El Yeclano Deportivo volvió a dejar escapar puntos (1-1) como local ante el UCAM Murcia B en el último minuto de un partido que, de nuevo, no supo cerrar.

En el domingo previo a Santa Cecilia, lo de la primera parte fue, en vez de fútbol, toda una distorsión musical ante cualquier atisbo de crear melodías balompédicas. Salvo el primer cuarto de hora, que tuvo varias llegadas, el resto fue subiendo el nivel de despropósito con errores infantiles, correcalles varios y patadas sin ton ni son.

El conjunto azulgrana, sin una referencia de 9 clara arriba con Melgar en el banquillo tocado, ponía empeño en tres cuartos pero seguía sin esa chispa que se apagó tras acabar septiembre. El UCAM B, por su parte, demostraba más masa gris que los tres anteriores visitantes a La Constitución pero andaba lejos de atemorizar a los locales.

Tras el descanso, el Yeclano mejoró, y con Melgar recién entrado iba a adelantarse en el marcador. Salinas disparó seco abajo, provocando una parada con rechace de Zorro, el cual el ariete azulgrana iba a remachar en la que era la primera bola que tocaba. El filial universitario dio un paso más adelante, aunque el Yeclano seguía bien plantado.

Sin cerrar el encuentro, se llegaron a unos minutos finales aparentemente no agónicos pero que iban a desembocar en disgusto local. En un venazo ya visto con anterioridad, Adrián Hernández se equivocó batuta en mano. Renunció al tercer central en la zona de percusión forzando a un Moreno recién salido de lesión y desubicado en el pivote ante la falta de efectivos medios en su convocatoria. El fantasma del Betis B se encarnó en filial universitario, y en un córner cuasi cómico defensivamente, Andúgar lograba la igualada final en el 95.

El descontento general lo podrán obviar los buenos periodistas y lo podremos advertir los malos, pero son ya muchas las semanas donde, más allá de unos números que son competitivos, la sensación es que no hay una idea clara de lo que quiere ser este Yeclano.