Seis años y medio después, Hércules y Real Murcia se volverán a ver las caras en un partido oficial. Aunque en aquel mes de mayo de 2015, herculanos y murcianistas se jugaban seguir vivos en el play off de ascenso a Segunda División, en esta ocasión también habrá mucho en juego en el Rico Pérez. Y es que los dos clubes, con una trayectoria histórica parecida en los últimos tiempos, viven en el alambre de la Segunda RFEF. Ni la caída a la cuarta categoría del fútbol español ha dado un respiro a ambas aficiones, que tienen que soportar el sonrojo de mirar la clasificación y ver a sus equipos en una liga mediocre y fuera de los primeros puestos.

Si el Hércules llegará al choque del domingo en el décimo puesto con dieciséis puntos, no le van mejor las cosas al Real Murcia, que está sexto con 17 puntos. Y esa irregularidad en una liga en la que sobre el papel tenían que dominar hará que el domingo las miradas estén tanto en el césped como en los banquillos.

Se la juega Sergio Mora, al que Enrique Ortiz ha dado otra oportunidad pese a que en las últimas cinco jornadas solo ha ganado un partido y a que ha vivido derrotas sonrojantes como la recibida en el Rico Pérez frente al Atlético Levante (0-3) o los cuatro goles que encajó el equipo en su visita al Alzira. Este mismo domingo perdía en el campo del Puertollano. Llega el técnico herculano, ex futbolista del UCAM Murcia, con el agua al cuello; pero no tiene muchas más vidas en su casillero Mario Simón, preparador del Real Murcia.

La derrota contra el Eldense vuelve a dejar muy tocado a un técnico que no consiguió confirmar el subidón de la remontada en La Nucía, y, aunque en los despachos parece imperar la calma, la paciencia no es ilimitada y en cualquier momento puede romperse la cuerda que sustenta al madrileño. Porque una victoria en seis jornadas no aporta demasiado crédito a un entrenador grana que está pagando con creces el escaso nivel de la plantilla confeccionada por Manolo Molina, en la que, llegados al mes de noviembre, ya hay varios jugadores que llevan la cruz roja en la espalda a la espera de que llegue el mes de enero y se les invite a tomar la puerta de salida.

Parece que Hércules y Real Murcia se empeñan en imitarse en los últimos tiempos. Ninguno de los dos acaba de coger el pulso a la Segunda RFEF, ambos han superado la jornada 11 con sus entrenadores cuestionados y tanto Enrique Ortiz, dueño de los alicantinos, como Agustín Ramos, presidente de los murcianistas, han apostado por no tomar ninguna decisión precipitada para trasladar confianza e intentar revertir una situación más que complicada.

De hecho, nadie en las oficinas del Real Murcia ha abierto la boca. Nadie se ha pronunciado. Y tampoco se conoce que haya habido alguna reunión extraordinaria con el cuerpo técnico. Esto último sí se ha producido en el Rico Pérez. Según el Diario Información, Enrique Ortiz, que acude habitualmente a las sesiones de trabajo semanales, mantuvo este lunes una breve charla con Sergio Mora para recordarle su responsabilidad como líder del equipo y para exigirle que no se acomode a la sombra de los problemas, la mayoría en forma de bajas y de perfiles supuestamente no disponibles en la plantilla.

Todo ello hace que el partido que Hércules y Real Murcia disputen este domingo gane en atractivo y en importancia. La derrota de unos u otros puede desembocar en una tormenta que destroce más el caparazón de dos clubes que llevan varias temporadas bailando al borde del abismo. Y la cuerda más frágil, como siempre, rodea el cuello de los entrenadores.