No fue la invasión tan grande como se esperaba, pero unos quinientos aficionados del Real Murcia no quisieron dejar solo a su equipo en la vuelta a El Rubial, campo en el que no jugaban los murcianistas desde hace 23 años. El buen ambiente se vivió desde mediodía, cuando los aficionados de ambos equipos se hermanaban en una jornada que acabó con sonrisas para los seguidores del Real Murcia y con cabreo para los del Águilas. Los costeros no dudaron en mostrar su malestar durante el partido. Mostraron distintas pancartas en las que se pedía la destitución de Gaspar Campillo. El técnico también tuvo que escuchar los gritos de una grada de uñas y que no entiende la caída en picado de su equipo.