Cristina Mayol López (Murcia, 24 de julio de 1989) es licenciada en Economía y en la actualidad trabaja en la sección de running de Decathlon. Una mañana fue campeona de España y por la tarde estaba trabajando con la medalla colgada en su cuello. Le gustan las aventuras, como el día que cogió con su pareja y se fue a visitar a una amiga en bicicleta de Madrid.. «En los bares que parábamos nos decían que estábamos locos», dice.

¿Cómo empezó a hacer deporte?

No recuerdo mi vida sin deporte, aunque empecé a apuntarme a competiciones por mi hermano. Tendría unos 17 años, pero antes lo único que hacía era salir a andar.

¿Fue el piragüismo su primer deporte?

A la misma vez que estaba con el gimnasio, me inicié en el piragüismo, y a los 28 años me compré la bici y dejé el gimnasio porque no aguantaba más estar encerrada, quería salir.

Pero en el piragüismo logró destacados resultados.

He hecho carreras nacionales, el descenso del Sella, del Cinca, del Segura y también he sido campeona regional y segunda en la Liga Regional.

Bueno, pero ha hecho el Sella.

Eso es increíble. El primer año lo hice en competición y después tuve que repetirlo en popular y no se parecen.

¿Por qué se metió en el triatlón?

Porque la bici me encantó. Primero empecé con la de montaña, pero yo tenía claro que quería carretera. Por entonces yo ya estaba corriendo carreras populares y las San Silvestres, que me encantan. Entonces pensé que si corría y montaba en bici por qué no hacer un duatlón. Conocí a varias chicas de Murcia que competían y probé. Y mi primer triatlón me apunté sin pensarlo.

¿Cómo le fue su primer triatlón?

Malísimo. Fue el de Marinas de San Pedro. Me encontré muchas olas y yo no sé nadar bien. El agua lo tengo como un trámite, pero al final le he cogido cariño a nadar porque he hecho travesías.

¿En qué sección está?

Estoy en la zona de running. Antes estaba en ciclismo y ahora me han pasado ahí.

¿Qué le mueve a seguir haciendo deporte?

Es que no concibo la vida sin el deporte. Yo lo haría todos los días y hasta no hace mucho era así, aunque ahora por el trabajo y los estudios he tenido que bajar un poco el ritmo.

¿Nunca ha tenido una etapa de desmotivación?

Etapas hay según tu vida personal, pero el deporte ayuda a superarlo todo. A mí me ha ayudado todo y podría vivir encima de mi bicicleta.

Estudia, trabaja, hace deporte… ¿Cómo saca tiempo?

Hace poquito dije que me tenía que seguir formando y así lo hice. Trabajo en Decathlon, que no tengo jornada completa, y eso me permite hacer muchas cosas. Durante la semana ya no estoy cogiendo la bicicleta porque lleva más tiempo, simplemente corro y hago entrenamientos de fuerza en casa, y la bici los fines de semana.

Ha sido campeona de España.

En mi grupo de edad, sí.

¿Y qué se siente?

Muy bien. Terminé la carrera y me fui a trabajar. Ese mismo día trabajé toda la tarde. Hicimos el campeonato en Pulpí y me fui directamente al trabajo por la medalla. También he tenido que fallar en muchos campeonatos por falta de tiempo.

¿Y cómo le fue su primer triatlón?

Pues hay muchas fotos sobre ello. En la carrera ya se podía ver mi cara de angustia. Le dije a mi madre que si me veía salir la última y que casi me ahogaba, que no se preocupara, que era mi forma de nadar. No salí la última porque siempre hay alguien que sale detrás de ti, y en la transición de los propios nervios el neopreno no salía, se me enganchó, me tuve que tirar al suelo para quitármelo y me monté en la bici sin ponerme el casco. Después, cuando logré salir, la bicicleta se me cayó porque la cogía mal… Un desastre. Tardé 2 minutos y 40 segundos de transición cuando en 30 segundos se puede hacer.

¿Qué se le da mejor, la bicicleta o la carrera?

Más o menos igual, las dos cosas están a la par.

¿Por qué aún las mujeres son minoría en las competiciones?

Porque se piensan que debemos tener cierto nivel para empezar y no hace falta, da igual que quedes la última y si acabas la última no pasa nada, no se necesita ganar. Cuando empecé con piragüismo yo no ganaba nada, era la última y las otras chicas me sacaban la vida porque competían en los Campeonatos de España.

Pero quizás hay gente que se desmoraliza por eso.

Sí, pero si el deporte lo haces porque te gusta y no por el trofeo, da igual. Al final los trofeos se quedan en las estanterías, lo que te llevas son las experiencias.

Bueno, pero usted los tiene todos guardados, ¿no?

Pues no, ya se los lleva mi madre, los tiene ellas. A ella le hacen más los trofeos que a mí. Yo me quedo de las experiencias y cómo se lo pasa la gente.

Además, existe una camaradería especial en este tipo de deportes.

Aunque sean carreras individuales, se hace mucho equipo.

¿Qué objetivos se marca ahora y ya no se plantea retos?

Ahora mismo me lo estoy tomando de otra manera. Ya no voy tanto por el trofeo, sino por la experiencia. De hecho, las últimas competiciones que hice fue un Medio Ironman, que allí es imposible estar en un podio para mi nivel, pero repetiría. Quiero volver a los duatlones que este año por tema covid y asuntos personales no he podido hacer ninguno, y hacer las San Silvestre, que soy muy de carreras populares.

