Hace tan solo dos semanas, el FC Cartagena caía derrotado en el Estadio de Gran Canaria ante Las Palmas por 4-1 y sumaba dos jornadas consecutivas sin puntuar y el quinto partido perdido de ocho. El juego mostraba síntomas preocupantes para la afición albinegra y los malos presagios no tardaron en aparecer. La defensa ofrecía muchas dudas, el centro del campo no se imponía y, en la delantera, solo el siete daba la talla. Sin embargo, el equipo tomó aquella derrota como un punto de inflexión y puso remedio a -casi- todos sus males.

Álex Gallar, sonriente en el entrenamiento de ayer. | PRENSA FC CARTAGENA

Un inocente Ibiza pagó los platos rotos en forma de manita y comprobó que en Cartagena sigue habiendo cañones de guerra que ahora disparan goles. Con esos mismos cañones se plantó el Cartagena en Amorebieta para derribar un fortín inexpugnable hasta el momento. Y aún con fuerza en las piernas, recibieron los albinegros al mejor equipo de la categoría para llevarse los tres puntos de una batalla larga y difícil y ganar, por méritos propios, el reconocimiento de la Segunda División.

Tres jornadas más tarde, el equipo de Carrión no ha perdido y, aunque en sus filas sigue habiendo desajustes, la actitud de los jugadores parece haber cambiado. «Hay que entender que el camino para conseguir todo eso es trabajar y correr», afirma el entrenador.

El triunfo ante el Sporting de Gijón destaca en el haber albinegro no solo por la entidad del rival y el espaldarazo emocional que eso supone para el equipo, sino también por el nivel mostrado en todas las facetas del juego y la capacidad de sobreponerse al claro dominio de los asturianos en la primera mitad. Esa buena reacción del equipo, en parte, se la debe la afición a su técnico, que leyó a la perfección el partido e introdujo los cambios y retoques necesarios para cambiar el sino del partido. «Estábamos sufriendo demasiado en acciones a la contra con tres centrales y cambiamos eso. Pudimos cambiar piezas, meter gente que estuviera bien de piernas y, al final, salió bien», explica el entrenador.

El 5-3-2 de inicio propició la incursión del Sporting por ambas bandas y un enorme hueco entre líneas que Boateng, encargado del centro del campo, no supo cubrir y fue sustituido en el tiempo de descanso. No obstante, Luis Carrión defendió a su jugador y explicó que «su cambio fue más una situación táctica». La vuelta al 4-4-2 en la segunda mitad, junto con la incorporación de Álex Gallar y Antonio Luna, sorprendió a los pupilos de David Gallego, que no pudieron detener el vendaval del FC Cartagena y acabaron sucumbiendo.

Todas las dudas se tornan ahora en certezas y, aunque el preparador quiere mantener «los pies en el suelo y la cabeza sobre los hombros», el equipo se ve capaz de ganar en Ipurúa y de sumar la cuarta victoria seguida. «Son muy buen equipo, tienen una buena plantilla y un buen mister que ha manejado varios sistemas durante las jornadas y en el mismo partido, pero como todos los equipos de segunda, tiene sus cosas muy buenas y sus cosas malas que nosotros intentaremos aprovechar».

La confianza de Carrión se ha trasladado a sus jugadores, que creen en los planes de su capitán y aguardan con paciencia su momento de actuar. El entrenador tiene a todos los jugadores enchufados y lo demuestra cada vez que mueve el banquillo. Ortuño ya ha desatascado más de un partido en los últimos minutos, Gallar ha puesto la creatividad cuando más escaseaba y Luna y Tejera, entre otros, aportan soluciones cuando el equipo no funciona.

En uno de los momentos más duros de la temporada por la acumulación de partidos, al entrenador barcelonés le sobran las posibilidades para jugar con el cansancio de sus jugadores, sin embargo, no parece ser lo que más le preocupe. «Tenemos que poner lo mejor para ganarle al Eibar. Cuando estás bien de cabeza, todo va bien y ahora mismo estamos bien», afirma Carrión.

Los albinegros viajan a Eibar como el equipo más en racha de la categoría y han olvidado los problemas con los que comenzaron la temporada. La defensa, con un Pablo Vázquez elogiado por su entrenador, es más solvente que nunca, la intensidad es la correcta y la creatividad en ataque brota a raudales. Con esos mimbres, Carrión deja atrás las dudas sobre su puesto, que llegaron a sobrevolar el Cartagonova, pero que el propio técnico se ha encargado de disipar con más aciertos que errores.

El Eibar quiere ganar la primera plaza de Segunda División, pero tendrá que verse las caras con un Cartagena hambriento de victorias, que quiere continuar en la racha ganadora y que se ve capaz de todo sea cual sea el nombre del rival.

Álex Gallar y Julián Delmás se ganan a la afición del Cartagonova

El gran partido de los albinegros no solo deja la buena noticia de los tres puntos frente a un áspero rival, sino que también supuso la consagración de dos futbolistas muy importantes en los esquemas de Luis Carrión. Julián Delmás ha jugado todos los partidos del equipo hasta ahora, perdiéndose solo doce minutos del encuentro ante el Huesca, en el que fue sustituido. El exjugador del Zaragoza jugó un auténtico partidazo ante el Sporting, siendo el mejor en la primera mitad. Cuando el equipo sufrió, Delmás cumplió en defensa y fue una vía de escape para el equipo percutiendo en ataque constantemente.

Álex Gallar no ha tenido tanta participación como el lateral y solo ha completado dos partidos. No obstante, ha aprovechado sus momentos como nadie y ha firmado dos asistencias y un gol que vale dos puntos. Ante el Sporting salió en el descanso para revolucionar por completo el partido y protagonizar todas las jugadas de ataque de su equipo y fue elegido como el mejor jugador del encuentro.

Después de poner en pie en más de una ocasión a los aficionados albinegros, una jugada suya terminó con el penalti que transformó Rubén Castro y con la expulsión de un rival, ambas circunstancias decisivas en el resultado del encuentro.