Valentía, juventud y talento. Ese es el resumen de la temporada que ha descubierto a una de las grandes promesas del motociclismo mundial para la próxima década. Pedro Acosta ha enseñado su nombre a todo el mundo en un año de ensueño, donde ha conseguido proclamarse en su año rookie campeón del mundo en Moto3. Y además, se ha convertido en el piloto español más joven de la historia en conseguir el título de Moto3. Una gran carrera, donde ha ganado y peleado en un duelo con Foggia, hasta que Binder, en la última vuelta, arrolló al italiano y se acabó el cuento.

Pedro Acosta podía hacer historia. Tenía la oportunidad de batir un récord de precocidad en el motociclismo español y solamente una victoria le separaba del objetivo. Podría convertirse en el piloto español más joven de la historia (y el segundo en el mundo, por detrás de Capirossi) por delante de nombres como Marc Márquez, Jorge Lorenzo o Dani Pedrosa. Casi nada.

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El mazarronero ya declaró en la previa que no sabía defender, por lo que iba a atacar en el GP del Algarve. No necesitaba ganar, solamente sumar cinco puntos más que Denis Foggia. Salía en el puesto 14º, por lo que el reto iba a ser tremendo ante un piloto italiano que venía recortándole puntos en las últimas fechas.

Decía Acosta que esta era la primera carrera en la que tenía opciones reales de ser campeón del mundo y que no iba a escatimar en esfuerzos ni agresividad para conseguirlo antes de la última fecha del Mundial.

Agresivo desde el primer momento

Comenzó Pedro Acosta la carrera de una manera espectacular. No mentía al decir que no se iba a reservar nada. Porque así fue. En la primera vuelta, ya remontó dos posiciones y en tan solo tres vueltas, el mazarronero ya iba cuarto después de adelantar a varios pilotos de golpe tras una gran maniobra en una curva. 

El ritmo de carrera en las primeras vueltas era muy rápido. Los pilotos rodaban en 1:47 altos, y Foggia, en cabeza, quería estirar el grupo y romperlo. Nada más lejos de la realidad, ya que el italiano, todo un veterano en la categoría, por mucho que tiró, no lo rompió. De hecho, comenzó a rodar más lento y el grupo se redujo.

Por su parte, Pedro Acosta, iba remando poco a poco y pronto entró en posiciones de podio. Por delante solamente estaban Binder y el propio Foggia, aunque pronto se iba a deshacer el murciano de Binder y se iba a quedar a rueda de Foggia.

El Tiburón de Mazarrón pronto iba a dejar claras sus intenciones y le metió la moto a Foggia, pero en la maniobra posterior iba a volver a perder las dos posiciones. La carrera perdía ritmo a la vez que las gomas se desgastaban. Y con un ritmo más lento, Acosta se veía más cómodo. A ocho vueltas del final, con la colaboración de Masiá, su compañero de equipo, consiguió pasar a Foggia por primera vez y verse como campeón del mundo por unos instantes, ya que poco más tarde se despistó y perdió seis posiciones de golpe.

No le iba a importar ese contratiempo a Pedro Acosta, pues poco a poco, fue remando nuevamente, hasta ponerse a rueda de Foggia para regalarnos un final de infarto. Se intercambiaron posiciones hasta la última vuelta, momento en el que Binder ejerció como juez en primera persona de la carrera y decidió derribar (sin intención) a Dennis Foggia. En ese momento se acabó el bonito duelo entre Acosta y Foggia y en ese momento, se decidió el campeontato del Mundo para un Acosta que ha conseguido maravillar al mundo y que se erige como uno de los pilotos con más futuro del motociclismo mundial.

Primeras declaraciones de Acosta

"No puedo decir mucho. Me he tirado la última vuelta llorando. Solo puedo dar las gracias a todos los que me han apoyado. Mi equipo ha sido como una familia y me han dado mucho. Agradezco a las personas que en la sombra me han apoyado en la sombra. Esto va por ellos".