¿Y se disfraza?

Todavía no lo he hecho, pero no lo descarto y tengo que empezar a hacerlo porque yo siempre salgo a hacer mis tiempos y mejorar.

¿Le va la larga distancia?

Sí me gusta. Por mi condición física, se me da mejor la distancia larga que la corta. A mí me encantó cuando hice el Medio Ironman y terminé diciendo que tengo que repetir.

¿No se atreve a un Ironman?

Sí, pero son demasiadas horas de entrenamiento y compatibilizarlo con mi trabajo, me quita la vida social. Además, ya no puedes entrenar con tantas personas, te tienes que aislar y a mí me gusta salir a correr o montar en bicis con mis amigas.

Teniendo un padre con un taller de neumáticos imagino que se cambiará usted las ruedas de la bici.

Por supuesto. Y aparte en mi trabajo también aprendí. He arreglado unos cuantos pinchazos en mi vida y también enseño a las chicas de los grupos que tenemos, les mando vídeos para que aprendan y cómo tienen que hacer el mantenimiento de la bici. Algún lo subiré a internet para que todo el mundo lo vea.

¿Le gusta dar a conocer sus logros deportivos en las redes sociales?

Subo cosas, pero no vivo para las redes sociales. No cuento ni mi día a día ni lo hago en el momento justo que se está produciendo.

¿En qué club está?

En el Triatlón Archena, que hay muy buen ambientes tanto entre los chicos como en las chicas. Es mi primer club y si no pasa nada será el último. Desde el primer día que estuve con ellos me acogieron tan bien, que decidí quedarme.

Y el duatlón que organiza su club es muy especial.

Sí, porque es por equipos, es estupendo porque se vive mucho el compañerismo y todos nos apoyamos en todo momento.

¿Conoció a su pareja en el deporte?

No, lo conocí antes, pero los dos nos hemos ido enganchado juntos y él me va sacando un año en todos los deportes.

Tener una pareja con la que compartes el deporte ayuda.

Te ayuda a que te comprenda, pero a veces es un inconveniente cuando todos queremos entrenar y todos queremos hacerlo todo. Pero para las vacaciones viene bien, porque nos cogemos la bici y nos vamos a subir los Lagos de Covadonga, por ejemplo.

En eso de coger la bici y salir creo que tiene más experiencias.

Sí, un día nos fuimos a Madrid a visitar a una amiga en bici. Fue algo que no pensamos. Teníamos una semana de vacaciones y mi amiga me dijo que fuéramos a verla. Y lo hicimos, pero en bici. No nos planteamos si era una locura, pero nos fuimos en bici y volvimos en bici.

¿Cuánto tiempo tardaron?

Tres días para ir y otros tantos para volver, unos 150 kilómetros cada día y unos 7.000 metros de desnivel.

¿Le gustan ese tipo de locuras?

Me gustó muchísimo. Parábamos por los bares y nos decían que estábamos locos. En esa aventura aprendí que madrugando y comiendo se llega donde quieras.

¿Lleva una alimentación estricta?

No, sana, directamente. Si me apetece algo lo como, pero sin pasarme en nada. La báscula y yo somos amigos. Está claro que cuando te pasas se nota, pero yo lo llevo bien.

¿Es muy autoexigente?

Creo que todos los que practicamos deporte lo somos. Siempre intentamos tardar un poquito aunque el reto sea solo contigo. Hacer deporte ayuda mucho a superarte en la vida. Yo, por ejemplo, hice triatlones sprint y de pronto me dije que tenía que hacer un Medio Ironman.

¿Cuál es su prueba preferida?

Podría escoger una por deporte. En piragüismo, el Sella, que es increíble cómo se vive, el ambiente, la fiesta de la noche, más de mil embarcaciones… Aún se me ponen los pelos de punta de acordarme. De triatlón, aunque guardo con cariño el Medio Ironman, el que más me gusta es Fuente Álamo, ese es obligatorio. Y de carrera a pie unas que me gustan mucho son las San Silvestres de Blanca y Cieza, sobre todo la primera, porque el pueblo se vuelca mucho y es totalmente solidaria. Y en duatlones, qué voy a decir, el de Archena.

Noto que le gusta eso de hacer equipo.

Es especial. Un año hicimos un equipo ganador, fuerte para coger el trofeo, y muy bien, pero otros años ha sido para pasárnoslo bien y lo hemos pasado estupendo.

¿Es muy competitiva?

Conmigo misma sí, con el resto no tanto. Me gusta superarme pero tampoco me cabreo cuando pierdo, solo que me quedo con la sensación de que podría haber dado más.

¿Se queda muchas veces con esa sensación?

Pocas veces, lo doy todo, yo llego a meta que no puedo. No me guardo nada y en mi cara después de pasar por la meta se me nota, aunque siempre llego con una sonrisa porque en la foto hay que salir bien.

¿Es cierto que metió a su padre en el deporte?

Él hacía antes, pero vendió la bicicleta justo cuando yo empezaba a cogerla. Lo recuerdo cuando era pequeña verlo salir a las seis de la mañana con la bicicleta y ahora se ha vuelto a reenganchar. Después siempre me ha seguido a todas las carreras excepto a la primera de piragüismo porque me dijo que hasta que no cogiera trofeo no iría, pero le llamé ese día y le anuncié que lo había cogido. Y desde entonces han venido él y mi madre a todas las competiciones. Tengo más fotos en las que salgo yo con mis padres al fondo que mías sola.