Emoción, goles y Copa del Rey. Si se combinan las tres, siempre surge espectáculo. Y así sucedió en el BeSoccer La Condomina, donde el UCAM Murcia cayó ante el Deportivo de La Coruña (3-4) en una auténtica oda al fútbol ofensivo. Uno de los partidos más entretenidos de los últimos tiempos para el cuadro murciano, con la mala fortuna para ellos de que el resultado cayó en contra y fueron eliminados de la Copa del Rey a las primeras de cambio. Y eso que el partido no comenzó de la mejor manera, hasta que al filo del descanso se animó con dos goles en un minuto, de William de Camargo y otro de Johan. En la segunda parte, los azuldorados comenzaron mejor y se adelantaron con un golazo de Josema, pero Quiles, recién entrado al campo, puso el 2-2 apenas seis minutos después. Un tanto que iba a llevar el choque al tiempo extra, donde una mayor condición física de los de Borja Jiménez decantó el choque en la prórroga. El UCAM fue a remolque en el tiempo extra y encajó dos goles que alejaron en exceso al Dépor. Manu Garrido, a dos minutos del final, puso tensión al resultado, pero finalmente no le llegaron las fuerzas a los universitarios para llevar el partido a los penaltis.

El UCAM Murcia tenía ante sí un partido muy bonito para disputar. Visitaba La Condomina el Deportivo de La Coruña, todo un campeón de liga y de Copa del Rey. El choque copero tenía todos los alicientes para vivir a gran noche de Copa: en casa, ante un rival atractivo y viniendo de la victoria más sólida del curso hace apenas cuatro días. Además, venían exjugadores queridos como Rafa de Vicente, excapitán la temporada pasada, o Alberto Quiles.

Salva Ballesta avisó de que iba a haber cambios en las alineaciones, y vaya si los hubo. Tan solo repitieron en el once Antonio Caballero y Alberto Fernández. Aprovechó el partido copero el técnico zaragozano para experimentar con una defensa de cinco inédita, dos en el medio, y con un triángulo ofensivo arriba. La mayor novedad fue la de poner a Johan de carrilero derecho, lo cual no iba a salir demasiado bien.

El experimento de Ballesta no salió al principio. De hecho, el Deportivo de Borja Jiménez pudo meter dos goles en los primeros diez minutos. Un disparo al lateral de la red y un centro al que no llegó nadie por muy poco. El partido comenzó inclinado para los gallegos, que a pesar de haber viajado sin siete habituales y con tan solo Menudo repitiendo once respecto a la jornada pasada, dominaron el esférico y las oportunidades.

El UCAMMurcia esperaba sin balón, con bastante menos solidez que ante el Algeciras hace unos días. El Dépor sabía por dónde tenía que atacar y cumplía el plan a la perfección. William de Carmargo no paró de encarar a Johan, el eslabón más débil de la defensa universitaria, y sufrió de lo lindo para poder para la velocidad del ex del Cartagena. Tampoco anduvo muy fino Charlie Dean en las coberturas y dejaron casi siempre camino libre al extremo, muy cómodo en cada una de sus incursiones.

El domino del Deportivo poco a poco se iba a ir diluyendo. El UCAMMurcia cogió las riendas del partido, e intentó dominar a raíz de la posesión. Una versión hasta ahora desconocida desde la llegada de Salva Ballesta. Lo intentó el UCAM, pero la imprecisión y la falta de fluidez hacía que no se encontraran espacios con facilidad. Tampoco ayudó Nuha Marong a conseguirlo. Estuvo desaparecido, sin movilidad, sin ganar duelos y su paso por el partido fue desapercibido. Tanto fue así que Ballesta optó por sustituirlo en el descanso por Manu Garrido, al igual que Admonio, que tampoco estuvo muy acertado en la primera mitad.

Antes de los cambios, se animó una primera parte muy plana en la recta final. En tan solo un minuto, subieron dos goles al marcador, uno para cada equipo. Golpeó primero el Dépor por parte del mejor del partido: William de Camargo. Le faltó contundencia a Admonio al cortar un pase y dejó la pelota muerta en el área. De Camargo solo tuvo que definir a placer. Parecía que el choque se podría torcer, pero unos segundos después, el UCAMMurcia igualó la contienda. Sacó de centro el cuadro murciano, Caballero desplazó en largo, y Johan aprovechó la indecisión de Trilli y el guardameta Pablo Brea para adelantarse con mucha fe a los dos y aprovechar la salida en falso del arquero.

Buen inicio tras descanso

Metió Ballesta a Manu Garrido tras el término de la primera mitad a Garrido y a los pocos segundos, ya generó más que nunca. Eso sí, fallón como suele acostumbrar. Pudo adelantar a los suyos en un remate de cabeza en el que se quejó de un agarrón, y con un uno contra uno que detuvo Brea en el remate mordido con la zurda.

La segunda parte empezó de una manera muy diferente y desde muy pronto se veía que podían pasar cosas. Josema, desapercibido durante todo el encuentro, se cansó de estarlo y apareció como solo él sabe. Soltó un latigazo desde fuera del área y puso el 2-1 en el marcador. Pudo hacer mucho más Brea, pero el disparo fue tremendamente violento. Segundo gol de la semana para Josema.

El partido parecía estar encarrilado. El UCAM, de menos a más durante el partido, tenía al Dépor en una situación complicada. Pero Borja Jiménez tenía guardado un as en la manga. No era otro que Alberto Quiles, el exdelantero universitario. Salió en el minuto 72 y en el 73, hizo el 2-2. Ni un minuto sobre el césped, tan solo un toque, y un gol de delantero que sirvió para hacer su sexta diana del curso. Para más inri, la asistencia la dio Rafa de Vicente. Conexión exuniversitaria para poner las tablas.

A raíz del gol, el Deportivo se sintió mucho más cómodo que el UCAM y pudo hacer gol en varias llegadas, pero la falta de puntería y Una Agirre evitaron el gol y se llegó a la prórroga.

Más pólvora en la prórroga

Optó el técnico zaragozano por ir a por el partido a pesar de que se vio un Deportivo mucho más entero en los últimos diez minutos del tiempo reglamentario sacando a Xemi y retirando a Ramón. Central por delantero. Sorprendió su posición inicial, pues no ocupó la posición de nueve junto a Manu Garrido, sino que se incrustó en el centro del campo.

En el tiempo extra, el partido siguió su cauce aunque sí que es cierto que con una marcha menos. Las piernas comenzaban a pesar y era el Dépor el que buscaba con más claridad el gol hasta convertirse en un monólogo. Justo al final de la primera mitad de la prórroga, Yeremay iba a encontrar la justicia con un golazo ‘maradoniano’. Se fue de Farrando y con un movimiento de cintura, ya en el área, rompió a Corbalán y definió ante Agirre. Golazo del joven de 18 años.

Aún iba a haber tiempo para más, pues la segunda mitad de la prórroga nos iba a deparar dos goles más que iban a cerrar un auténtico partidazo. Quiles puso el 2-4 con un gran testarazo a diez minutos para el final, y Manu Garrido iba a recortar de nuevo en el 118. Apesar de las últimas llegadas y dos minutos muy intensos, no pudo ser para los murcianos, que acabaron ahogados en un gran partido de fútbol.