«Estamos haciendo las cosas bien». «No tengo que reprochar nada a los jugadores». «Estamos en el camino correcto». Las frases podrían haber salido de la boca de cualquiera de los entrenadores que están al frente de los equipos líderes de los distintos grupos de la Segunda RFEF, pero las declaraciones anteriores fueron pronunciadas ayer por el técnico de un Real Murcia que en las últimas siete jornadas solo ha logrado un triunfo, que viene de encajar una sonrojante goleada frente al Hércules y que ocupa el puesto décimo de la clasificación, el peor de toda su historia.

Mario Simón, que se juega el puesto en el choque de este domingo en el campo del Puertollano, compareció ayer en rueda de prensa mostrando una realidad paralela para hacer ver a los aficionados que «el equipo no está tan mal como se está generando en el entorno». Dejando la autocrítica a un lado, la primera recomendación del madrileño fue «pasar página» de la derrota frente al Hércules, porque «lo que ya ha pasado no se puede cambiar».

Ni el 3-0 en el Rico Pérez fue motivo de análisis ni un bache en el que solo se han sumado siete puntos de 7 puntos de 21 posibles. Tampoco el mal juego desplegado durante casi todo el campeonato. Mario Simón prefirió ver el vaso medio lleno o lleno del todo. Considerando que «estamos haciendo bien las cosas y al final el trabajo dará resultado», el técnico madrileño afirmó no tener ni un reproche para sus jugadores. «Estoy contento con ellos. Su rendimiento está siendo muy bueno». Su único pero a la falta de victorias está «en los detalles». «Nos han privado de sumar muchos puntos, pero estamos trabajando para solucionarlo».

Continuando en la misma línea, Simón llegó a afirmar que «aunque hay problemas que solucionar, vamos en el camino correcto», recordando que la plantilla es nueva y sin experiencia. Volviendo a lanzar un dardo a la grada, hablando de un runrún que ya ha utilizado en distintas intervenciones. En esta ocasión señalaba que ese descontento «acaba pasando factura».

No quedó ahí la cosa, en otra pregunta, al ser cuestionado por el enfado de los aficionados, el preparador madrileño seguía tirando piedras fuera al decir que «entiendo el enfado, porque a nadie le gusta perder 3-0 y menos en el campo del Hércules, pero hay que tener tranquilidad y confianza. El equipo no está tan mal como se está generando en el entorno».

Dos palabras se repitieron una y otra vez a lo largo de toda la comparecencia. Una fue «experiencia», la que le falta a la plantilla, y otra fue «exigencia», la que se le pide al equipo. Sobre lo primero, Simón reconocía que «la plantilla no tiene experiencia para estar en un lugar grande como este», aunque volvía a hablar de «ilusión, humildad y ganas de hacer las cosas bien».

Sobre la presión dice que los «jugadores ya se están dando cuenta de dónde están y lo están asimilando». Pese a ello, no dudó en afirmar que «es mejor jugar fuera de casa esta semana». «Nos quitamos la presión de jugar en Nueva Condomina», añadía al referirse al desplazamiento al campo del Puertollano, segunda salida consecutiva de los murcianistas, que en lo que va de liga solo han sumado 6 punto de dieciocho en sus compromisos a domicilio.

Con una victoria ante el Puertollano, «la afición volverá a estar con nosotros cuando toque volver a casa y jugar contra el Melilla. La grada es exigente, pero también agradecida», continuaba.

Al ser cuestionado por su situación, Simón dijo que «estoy bien», explicando que «todos los que nos dedicamos a esto sabemos que el entrenador siempre está en el punto de mira». «Me siento arropado por la plantilla, el cuerpo técnico, la dirección deportiva y la directiva», comentaba, para añadir que «el equipo está avanzando y creciendo».

«Lozano no está rindiendo»

La única crítica que salió de la boca de Mario Simón en su rueda de prensa de ayer fue dirigida a Guille Lozano, futbolista que cada semana se queda fuera de la convocatoria. Al ser preguntado por la situación del canterano, el madrileño dijo que «hizo muy buena pretemporada, pero luego pasó el covid y después no ha llegado a rendir como deseábamos. Pensábamos que podía aportar más, pero si no está entrando es porque otros compañeros están mejor». Eso sí, el técnico del Real Murcia dejó claro que «ninguna puerta está cerrada. Solo hay que ver el caso de Pablo Haro, que ha sabido ganarse el sitio».