ese salto tenemos que aprovechar el mercado para ajustar piezas y llegar al 31 de enero con el mejor equipo posible».

«Todo lo que venga nos tiene que mejorar», decía hablando también de si vendrá un central o no. «No pensamos en posiciones fijas. Vamos a ver qué posiciones nos ofrece el mercado», recordando que Athuman también puede jugar en la zaga. «Tenemos a Athuman y hay que decir que estas dos semanas ha estado a un buen nivel».

Hablando del partido de ayer ante el Mancha Real, el técnico del Real Murcia decía que «es una victoria importantísima que refrenda la dinámica más positiva del equipo». También hablaba de la «importancia de encadenar varias victorias». Aunque reconocía que el Mancha Real «se ha adueñado del balón en la primera parte, no dejándonos estar cómodos», añadía después que el equipo había cogido confianza con el gol de Alberto González.

Respecto al tanto del central, explicaba que «es importante no depender siempre de los mismos goleadores». «Llevábamos mucho tiempo sin marcar a balón parado, y en estos partidos tan igualados una acción de estrategia te puede decantar el encuentro y darte tres puntos que son fundamentales para irnos de vacaciones».

Tanto Armando como Dani García abandonaron el terreno de juego con problemas físicos. Mario Simón explicaba que habían sido sobrecargas, por lo que parece que no tendrán problemas en volver a incorporarse al equipo tras la vuelta de vacaciones navideñas.